I.- El de noviembre es un mes de cultura en la antigua Ciudad de los Ángeles. Celebramos con la comunidad de habla hispana el nacimiento de Juana de Asbaje, pero tenemos particularidades.
Hace 51 años, todo estaba listo para la inauguración de la Casa de Cultura, el día 18.
Tres años después, la Casa, hoy “Prof. Pedro Ángel Palou Pérez”, se extendió a parte de lo que fuera el Palacio episcopal, en la Avenida 7 Oriente, donde fueron abiertos los talleres de iniciación artística.
23 años después la cultura se extendió a un antiguo colegio religioso más, y en agosto del 2000, fue abierto el Museo Taller Erasto Cortés, centro de educación, como lo fue el edificio sede de la Casa de Cultura.
En 1982, el gobernador Guillermo Jiménez decretó la creación de la Subsecretaría de Cultura en la Secretaría de Educación Pública y, un año después, en 1983, también por decreto, se creó la Secretaría de Cultura, la primera en el país, más de tres décadas antes de la federal.
Dos años después, ya desalojada la Penitenciaría del Estado, la Secretaría de Cultura consiguió que el edificio dependiera de ella como Instituto Cultural Poblano (ICP). Había sido, antes, el frustrado Colegio de San Xavier, de los jesuitas, y con la inventiva de José Manzo fue presidio, mas durante la invasión francesa sirvió como fuerte y resguardo de los mexicanos.
Si la extensión de la Casa de Cultura en 1977 y el 2000 había logrado un crecimiento exponencial, el ICP abrió sitios adecuados para los artistas y las actividades como los festivales y encuentros culturales.
Ahí fue instalada la copiosa Hemeroteca Juan N. Troncoso.
A 40 años de la apertura del ICP, a celebrarse el día 18, es un buen momento para el recuento de la cultura poblana, una de las más descollantes del país.
Muchos han sido los hombres y mujeres que lo han hecho posible; lo imposible es incluirlos a todos en este pequeño espacio.
II.- De museos de la Angelópolis y del Estado, también podemos recordar número, sitio y fundación, pero requiere amplio espacio para ello.
Sin embargo, podemos adelantar que, sólo después de la Ciudad de México —por razones obvias—, y después del Estado de México, Puebla como entidad de la federación, ocupa el tercer sitio por su número de museos.
En cuanto a la actividad cultural en la Ciudad de los Ángeles, cabe recordar que, por ejemplo, las acciones en pro de la cultura que dio origen a la Casa “Prof. Pedro Ángel Palou” iniciaron diez años antes, formalmente, en la Dirección de Promoción Cultural del gobierno estatal, encabezado entonces por Aarón Merino Fernández.
Fue entonces cuando se celebró el primer Festival Internacional de Puebla, con músicos, bailarines, orquestas, solistas, dúos, compañías de algunos Estados del país, y de diversos países.
Entonces sólo actuaba la Orquesta del Conservatorio, con la cual solía presentarse el Coro Normalista, pero la primera orquesta sinfónica en forma, en el siglo XX —después de un primer intento serio, pero fallido a principios de la centuria— se dio en la entonces Universidad de Puebla, con el apoyo de quien era rector, y después gobernador Bautista O´Farril.
Posterior a ese intento, fue en el año 2002 cuando la Secretaria de Cultura del gobierno estatal, creó la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, que hoy subsiste.
Sin embargo, retrocedamos un poco: un antecedente cultural importante para la Ciudad de los Ángeles, principalmente, pero para todo el Estado, fue la celebración del primer centenario de la Batalla del 5 de Mayo.
Por ese acontecimiento se realizaron actividades tales, que se puede considerar ese como el punto de quiebre cultural que hizo, en gran media, que Puebla pasara de un arte prevalecientemente decimonónico, a uno casi instalado en la modernidad, y fue, con mucho, actual.
Mas esa celebración cultural merece mayor espacio y comentario.
Mientras tanto recordemos: en 1969, fue creada, con el cambio de gobernador, la Dirección de Promoción Cultural, ya en el edificio del antiguo Colegio de San Juan, en la Avenida 5 Oriente número 5, es decir, donde está actualmente la Casa de Cultura.
En ese sitio despachaba el gobernador en turno, en la que hoy es la Sala Rodríguez Alconedo, y el resto de la edificación estaba ocupada por oficinas del gobierno estatal.
Y sí, estaba ahí la Biblioteca Palafoxiana, afortunadamente la incuria no la había logrado desaparecer, pero casi permanecía como una curiosidad que algunos investigadores buscaban.
Para cuando fue abierta la Casa de Cultura, desde la citada Dirección de Promoción Cultural, se impulsó el Concurso Latinoamericano de Cuento, que posteriormente vino a llamarse “Edmundo Valadés”, uno de sus tres primeros jurados.
El certamen fue abierto en 1971 y el próximo martes 18, se entregará el galardón a quien lo ganó este año, como se ha hecho durante estos 43 años (en una ocasión fue declarado desierto).
La próxima semana se anunciará al premiado de este 2025.
En fin: no había cumplido siguiera sesenta años de haber sido fundada la Ciudad de los Ángeles cuando en el siglo XVI ya había maestros particulares enseñando a los hijos de españoles, y el primer colegio, el de San Luis, ya había sido establecido.
Ni qué decir que, con la llegada de los jesuitas, en 1578 inició la vida de la que ahora es la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla —447 años, nada más— la que, sin duda, mayor cultura produce.
A gran velocidad hacia los 500 años de la fundación de la Ciudad de los Ángeles, recordemos que está también ha sido y es, la urbe de la cultura.