diciembre 5, 2025, Puebla, México

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Férrea memoria: ¿Dónde está el Dr. Serrano? / Moisés Ramos Rodríguez

Al doctor en historia J. Carlos Blázquez, con amistad añeja

I.- La locura “es una afección que es al mismo tiempo la más terrible para el individuo y para la sociedad; la más llena de dificultades; la que inspira más respeto; la más digna de compasión y, según Erasmo, la más común entre los hombres” argumentó un joven de 26 años para obtener su título de médico cirujano.

El hecho sucedió hace 141 años; el licenciado para ejercer la medicina, muy pronto se dedicó a la psiquiatría: Rafael Serrano Daza; nació el 13 de diciembre de 1858 en la Angelópolis; murió el 27 de febrero de 1927.

Poco espacio aquí para contar cuánto hizo en 68 años el médico por el cual el hospital psiquiátrico poblano lleva su nombre. Los últimos 17 años de su vida los dedicó a atender enfermos mentales en la Casa de salud “Nuestra Señora de Guadalupe”; falleció por cáncer.

Políglota, poeta, presidente del Colegio del Estado en dos ocasiones (su hermano Miguel, abogado, lo fue en una ocasión), caritativo, participó en cuantas actividades en pro de la sociedad pudo. Fue el primero en utilizar el término psicosis al estudiar el comportamiento de sus pacientes.

Hombre ilustre y humanista en el amplio sentido del término, Serano Daza hizo aportaciones a la ciencia adelantadas a su tiempo, y dedicó todos sus esfuerzos en comprender la locura, pero, sobre todo, en remediarla.

Así, no es extraño que, a 36 años de su muerte, literatos poblanos dedicaran un busto al eminente médico en la Plaza de San Luis, donde existió el primer colegio de la antigua Ciudad de los Ángeles (los locales que hoy lo ocupan, aún tienen en sus muros los ángeles ahí pintados.)

Al busto que fue colocado en una especie de pirámide en el céntrico sitio (avenidas 5 de Mayo y 10 Oriente), se le adosó, en una cara, una placa: “Al sabio poblano, doctor Rafael Serrano. El Ayuntamiento 1960-63. Promoción y cooperación del grupo literario Bohemia Poblana. Febrero de 1963.”          

Ahora que las autoridades municipales reinaugurarán el paseo de destacados poblanos (y no) honrados en bronce, pregunta inevitable es: ¿dónde está la placa que recordaba a Serrano, dónde el busto que lo retrataba? ¿Dónde nuestra memoria para honrar a un humanista que trabajó para contribuir a curar nuestra locura?

Poeta y filósofo de gran austeridad

II.- En Tiempo Universitario del Archivo Histórico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el año 2004 fue publicado el texto Rafael Serrano: la consagración de un hombre de ciencia, digno egresado del Colegio del Estado, de Rosario Robles Galindo (Año 7, número 10, 3 de junio de 2004), el cual se puede consultar en línea y de donde se han tomado las ilustraciones de esta Férrea Memoria.

https://dga.buap.mx/sites/default/files/Tiempo%20Universitario/2004/10/index.htm

Hasta ahora, es quizá uno de los textos más completos sobre el médico poblano, hecho con base en al archivo de la familia Escondrillas Serrano, es decir, de sus descendientes, por lo que se puede ver ahí desde la fotografía del cuadro que retrata al eminente psiquiatra, colocado en el hospital que lleva su nombre, como la fotografía, del siglo XIX que muestra a quien fuera su esposa.

Ahí también podemos apreciar la portada de la tesis de Serrano Fragmentos de Psiquiatría Óptica, “la cual fue premiada por la Academia Médica Mexicana en el año de 1890.”

El “Ejemplar perteneciente a la biblioteca José María Lafragua, de la BUAP”, se aclara en la publicación.

Mas, pese a lo completo de la investigación de la autora, la médica Rosario Robles, queda pendiente el aspecto de poeta de Rafael Serrano Daza; y no sólo en el texto antedicho, sino en general no hay mucha información sobre el Serrano poeta.

A Serrano Daza, poeta, lo encontramos en el Florilegio. Poetas y escritores poblanos por nacimiento o por haber hecho en el Estado su carrera literaria, de Alfonso G. Alarcón y Ricardo Saúl Rodiles, publicado en 1913 por el editor Enrique del Moral.

El ejemplar se vendía en la Ciudad de México en la Av. 16 de septiembre número 23, y en la antigua Ciudad de los Ángeles en la Calle de Zaragoza número 8.

En las primeras páginas del libro se lee: “Obra declarada de texto en las escuelas primarias del Estado de Puebla.” (Nota bene: Esta joya contiene una narración deliciosa sobre los libros viejos, de Rafael Cabrera, entre otras maravillas: por ejemplo, el narrador Alfonso G. Alarcón, “habla por” el edificio Carolino del ya Colegio del Estado en el texto “Si yo fuera viejo”.)

En esta obra se cita: “Rafael Serrano.

Nació en la ciudad de Puebla el 13 de diciembre de 1858.

Sus padres fueron el señor Epifanio Serrano y la señora Soledad Daza.

Su instrucción preparatoria y profesional en la carrera de Medicina la hizo parte en el Seminario y parte en el Colegio del Estado.

Obtuvo su título de Médico Cirujano en 1879 [es decir, a los 20 años de edad].

Ha colaborado en varias publicaciones científicas y literarias.

***

Poeta y filósofo de gran austeridad. Escritor sobrio y sincero. Su producción es muy escasa.”

El libro reproduce en las páginas 78-80 el poema de Rafael Serrano: “Victor Hugo pintado por Bonnat (De Dezamy)” —con la reproducción de la dicha imagen—. De ahí tomamos las dos últimas estrofas del poema:

Los besos de los niños vencieron al gigante,

En un crisol eterno ardían los corazones

De Shiller [sic] y Virgilio, de Shakespeare y del Dante

Y hervía la sangre Olímpica de Orfeo y sus leones.

De allí surgió tu espíritu, poeta circundado

De nubes y relámpagos, estrellas y penumbras,

Y como en alta noche un astro inmaculado

La senda de los siglos y el porvenir tú alumbras.

El poema, hemos escrito, exalta a Hugo retratado. Mas no exageramos si los mismos versos, aplicamos al prócer de la medicina, al traductor, al caritativo, al científico, al psiquiatra preocupado por la salud de sus prójimos; a quien es piedra fundacional de la medicina, sí, de la psiquiatría, pero también de la cultura en Puebla: don Rafael Serrano Daza.     

  

Reunión del doctor Serrano con distinguidos miembros de uno de los tantos congresos médicos celebrados en nuestro país y en otras naciones del mundo. (Esta fotografía pertenece al archivo de la familia Escondrillas Serrano). Pie de foto tomado del texto de Rafael Serrano: la consagración de un hombre de ciencia, digno egresado del Colegio del Estado. Por Rosario Robles Galindo