Después de más de un mes de paro estudiantil en nuestra (¿?) Universidad, los meses de abril y mayo han sido de intensa actividad académica y política. Lamentablemente, las autoridades institucionales no tienen interés por reflexionar colectivamente sobre lo acontecido, ni de reconocer la afectación del desarrollo de las actividades docentes y de investigación; se mantuvo el calendario escolar y se recomendaron acciones remediales sin mayor valoración.
De igual manera, se llevó a cabo un proceso de elección de consejeros universitarios, que, si bien transitó con tranquilidad, no dejó de mostrar la permanencia de las prácticas de cooptación e imposición de candidaturas, se avala este proceso sin la menor discusión de las anomalías denunciadas. De esta manera, la cúpula burocrática muestra su satisfacción: “La democracia es algo que se vive en la universidad”, “Ustedes sentaron bases firmes para trazar la continuidad de la vida institucional”; y se prepara para enfrentar su nueva meta: la gestión rectoral 2025-2029, ¿reelección o sustitución? ¿relevo en unidad o fraccionados?
Pero ¿cuándo se discutirán a fondo, en cada espacio universitario y colectivamente, lo que significan las demandas estudiantiles (su alcance) y la concreción de los acuerdos firmados (dos años, como lo escribieron)? ¿en qué momento se reflexionará, de manera abierta y participativa, sobre la Universidad que queremos y que nuestra sociedad requiere?
En este contexto, es fundamental comprender lo que acontece en las universidades y, de manera más amplia, en el ámbito de la educación superior, tanto en nuestro país como a nivel mundial. Una mirada rápida nos muestra una enorme tensión en todos los niveles: económico, político, cultural; a partir de las políticas y determinaciones de los gobiernos de cada país y de los poderes económicos, y que generan resistencias y la construcción de alternativas a esas estructuras de poder. Entre las presiones y acciones más burdas y agudas podemos mencionar a los presidentes Trump y Milei, y entre las más dinámicas y persuasivas estrategias están las del Foro Económico Mundial y la OCDE.
Reconociendo lo anterior, por el momento queremos centrarnos en las recientes manifestaciones estudiantiles en nuestro país y que consideramos que muestran el malestar y el enfado con las instituciones universitarias y las políticas educativas (pero también con la misma sociedad) y que forman parte de las resistencias mencionadas. Presentamos un breve recuento de acontecimientos de cuatro instituciones.
Instituto Politécnico Nacional (IPN). Desde al año anterior, en diversas escuelas se realizaron manifestaciones de inconformidad, entre las más comunes están el autoritarismo institucional, el acoso laboral por parte de autoridades y trabajadores, así como escasos recursos. En agosto, en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas hubo un paro, por la mala programación académica del semestre y, como consecuencia, la falta de contrataciones docentes. En el presente año, en marzo, la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas realizaron un paro de estudiantes, docentes y trabajadores administrativos demandando: pago de salarios pendientes, informe sobre el uso de los recursos (transparencia), ampliación de la oferta académica. Reivindicaciones similares hicieron en la Escuela de Medicina.
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). El 21 de abril los estudiantes de la UAM Azcapotzalco iniciaron un paro demandando mejoras urgentes a la infraestructura del plantel, acciones efectivas contra la violencia de género, mayor atención a la salud mental del alumnado. Asimismo, rechazaron el “Instructivo de Seguridad”, aprobado cinco días antes, lo calificaron como poco transparente y sin participación democrática. Unos días después se sumarán otras unidades.
El 24 de mayo se anunció la entrega del campus de UAM-A, con lo que se concluía el paro. El diálogo y negociación entre autoridades y estudiantes estableció varios acuerdos, entre ellos: la abrogación del instructivo; una disculpa pública; amplia difusión de los estados financieros; mesas de análisis para la actuación desde una perspectiva de derechos humanos, enfoque de cuidados, equidad de género e interculturalidad. Se dejaron abiertas mesas de negociación y diálogo.
De acuerdo a las notas periodísticas consultadas, algunos estudiantes destacaron la comunicación y organización entre todas las unidades y con otras universidades.
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El 7 de abril se inician manifestaciones y paros en diversas facultades en protesta por la modificación del artículo 15 del reglamento del Tribunal Universitario, el cual busca sancionar “actividades vandálicas”, con la expulsión directa. Los estudiantes consideraron que era un acto en contra de la libertad de expresión, además de criticar la falta de consulta y la ambigüedad del mismo. Unos días después las autoridades echarían abajo el citado artículo 15.
Los paros estudiantiles fueron diversos, en duración, participación y resultados. Por ejemplo, en el caso de la Facultad de Arquitectura, se logró la creación de una comisión revisora para mejorar las cafeterías y la barra de alimentos.
Dos semanas después, nuevamente varias unidades académicas detuvieron actividades, denominándoles “paro cultural”, entre sus exigencias están las mejoras en los comedores y con precios accesibles, y la libertad de manifestación en los espacios universitarios. La comunidad del CCH Sur, desde el 7 de abril, se había ido a paro por el abuso sexual a una estudianta dentro de sus instalaciones.
Respecto a la demanda de mejora en la calidad de los comedores y con precios accesibles, el 11 de mayo, las autoridades de la UNAM anunciaron una reasignación de recursos, haciendo “un esfuerzo extraordinario”, para complementar el apoyo a los comedores.
Las diversas expresiones de inconformidad no han cesado, y algunas Facultades aun continúan en paro; si bien las demandas señaladas son comunes, en cada una de las unidades académicas se han integrado otras más concretas. Ejemplo de ello es Psicología, que hasta la semana pasada estaba en paro y aun hoy continúan las mesas de diálogo. Entre las demandas están: transparencia en la gestión de los recursos de la Facultad, mejoramiento de los alimentos (tipo, calidad, precio, sanidad), mantenimiento de las instalaciones e infraestructura, mejorar el funcionamiento de la programación escolar, evaluación del personal docente y medidas para su asignación, seguimiento de casos de violencia de género y acciones de prevención, mejoramiento y diversidad de la oferta cultural.
Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX). El día 23 de abril se inician las expresiones de inconformidad estudiantiles, ocasionada por la difusión de un audio en el que el rector expresa que si su candidata no ganaba “dejaría las arcas universitarias vacías”. En febrero el Consejo Universitario (CU) había emitido la convocatoria para la elección del rector/a para el periodo 2025-2029, la designación se hace a través del CU, sus integrantes consultan a sus representados y con base en ello emiten su voto ante la Comisión Especial Electoral; la composición del CU es de 47 estudiantes, 31 directores, 23 académicos, los votos de cada asociación sindical, un secretario y uno más del presidente del CU (que es el rector en funciones). El número de estudiantes en 2024 es de 96,007. Se registraron 9 candidatos y a Comisión solo aceptó a 5.
Durante el mes de marzo y la primera quincena de abril se presentaron diversas anomalías en el proceso, auspiciadas por la Comisión Especial Electoral, la misma selección de los candidatos fue impugnada por favorecer a la candidata oficial, e incluso ésta, en la campaña realizó acciones de intimidación ante expresiones estudiantiles que le criticaban.
Si bien el 23 de abril la Asamblea Universitaria exigió la anulación del proceso electoral, es hasta una semana después cuando inicia el paro en la Facultad de Humanidades y posteriormente, día a día, se irán incorporando las demás unidades académicas, hasta paralizar prácticamente todos los campus de la UAEMEX. Los hechos se precipitan: entre el 10 y el 13 de mayo se da el retiro de la candidata oficial, se pospone el proceso electoral, renuncia del rector en funciones, se nombra un “encargado de despacho de rectoría” (cargo inexistente en la legislación).
Si bien las demandas centrales fueron la anulación del proceso electoral y la renuncia del rector, desde el inicio se incorporaron también: voto universal para la elección, gratuidad de la educación universitaria y erradicación de la violencia de género. En el trayecto del movimiento, aun existente, se incorporarán otras demandas como son implementación de comedores comunitarios subsidiados, auditoría a las finanzas, mayor seguridad y atención psicológica a la comunidad, mejores instalaciones.
Las noticias de esta semana es que el “Encargado de Despacho” está recorriendo algunas Facultades y que el CU está abriendo la posibilidad del voto universal para la elección de la rectoría, aunque se señala un proceso de difusión de la legislación vigente, consulta para reforma de la legislación y … Asimismo, acordó un descuento del 10% a las cuotas escolares, a partir del mes de agosto (que se suma al otorgado en enero), y avanzar en la gratuidad. Sin embargo, el paro continúa, en algunas unidades se ha levantado, en tanto que en otras se ha vuelto a ratificar (p. e. Medicina, que el 2 de junio se fue al “paro parcial indefinido”).
El 30 de mayo un grupo de académicos forma una asamblea, con el objetivo constituirse en un foro deliberativo, que sirva para organizar actividades, prestar apoyo jurídico, así como moral al profesorado y al movimiento estudiantil. También busca contribuir al debate de la reforma estatutaria.
Una revisión de la información de las diversas formas de manifestación y organización muestran la existencia de un amplio descontento del estudiantado, las votaciones abiertas bien organizadas y con marchas multitudinarias, en las que han participado también padres de familia y personal jubilado. Uno de los aspectos que debemos subrayar es la manera en que se han integrado, en lo que han denominado como Enjambre Estudiantil Unificado, que es la asamblea interfacultades (entiendo que sería de voceros), que ha logrado constituirse en el representante legítimo del movimiento.
Consideraciones finales
El objetivo de este muy breve recuento es mostrar la existencia de un malestar de los jóvenes universitarios con sus condiciones de estudio y de su vida cotidiana en sus respectivas instituciones, incluyendo a la BUAP. Cuestiones básicas como son la programación académica, las instalaciones e infraestructura en buen estado, han sido descuidadas por las autoridades institucionales. Pero junto a ello destaca el descontento con la invisibilidad en la toma de decisiones, el autoritarismo y la violencia.
Las exigencias de democracia, de voto universal, de transparencia, de gratuidad de la educación, de atención a la alimentación y a la salud, a la seguridad de todo tipo, son demandas fundamentales, y que cuestionan a las autoridades institucionales, a las cúpulas burocráticas de cada una de ellas. Pero también evidencian la apatía o connivencia de otro actor centrales: los académicos, que no logran (o logramos) constituirse en sujetos activos, críticos.
En el caso de la BUAP, hoy, las autoridades institucionales consideran que han logrado saltar, eludir, el paro estudiantil, de sus reivindicaciones, y se preparan alegre y maquiavélicamente para la sucesión, con sus “renovadas” añejas prácticas, pero los retos que enfrenta la institución universitaria no podrán enfrentarse sin la participación activa y creativa de la comunidad estudiantil y de los hoy enmudecidos académicos y demás trabajadores administrativos y de servicios.
Nota: la información aquí mostrada se recabó de diversos medios de comunicación, entre ellos La Jornada (Nacional y del Edo. de México) y El Sol de Toluca; así como las páginas oficiales de la UAM y la UNAM. Aquí algunos links específicos, que se consultaron;
https://comunidad.psicologia.unam.mx/pliego/index.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_estudiantil_de_la_UAEM%C3%A9x_(2025)
https://www.facebook.com/asamblea.universitaria.uaemex