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28 Marzo 2024, Puebla, México.

Dos rivales en Teziutlán: el prototipo de las elecciones al mejor postor en Puebla

Política | Investigación | 4.ABR.2021

Dos rivales en Teziutlán: el prototipo de las elecciones al mejor postor en Puebla

Los dos han sabido recular cuando el atorón del poderoso los acerca a mirar el mundo tras la reja

Dos rivales que juegan con sus reglas

Toño Vázquez una vez más por el PAN, sin duda un sobreviviente del morenovallismo. Peredo Grau, el más saltarín de los chapulines, por Morena. Los dos son la prueba del valor que llega a tener un jefe político local en el funcionamiento del aparato de los partidos. Ambos son también la prueba del peso que llegan a tener los procesos locales en la configuración de las alianzas en las coyunturas electorales. Crecieron de la mano de los gobernadores y se reparten la baraja de Teziutlán con los oficios aprendidos con ellos. 

Como empresarios maquiladores, como empresarios constructores, como políticos que han controlado la vida pública de Teziutlán en los últimos quince años, Carlos Peredo Grau y Edgar Antonio Vázquez Hernández, los dos son operadores de las estructuras electorales desarrolladas en los últimos veinte años en una región poblana en la que se identifican muy bien los grupos de poder como explicación fundamental del comportamiento de los partidos políticos.

Son dos alcaldes inmobiliarios, la expresión local de la figura política estatal que llamamos “gobernadores inmobiliarios”. Y  lo decimos en el entendimiento de que el poder económico va de la mano del político: los negocios se cuecen aparte desde el control que da ser el gobernador del estado o el presidente del municipio, que controla licitaciones y adjudicaciones, que cambia usos del suelo y aprueba permisos de construcción, así que lo de menos será desarrollar fraccionamientos y plantar gasolineras, hoteles y plazas comerciales sobre barrancas rellenas con escombro, actas constitutivas de inmobiliarias y contratistas. Y siempre en el entendido de que no tendrán encima una contraloría que te ajuste las cuentas, siempre y cuando se las arregles para que tarde o temprano el poder benigno apruebe las cuentas públicas.

Y de que todo dependerá de la vinculación con el poderoso en turno: Carlos Peredo con Mario Marín en el 2004; Toño Vázquez con Rafael Moreno Valle en el 2009, entonces los vientos corren a favor. Pero en 2014 para Peredo y en 2019 para Vázquez, entonces todo fue chirriar de dientes y agacharse con el Señor Gobernador. Pero ambos juegan con una sabiduría adquirida: la fuerza política es un asunto de dinero y estructura, y eso también lo saben los que mandan arriba, llámense Marín, Moreno Valle o Barbosa. No valen los apellidos ni los padrinos si no tocas las puertas en los barrios, si no partes de que el poder es un asunto de toma y daca a la hora de plantar los votos. Cuánto pones, cuánto vales.

Nunca han jugado la alcaldía de Teziutlán en un mano a mano. Eso será en este 2021. Han derrotado, eso sí, a la mujer que representa al otro: Toño Vázquez a la esposa de Peredo Grau en el 2013, quien a su vez vence en el 2018 a la exalcalde de Xiutetelco, Corona Salazar, cercanísima al primero.

Pero los dos han sabido recular cuando el atorón del poderoso los acerca a mirar el mundo tras la reja: Peredo Grau con Moreno Valle en el 2014, acusado de malversar 21 millones de pesos del erario; Toño Vázquez en el 2019, sometido por Miguel Barbosa con la misma espada de la aprobación de la cuenta pública y la denuncia penal directa, la que parecería será la venganza del perseguido y huido Peredo Grau, venganza que nunca llegó.

Valen entonces las semblanzas de dos actores locales. Políticos, empresarios, operadores.

 

Toño Vázquez Hernández

 

 

Foto tomada de Milenio

 

Edgar Antonio Vázquez Hernández es un experto operador electoral, confirmado por una experiencia de al menos catorce campañas propias y ajenas entre 2006 y 2019. Ha sido, sin que quepa duda, el artífice del éxito de Rafael Moreno Valle en la región de Teziutlán. Diputado (2011-2014) y alcalde de Teziutlán (2014-2018) por la marca PAN, sufre en la era Barbosa el riesgo de ir a la cárcel acusado de peculado y enriquecimiento inexplicable.

De joven fue notificador del Seguro Social (IMSS) en la subdelegación del IMSS, y con el tiempo maquilador textil en un primer momento de su vida empresarial; a mediados de la década pasada apuesta por la política ligado en todo momento con un Rafael Moreno Valle en ascenso, ya convertido en panista. Toño Vázquez hoy es propietario del hotel Blue City, el más moderno de la ciudad de Teziutlán, y de una cadena de moteles denominados Cañaveral de Pasiones en la región serrana; es propietario de varias gasolineras a través de razones sociales como Blue Gas, S.A. de C.V., empresa constituida el 22 de noviembre de 2018 en la que participan algunos de sus funcionarios en el ayuntamiento 2014-2018. (e—consulta, 5/11/2019)

“Poco educado pero muy listo”, dicen de él sus amigos y rivales. Hijo fuera de matrimonio del empresario de origen español Antonio del Fuello. Según los informantes, en algún momento le pagaron con dinero el hecho de que se quitara el apellido; con el tiempo el padre quiso dárselo, pero parece que pudo más el orgullo del exitoso político.

Panista de la era Moreno Valle, su carrera está muy ligada al propio ascenso del fallecido político como senador y gobernador del estado. Fue una de sus fuentes de financiamiento en la elección del 2010. Muy ligado al clero católico, Toño Vázquez acompañó sus campañas del brazo del obispo de Papantla: misas en inauguraciones de ferias y obras, padrinazgos de quince años, matrimonios y fiestas patronales. “Nada más con 500 quince años se hizo de 500 compadres”, dicen quienes describen lo que el propio Toño Vázquez denomina “el corredor azul”.

Su carrera política está repleta de acusaciones de todo tipo en la prensa: por despojos, defraudación, evasión fiscal, lavado de dinero, vínculos con narcos y enriquecimiento inexplicable. De todas ha sobrevivido. Y a las últimas, las provenientes del propio ayuntamiento que preside su rival Carlos Peredo Grau, por “peculado y desvío de recursos públicos en contra del ex presidente municipal Edgar Antonio Vázquez Hernández y algunos de los que fueron sus funcionarios como la tesorera Alejandra Gallegos Díaz, la contralora Leticia Viveros Hernández, y el director general y la directora administrativa del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable, René Salazar García e Ivonne del Carmen Campos Camacho, por un monto global que supera los 10 millones de pesos”,  se suman las que revelan moches pagados por contratistas a funcionarios y familiares del exalcalde documentadas por el periodista Rodolfo Ruiz. (e-consulta, 5 de noviembre de 2019).

A lo largo de los últimos doce años, Toño Vázquez ha financiado una lista larga de campañas políticas. Cuatro lo involucran personalmente, dos a la diputación local –una perdida (2007), otra ganada (2010)–, una a la diputación federal –perdida (2012)– y una ganada, a la alcaldía de Teziutlán en 2013, en la que obtuvo el histórico número de 21,915 votos; apoyó dos campañas de Moreno Valle, en 2006 para senador, y en 2010 para la gobernatura; financió en Teziutlán la presidencial de Josefina Vázquez Mota en 2012; respaldó en 2105 al neopanista Juan Pablo Piña, y ayudó así a obtener otros históricos 50,664 votos para el PAN en el distrito; hizo lo propio en el 2016 para el candidato de Moreno Vale, Tony Gali. Y en tres ocasiones las campañas de Corona Salazar a la alcaldía de Xiutetelco (2013), a la diputación local (2010) y a la alcaldía de Teziutlán en 2018, cuando también operó para Martha Érika Alonso.

Pueden contarse más campañas en la carrera de operador de Toño Vázquez si se toma como ejemplo lo ocurrido en la elección municipal en los años 2010 y 2013 en el municipio de San José Acateno, en el extremo norte del distrito teziuteco, fronterizo con Veracruz: Nahúm González Méndez y Julio César Cabañas Méndez, alcaldes apoyados por Vázquez, involucrados ambos en el fraude electoral en el consejo distrital ocurrido en el 2013 en ese ayuntamiento, cuando el Instituto Electoral de Estado revirtió el triunfo del candidato opositor a la alianza morenovallista.

Se le reconocen las obras de pavimentación en las colonias populares. O el hospital con marca Moreno Valle. Algunas de sus obras –el puente de acceso al centro de la ciudad, por ejemplo, o el proyecto de modernización de la plaza principal, con la construcción de un centro comercial bajo la plaza o la remodelación del Centro Escolar Ávila Camacho— movilizaron en su contra a grupos diversos de ciudadanos. No pudo desbaratar la plaza pero sí logró construir un segundo piso de 66 millones de pesos, reconocido por el vulgo teziuteco como “un perfecto homenaje a la estupidez”. Otros cuestionamientos que se le han hecho: la privatización del sistema de limpia a la empresa RESA, y el despido de más de 200 empleados municipales en el 2014.

A su manera, entonces, Toño Vázquez logró construir con el paso del tiempo una red electoral en el distrito de Teziutlán, con vínculos estrechos con grupos de poder local ligados al PRI y que por su vía pactaron con Moreno Valle, como las familias Martínez y de la Rosa en Hueytamalco, con negocios en las industrias agropecuarias y textiles. Encontró así aliados varios: la familia De la Rosa, maquiladores en Hueytamalco, propietarios de la empresa Confecciones de la Rosa ubicada en la cabecera municipal, el mayor poder económico en la región.  Una ex priista, Corona Salazar Álvarez, vinculada a las prepas del estado, alcalde de Xiutetelco y diputada local 2013-18, quien perdería como candidata panista la elección municipal de Teziutlán; Alejandro Viveros Macip, con quien controlaría la estructura local del PAN, Lucio Morales Cano, exalcalde de Xiutetelco y cuñado de Corona Salazar; Nahúm González Méndez, exalcalde de San José Acateno, cabeza del fraude en ese municipio en el 2013. Otros apoyos que explican la red local de Toño Vázquez los encontró en los profesores del sistema de bachilleratos públicos: la propia Corona Salazar  y Gerardo Castañeda Zedillo, supervisor de bachilleratos generales oficiales y preparatorias abiertas en la zona 07 Teziutlán, así como el priista Gabriel Reyes Cardoso, propietario de la Universidad de Puebla (UniPue) y del Instituto de Estudios Superiores de la Sierra, y Álvaro Álvarez Barragán, director general de Apoyo a la Educación Superior en el gobierno de Moreno Valle.

 

 

Carlos Peredo Grau

Este empresario constructor ha sido el principal financiero y operador del PRI en los años del descalabro del que fuera inexpugnable partido. Si algún camaleón hay en la Perla de la Sierra, es quien ha sido tres veces alcalde de Teziutlán, dos por el PRI, 2005-2008 y 2011-2014, y una por el partido membrete del morenovallismo Compromiso por Puebla, 2018-2021. En su acomodo entra también a últimas fechas su abierta alianza con el régimen de Luis Miguel Barbosa.

Empresario de la industria de la confección en sus orígenes, con unas importantes empresas de lavado de mezclilla (Xoloco y CAVI), con el paso de los años se ha convertido en el más importante desarrollador inmobiliario de Teziutlán. Se le identifican al menos tres empresas del ramo: Vivienda y Desarrollo de Teziutlán S.A de C.V, Futura de Oriente y Promotora Bosque de Niebla. Pero la cuenta de sus propiedades es larga: fraccionamientos Los Encinos, Bosques del Sur, La Mesilla, La Moraleda, el multifamiliar La Palma, Casas Futura, La Cofradía, La Cholita. Ha incursionado en desarrollos comerciales, con Plaza Cristal-Chedraui (construida en 2004) y con El Edén, que alberga el Centro de Convenciones y Plaza Comercial Cinépolis. Ha diversificado sus negocios hacia el sistema de salud con la llamada Policlínica, un centro donde en 2017 invirtió al menos 12 millones de pesos en la modernización de sus servicios hospitalarios. Una idea de la fuerza económica y política alcanzada por este político-constructor la encontramos en la inauguración el 6 de julio de 2012, y por el mismo –hoy encarcelado– gobernador Javier Duarte, de las primeras cien de un proyecto de 1,500 casas conocido como “Petrópolis”, en Tuxpan, que se suman a la inversión en la Plaza Comercial Chedraui en ese mismo puerto veracruzano, todo ello propiedad de quien entonces ocupaba por segunda ocasión la alcaldía teziuteca. Todo un emprendedor que ha dejado atrás –en poder de capital– a las más rancias familias serranas.

Se le reconoce su personalidad “encantadora” –tal es el término utilizado por los teziutecos que nos informan–. Y así, en su trayectoria política ha sabido calibrar la fuerza y el rumbo de los vientos. Dos veces presidente municipal por el PRI, su carrera pública la inició como tesorero en el segundo gobierno municipal del panista Jesús Macip en los años noventa, quien de hecho sería encarcelado por aquel gobernador, acusado de despelucar el erario. Años después, apostó por Mario Marín en la elección estatal del 2004, cuando ganó por primera vez la alcaldía, y logró repetir en la elección del 2010, justo en el ascenso del morenovallismo al poder en el estado. Acusado y perseguido en su momento por el propio Moreno Valle por daño patrimonial al Ayuntamiento de Teziutlán –tuvo que solicitar licencia y huir del país en octubre del 2013–, en enero del 2014 el Congreso del Estado aprobó el Inicio de Procedimiento Administrativo de Determinación de Responsabilidades. Cuando aún era alcalde con licencia, el Congreso aprobó el procedimiento en su contra, debido a que la cuenta pública del 15 de febrero al 31 de diciembre de 2011 tuvo observaciones por 21 millones 423 mil 261 pesos. Versiones periodísticas refirieron que a Peredo Grau se le inició el procedimiento debido a que no negoció posiciones con su sucesor, Antonio Vázquez Hernández. Sin embargo, las notas del momento abundan en la relación de negocios ligados a la compra de terrenos con recursos municipales y su apropiación por la vía de sus constructoras Vivienda y Desarrollo de Teziutlán, Futura de Oriente y Bosques de Niebla. Una idea de que la fuerza del Estado le caía encima fue el reportaje en Televisa “Un alcalde corrupto”, en el programa Punto de Partida, en mayo de 2013, que documentó la apropiación ilegal de tres mil metros donados por el ayuntamiento a la BUAP, exención ilegal y manipulación catastral en el pago de impuestos prediales, conexión ilegal a la red de agua potable y drenaje, con quebrantos de más de 9 millones de pesos, adquisición de bienes inmuebles, permisos y licencias de construcción. En esa elección municipal, Peredo Grau postuló a su esposa Angélica Hernández como candidata a presidenta municipal de Teziutlán por el PRI, pero fue derrotada precisamente por Toño Vázquez.

Carlos Peredo Prau regresó a fines del 2014 a Teziutlán, con un muy posible acuerdo con Rafael Moreno Valle. Si hasta ese año era el principal financiador del PRI en Teziutlán, muy pronto se dejó llevar por los aires del morenovallismo: se presentó como candidato por el partido Compromiso por Puebla, derrotó a la candidata panista Corona Salazar, al tiempo que jugó abiertamente por la candidata Martha Érika Alonso. Pasó de su apuesta por Marín en el 2004, al amor-odio con Moreno Valle entre 2014 y 2018, y a los brazos encantadores del morenismo barbosista en el 2019. (Gabriel Biestro, Twitter)

 

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