SUSCRIBETE

24 Abril 2024, Puebla, México.

Más allá de la elección en la BUAP: por un constituyente universitario / Carlos Figueroa Ibarra

Universidades /Sociedad | Opinión | 21.SEP.2021

Más allá de la elección en la BUAP: por un constituyente universitario / Carlos Figueroa Ibarra

Una agenda de transformación en la BUAP tendría como reto un eventual proceso constituyente

 

Cuando estas líneas se publiquen, habrá ocurrido la jornada electoral del 20 de septiembre en el que habrá sido electa como Rectora de la BUAP, la Dra. Lilia Cedillo. No habrá ninguna sorpresa porque está cantada su victoria dado que contó con el apoyo de las autoridades universitarias. El proceso electoral que concluyó este lunes fue la crónica de una victoria anunciada y siguió los cánones de la elección de rector en la BUAP desde hace treinta años. En este contexto cabe preguntarse si con esa aparentemente tersa elección, que ha sido cuestionada por ilegal e ilegítima, termina la problemática universitaria que se evidenció en la coyuntura electoral.

En anteriores entregas he mencionado lo que ya no puede durar y lo que debe cambiar en la BUAP. Y lo ocurrido ayer 20 de septiembre muestra que detrás de la aplastante victoria de la candidatura oficial, se esconde un profundo malestar que no se manifiesta abiertamente por muchas razones, entre otras por el miedo. El pasado 14 de septiembre fue celebrado un evento más del Foro Retos de la Nueva Agenda UniversitariaEl mismo se llamó Los estudiantes opinan y se mostraron los resultados de un sondeo hecho a los estudiantes de la BUAP. Como parte de una respuesta a los resultados del sondeo, el Dr. Francisco Vélez Pliego convocó a un nuevo ciclo de los coloquios del comité organizador de los foros de Retos que llevará el nombre Los Retos de un constituyente universitario.

El punto de partida para convocar a un constituyente universitario es el de que la arquitectura institucional tanto de orden académico como de gestión de la BUAP, muestra signos evidentes de agotamiento frente a los desafíos que representan los nuevos retos surgidos de las modificaciones auspiciadas por las nuevas políticas públicas. También de los nuevos paradigmas epistemológicos y metodológicos que imponen los ejercicios multidisciplinario, transdisciplinario e interdisciplinario desde una perspectiva de la complejidad, tanto en la ciencia básica como en la aplicada.

El constituyente universitario que tendría necesariamente que comenzar desde la base de la vida universitaria (academias, estudiantes, trabajadores administrativos), debería culminar en un Consejo Universitario constituido en órgano facultado para introducir las reformas legales e institucionales que la BUAP está urgida de realizar. Estas reformas tienen un primer ámbito en la organización académica de la institución en lo que se refiere a su modelo educativo y de investigación, las funciones de las unidades académicas y su papel en la vida universitaria, las modalidades de los programas educativos, el papel de las unidades regionales y las características de la internacionalización de la universidad.

Una segunda esfera de las reformas universitarias tendría que darse en las características que deben tener los órganos de conducción de la universidad a nivel general y en el espacio de las unidades académicas, así como en las modalidades de su elección. También en la gestión de las funciones sustantivas, administrativas y de servicios universitarios. Así mismo en la gestión del patrimonio cultural universitario; y en la transparencia y rendición de cuentas de los fondos federales y estaduales, de los recursos propios, la adquisición de bienes y servicios y desafectación de bienes muebles e inmuebles.

El Constituyente Universitario deberá revisar todo lo relativo al ingreso, permanencia y promoción del personal académico de la BUAP, la homologación del tabulador universitario, los sistemas de estímulos y recompensas a las funciones sustantivas de la universidad, los proyectos de innovación tecnológica y prestación de servicios universitarios y la regulación de las relaciones laborales. Finalmente, pero no menos importante, todo lo relativo a los derechos y obligaciones estudiantiles: la universalización y gratuidad de la educación superior, su ingreso, permanencia y egreso de la universidad, acceso a servicios universitarios que apoyan a su formación.

Obviamente la agenda de transformación antes mencionada tendría como reto un eventual proceso constituyente, que debería contar con la voluntad de las autoridades universitarias. Lo que en este artículo se hace es solamente divulgar la propuesta que hace un grupo de universitarios que ya tienen un diagnóstico y una plataforma programática para la BUAP. Esta propuesta va más allá de una coyuntura electoral, aunque ésta sea decisiva para elegir a una nueva administración que debería ser sensible a la transformación que la BUAP necesita.