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25 Abril 2024, Puebla, México.

CIDE: qué fácil es destruir instituciones

Gobierno /Cultura /Universidades | Opinión | 18.NOV.2021

CIDE: qué fácil es destruir instituciones

Toma años, décadas, construir instituciones. Toma muy poco destruirlas

(Ilustración: Adrián Pérez, revista Nexos)

 

Comunidad del CIDE pide a AMLO reconsidere recorte del 75%

Como historiador económico siempre es interesante observar eventos específicos que parecen representar casos emblemáticos para discernir lo que está ocurriendo y cuáles son las perspectivas hacia adelante. Justamente la historia nos permite, en ese laboratorio social, observar situaciones que marcan una política pública, un derrotero, una intención política que, unidos los puntos, muestran con claridad eventos que serán significativos en nuestra historia. Tal es el caso del ataque sistemático al Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), una centro dependiente del Conacyt, que ha construído a lo largo de los últimos treinta años un prestigio a nivel internacional y un orgullo de México. Desde fuera pero muy cercanamente, he acompañado el proceso de fortalecimiento del CIDE desde la época de Ernesto Zedillo, con Carlos Bazdresch como Director General, cuando se transformaron los planes y programas de estudio, se mejoró el personal académico y se restructuró administrativamente. A partir de entonces, con la sucesión de tres excelentes directores, Carlos Elizondo, Enrique Cabrero y Sergio López Ayllón, el desarrollo y consolidación del CIDE fue continuo: la incorporación gradual pero permanente de nuevos cuadros de académicos reconocidos, diseño e implementación de programas novedosos, como el de Derecho que marcó un antes y un después por su método de enseñanza, así como la investigación en todos los campos. Su casa editorial fue cobrando cada vez más prestigio y los egresados siguen sus estudios de posgrado en las mejores universidades o bien se incorporan al sector público o al privado. Para un joven, se volvió un objetivo lograr entrar a estudiar al CIDE. La mayor parte de las decisiones son ahora colegiadas, con participación no sólo de la comunidad interna sino también externa, para evitar problemas de “hoy por mí mañana por ti”. Muchos de los estudios teóricos y aplicados, de gran relevancia para nuestro país, desde distintas perspectivas, han sido fundamentales para la creación o fortalecimiento de instituciones (INAI, INE, Cofece…), la evaluación de políticas públicas (Rendición de cuentas, energía, medio ambiente, administración municipal), la creación de leyes (Ley de Ciencia y Tecnología, del Sistema Nacional Anticorrupción, del Sistema Nacional de Transparencia …), el desarrollo de estudios empíricos para mejorar nuestra democracia, para impulsar la igualdad de oportunidades, la protección social universal, la expansión de los derechos fundamentales, entre tantos otros resultados.

Algunos de los profesores más connotados también han sido formadores importantes de opinión y de crítica fundada a políticas públicas de diversos gobiernos (no sólo el actual), al desempeño de lo público, y siempre con propuestas. Su participación académica y en la vida pública, apoyando a muy diversas instituciones, han hecho del CIDE una de las instituciones académicas más activas en el debate público sobre una gran variedad de temas y con diversidad de enfoques. Y quizás por eso es el que más está sufriendo los embates del gobierno.

El acecho inició con la cancelación de los fideicomisos. Comenzó el estrangulamiento financiero y la grave reducción de la flexibilidad administrativa que diversos mecanismos, todos legales y transparentes, facilitaban la efectividad de la institución. La autoridad no paró allí. Ante el hostigamiento al director López Ayllón en meses recientes, éste prefirió renunciar y disminuir las tensiones que se habían hecho cada vez más evidentes.

Pero el nombramiento de José Romero T. como director interino, ex Director del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, ha acelerado la animadversión del gobierno en contra del CIDE y su comunidad. Siguiendo el discurso del presidente López Obrador de que los académicos son una clase privilegiada, las autoridades a través del director interino se han ensañado con la comunidad y ya han mostrado el propósito que realmente persiguen: destruir una institución de alto nivel, de gran rigor en lo que hace, pero también crítica al poder en turno. El director interino está descabezando las instancias fundamentales sin ninguna justificación más allá de que es un proceso ordinario de una “transición”, o bien por una “falta de confianza” o por actos de “rebeldía”. Primero fue Alejandro Madrazo, director de la sede de Aguascalientes, y este martes destituyó a la Secretaria Académica, Catherine Andrews (segunda en la jerarquía académica), y a la Directora de Evaluación, Celine González.

Está en puerta el nombramiento del nuevo Director por parte de la Asamblea de Asociados del CIDE, cuyos miembros son el Conacyt, la S. de Hacienda, la SEP, la S. de Economía, la S. de Energía, El Colegio de México, El Fondo de Cultura Económica y el Banco de México, y serán los responsables institucionales de lo que le ocurra al CIDE en adelante. Los dos únicos candidatos autopropuestos, ambos externos y sin cumplir cabalmente con los requisitos para ser director, son el propio director interino nombrado por Conacyt y Vidal Llerenas, un político de Morena sin antecedentes académicos suficientes. Nadie de la comunidad se quiso postular por la desconfianza y ambiente negativo que prevalece. Toca el turno a la Asamblea de Asociados decidir. Estoy conciente que la propuesta no pasará, pero no por ello dejo de hacerla: declarar desierto el nombramiento por carecer de candidatos idóneos para brindar confianza a la comunidad de que verdaderamente se quiere el mejor futuro de la institución. Sólo así habrá candidatos a la altura de la calidad del CIDE.

Toma años, décadas, construir instituciones. Toma muy poco destruirlas.

 

Enrique Cárdenas Sánchez

Universidad Iberoamericana de Puebla

Puebla contra la Corrupción y la Impunidad

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@ECardenasPuebla