diciembre 13, 2025, Puebla, México

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La denuncia contra el programa de estímulos en la BUAP y la alternativa posible / Editorial

Hay problemas añejos que año tras año encuentran la forma de dejarse para el siguiente. Tal es el caso del programa de Estímulos al Desempeño del Personal Docente en la BUAP, cuya dinámica se repite, por cierto, en la mayoría de los centros de educación superior en nuestro país dependientes del sector público.

La respuesta que la rectora Lilia Cedillo ha dado al nuevo reclamo de un sector de la comunidad académica de la univeridad pareciera indicar una ruta distinta a un problema que sin duda representa un tema estratégico para el país.

El problema de fondo que no se resuelve es muy claro: el de la inversión que la sociedad mexicana a través del gobierno federal está dispuesta a pagar por el desarrollo científico y tecnológico, es decir, el pago en salarios a la comunidad académica y científica de México. Desde hace más de veinte años el mecanismo que encontró el gobierno federal fue el de los programas de estímulos a los académicos e investigadores con los conocidos y aberrantes sistemas burocráticos resguardados en las siglas SNI y PRODEP, entre otros, que en la práctica se tradujo en el congelamiento del salario directo y en la generación de una muy negativa dinámica en las relaciones laborales dentro de la academia mexicana.

Por eso el problema se traslada de un año a otro y de una administración pública a otra. Hay que leer para entender esto, las cartas de reclamo dirigidas por académicos universitarios en las coyunturas de 2021 y 2022.

La carta dirigida a la rectora Lilia Cedillo el pasado 15 de febrero con la nueva denuncia contra la convocatoria Estímulos al Desempeño del Personal Docente (ESDEPED), reconstruye casi en los mismos términos las condiciones del conflicto que se describieron en la carta de reclamo al entonces rector Alfonso Esparza en marzo del 2021. Las cartas son largas, y ambas exponen con detalle el viacrucis que viven investigadores y docentes al cumplir con los expedientes de evaluación para lograr incrementar los ingresos que su trabajo produce.

 

CARTA A LA DOCTORA LILIA CEDILLO, RECTORA DE LA BUAP / 15 DE FEBRERO DE 2022

 

 

CARTA AL RECTOR ALFONSO ESPARZA ORTIZ  / 1 DE MARZO DE 2021

VER: Cuestionan programa de Estímulos al Desempeño del Personal Docente 2021 en la BUAP

 

La denuncia de los investigadores en el 2022: 

“La convocatoria a los Estímulos al Desempeño del Personal Docente (ESDEPED) es un instrumento de evaluación excluyente que viola la dignidad laboral y salarial de los profesores/as investigadores/as y resta dignidad a la gran labor que estos realizan en la universidad. Además, al igual que la convocatoria del año pasado, no muestra sensibilidad ante las condiciones laborales y de vida de docentes e investigadores en el contexto de la crisis sanitaria por la pandemia causada por el virus [SARS-CoV-2].”

 

El reclamo contra la convocatoria hecho en el 2021:

“La convocatoria a los Estímulos al Desempeño del Personal Docente 2021 (ESDEPED) no muestra sensibilidad ante las condiciones laborales y de vida de docentes e investigadores en el contexto de la crisis sanitaria por la pandemia causada por el virus [SARS-CoV-2]”

 

¿Qué propusieron los investigadores en el 2021?:

“Que la convocatoria 2022 respete la evaluación por certificación para los docentes investigadores que han optado por esa modalidad, hasta no haber una discusión amplia y satisfactoria con el concurso de toda la comunidad universitaria que ponga en la mesa de debate las razones para dar marcha atrás a esta modalidad, que tiene detrás deliberaciones y acuerdos alcanzados dentro de la universidad en torno a las duplicidades y multiplicación de acreditaciones de calidad de docencia, investigación y gestión académicas (PRODEP, SNI)”

¿Qué han propuesto para el 2022?

“Que la convocatoria 2022 respete la evaluación por certificación para los docentes investigadores que han optado por esa modalidad, hasta no haber una discusión amplia y satisfactoria con el concurso de toda la comunidad universitaria que ponga en la mesa de debate las razones para dar marcha atrás a esta modalidad, que tiene detrás deliberaciones y acuerdos alcanzados dentro de la universidad en torno a las duplicidades y multiplicación de acreditaciones de calidad de docencia, investigación y gestión académicas (PRODEP, SNI).”

¿Tiene sentido la repetición de este reclamo? Hasta donde podemos ver, sí, dada la respuesta de la propia rectora Lilia Cedillo esta misma semana: las autoridades federales, tras la gestión de la doctora Cedillo que siguió al reclamo de la carta del 15 de febrero, aceptaron respetar la modalidad de certificaciones vigentes, el reclamo inmediato y fundamental de los académicos que firmaron las cartas del 2021 y 2022. Es decir, que la Rectoría de la universidad pública poblana ha aceptado que los investigadores que tienen SNI, Perfil Prodep y están en un cuerpo académico tengan estímulos por certificación, sin tener que presentar los expedientes exigidos en la convocatoria.

¿Cambia este hecho en algo el conflicto de fondo? Al menos apunta a ello la postura de la propia rectora Lilia Cedillo en un comunicado de este día lunes 21 de febrero, en el que anuncia “una amplia discusión y análisis de este tema”:

“Conozco –ha escrito–el sentir de la comunidad docente de nuestra universidad respecto a la renovación del reglamenteo de ESDEPED y la tabla de factores que se evalúan, por lo que una vez que concluya el proceso 2022, convocaré a una amplia discusión y análisis sobre este tema, a fin de incorporar factores acordes al desempeño de los profesores e el nuevo contexto post-pandemia, y asegurar que el programa sea un sistema de evaluación ágil y versátil.”

Y ha ofrecido algo más que sí involucra un posicionamiento respecto del conflicto de fondo, el salarial:

“Expresaré ante la autoridad competente la imperante necesidad de incrementar los salarios reales de los trabajadores universitarios.”

Prometer no empobrece, dice la memoria popular. Como quiera, es la primera vez en décadas que encuentro que la autoridad de la universidad pública ponga el tema de los ingresos de los trabajadores universitarios como principal.