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19 Abril 2024, Puebla, México.

Tecnología en el mundo laboral. Nuevos trabajos que hace una década no existían / Carlos Rodríguez Giacintti

Economía /Mundo | Opinión | 30.ABR.2022

Tecnología en el mundo laboral. Nuevos trabajos que hace una década no existían / Carlos Rodríguez Giacintti

 

Desde la llegada de Internet han cambiado muchas cosas en nuestro día a día. Avances que permiten que tu lavadora y tu microondas estén conectados a la red, entre otros muchos, y hemos visto cómo nuestro estilo de vida ha sido modificado de forma positiva gracias a la tecnología. Sin embargo, esos cambios no solo se limitan a la esfera del hogar, las redes sociales han revolucionado el ámbito social, así como el Internet de las Cosas y otras tendencias también han hecho evolucionar el mundo laboral, el que ha incorporado nuevos puestos que responden a las nuevas necesidades de consumidores, clientes o productores. Hace una década, hablar de estos nuevos trabajos hubiera parecido como a hacer predicciones o a algo más bien futurista, pero hoy son una realidad. Pero, además, esos trabajos que no existían hace unos años, hoy son de las más demandados y los más buscadas en las bolsas de trabajo, porque la muy acelerada evolución tecnológica, en la llamada era digital, ha invadido prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo desde luego el ámbito laboral y es por ello por lo que han surgido nuevas necesidades sociales, así como también se han creado nuevos trabajos, mientras otros se extinguen.

La realidad es que hoy surgen profesiones vinculadas sobre todo al desarrollo tecnológico mientras que van a menos las tareas mecánicas realizadas por seres humanos. Redactar con máquina de escribir, buscar una cabina telefónica para realizar una llamada o revelar el negativo de una imagen fotográfica, actividades que hasta hace pocos años constituían los pilares del progreso tecnológico, en la actualidad han pasado a ser objetos de coleccionista. Nos hemos dado cuenta de que gran cantidad de empleos de oficina se pueden realizar desde la casa. Esto hace, por una parte, que la empresa tenga una reducción de costos, pero también abre la posibilidad de contratar a personas de cualquier parte del mundo; la competencia hoy es global. El punto es que la era digital ha cambiado no solo nuestra manera de vivir, sino también nuestras opciones laborales.

Las nuevas tecnologías están revolucionando las relaciones económicas, laborales y sociales desde hace años. Su influencia aumenta en prácticamente todos los sectores económicos al tiempo que se generan nuevas profesiones y se sustituyen otras. Las plataformas, aplicaciones y comercio online han creado un abanico de oportunidades que hace tan solo una década eran impensables. Con estos cambios, el mercado nos invita a la evolución así como a la búsqueda de nuevas ramas de conocimiento que se traducen en la creación de perfiles profesionales adaptados a la sociedad del siglo XXI. Estos son algunos de ellos: Community Manager (CM), Influencer, Analista de Big Data, Desarrollador de Apps, Experto en SEO (Search Engine Optimization), Experto en manejo de drones, Chief Millenial Officer (CMO), Desarrollador de juegos de realidad virtual, Hacker y muchos otros más.

Recientemente, con los problemas derivados de la pandemia del COVID19 hemos visto como la falta de “chips” ha afectado a varias industrias, particularmente a la automotriz, donde se han dejado de producir decenas de miles de autos por falta de esos microcomponentes. De igual manera hemos visto cómo se han afectado muchas cadenas de suministro a nivel mundial por la dependencia de mercancías en diferentes partes alrededor del mundo, las que no han podido ser desplazadas por la saturación de puertos o por la falta de mano de obra que pueda transportarlas. También hemos visto como, derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se ha afectado el suministro de combustibles en Europa y de diversas materias primas a nivel mundial.

Todo ello nos hace pensar en la globalización, en las influencias de que estamos sujetos hoy día y en dependencia que tenemos del resto del mundo. Aun así, vemos que en nuestro país todavía no hemos asimilado correctamente estas tendencias. La mayoría de las universidades y tecnológicos continúan ofreciendo las mismas carreras que hace veinte o treinta años. La estructura educativa pública en México continúa con esquemas esencialmente del último tercio del siglo pasado. No sólo la tecnología ha cambiado radicalmente al mundo y cómo hacemos hoy la mayoría de las cosas, también la velocidad de esos cambios se ha ido acelerando cada vez más. La premisa para nuestras instituciones de educación, ahora, no es únicamente modernizarse para poder surtir la demanda de empleos de esta nueva era tecnológica, sino crear profesionales capaces y capacitados, que sigan aprendiendo de manera continua y que puedan adaptarse rápidamente a los nuevos cambios que aun ni siquiera imaginamos, pero que seguro estaremos experimentando en pocos años. Para reflexionar.