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16 Septiembre 2024, Puebla, México.

Memoria personal del despotismo / Luis Soriano Peregrina

Justicia /Sociedad civil organizada | Crónica | 13.ABR.2023

Memoria personal del despotismo / Luis Soriano Peregrina

10/abril/2015: un antes y un después

 

De una vida de persecuciones con la fuerza del Estado a los motivos felices de mi activismo hoy

 

El viernes 10 de abril del 2015 desperté sin imaginar que pudo haber sido el último día de mi existencia o mi primer día como desaparecido o volverme un reo más en San Miguel. Ese día transcurrió con normalidad, cotidiano, ya no recuerdo si fui a dar clases o no, hice ejercicio, desayuné lo que mi régimen alimenticio me ordenaba para ese día, fui al despacho y después de revisar expedientes en los tribunales laborales, me estaba preparando para seguir repartiendo demandas de los trabajadores despedidos del gobierno a los diferentes despachos con quien me asocié, fui a comer a casa, estaba mi sobrino y jugamos un rato.

Ese 10 de abril aproximadamente a las 4 pm sonó por primera vez el timbre de la casa. Era una persona que dijo trabajar en la Secretaría de Hacienda federal, para entregarme un requerimiento de pago de un supuesto adeudo. Le dije que lo echara por debajo de la puerta y que lo atendería el día lunes; se fue sin dejar ningún documento. Minutos después volvió a sonar el timbre y en esa ocasión fue una persona que manifestó ser la delegada de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de Puebla para notificarme ahora un adeudo con Finanzas, le dije lo mismo que al anterior y esta persona fue muy insistente en que tenía que recibirlo personalmente, me parecía ya extraño lo que estaba sucediendo.

En esa época el gobierno de Rafael Moreno Valle estaba en su periodo de meter a la cárcel a todos los opositores de su gobierno. Ya había detenido a varios antes del 10 de abril y detuvo a varios después de esa fecha. Esto alertó a los activistas en el estado. Yo en mi inexperiencia pensé que a mi nada me sucedería, pero este extraño hecho de Finanzas me puso en alerta urgente: por lo que busqué al que era mi socio y le pedí fuera al domicilio para hablar con la persona y ver qué sucedía. Después de que llegó se montó un operativo en las inmediaciones del domicilio, era más que claro que el objetivo real era mi detención o así lo pensé en ese momento, siendo necesario buscar la forma de irme de Puebla y resguardarme en otro sitio. Mi primera opción Cherán, Michoacán.

 

10/abril/2015: un antes y un después | Luis Soriano Peregrina

 

Cherán en el 2015 se había vuelto un municipio autónomo de usos y costumbres que logró sacar tanto a los talamontes, a los partidos políticos y a toda delincuencia del municipio, constituyéndose como un gobierno comunitario y con quienes entablamos una formidable alianza, así que ese era el camino para resguardarme, pues estaba tranquilo que si Rafael Moreno Valle pretendía mandar a su policía judicial, íbamos a tener los medios, recursos y herramientas necesarias para contener esos ataques, incluso para que no ingresaran al municipio. Ya estaba pactado y hablado que llegaría a Cherán; el desarrollo de los hechos me fue llevando por otros caminos y terminé siendo beneficiario del mecanismo de protección de periodistas y defensores en riesgo, donde tuve oportunidad de deconstruirme de activista ciudadano a defensor de derechos humanos desde mi muy particular visión.

Por cierto, dentro de mi auto exilio tuve la oportunidad de ir a Cherán, pero ya no para refugiarme sino como visitante y ser testigo presencial de la alianza entre el colectivo de Ayotzinapa con el pueblo de Cherán. En aquellas épocas la situación era sumamente delicada, ya el resto de la historia es de muchos conocidos. Regresé a Puebla, seguí en el activismo, después me invitaron a ser Subsecretario de Derechos Humanos en el gobierno interino de seis meses para después ser despedido, difamado y perseguido por Luis Miguel Barbosa Huerta. Casi un año después tuve la oportunidad de ser Director de Programas Comunitarios y Magistrado representante del Ayuntamiento de Puebla y finalmente regresar al activismo desde nuestro colectivo de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos.

De aquel 10 de abril del 2015 al día de hoy han pasado muchas cosas buenas, malas y regulares. Lo cierto es que fue tan fuerte todo lo sucedido que hoy aún no logro recuperarme y ha sido muy difícil sobreponerme a mi situación emocionalpatrimonial y de salud física, pero la más complicada ha sido la salud mental, pues me detonó como nunca temas de ansiedad, depresión crónica, desórdenes alimenticios como el ser comedor compulsivo.

Y ante éste escenario, si para hacer escuchar la voz de aquellos que el poder pretende silenciar tuviera que pasar nuevamente por lo sucedido ese 10 de abril del 2015, sin duda lo volvería hacer, pero ahora sé que es necesario hacerlo asesorado y apoyado por personas que ya han estado en situaciones similares, buscando minimizar el sufrimiento de nuestros seres queridos, y mirar no tanto el conflicto con el Estado, que gracias a la más formidable psicóloga que he tenido y desde aquí le digo a Ale, “gracias mil gracias por todo”, pues mediante el Centro ProDH a través de ella fue parte fundamental para lograr salir adelante. Hoy me siento más fuerte para seguir en mi búsqueda de dignificar los derechos humanos, porque hoy soy alguien que ya lo perdió todo menos la dignidad, hoy soy más fuerte, más experimentado, más asentado que antes.

Nadie me preparó para enfrentar lo que nunca más podré recuperar y se trata de lo más íntimo de mi vida: la destrucción total de toda mi red de seguridad, mi entorno familiar, de amistad y patrimonial, pues nada será como lo era antes, prever que mi vida cambiaría radicalmente. Después del 10 de abril del 2015 me hubiera permitido enfrentar lo que sucedió, pues todo lo que fue dejó de existir y se me cayó a pedazos sin yo saber qué hacer para arreglarlo (si es que había forma de arreglar algo).

No ha sido nada fácil y déjenme decirles que la dignidad es algo que vale tanto, que para conservarla vale la pena perder todo lo material. Porque cuando pierdes la dignidad, pierdes incluso la esencia del por qué estamos en esta vida. Podríamos tener hoy millones de amigos, proyectos, pesos, propiedades, pero sin dignidad nada será suficiente para ser feliz.

Este 10 de abril del 2023 puedo decir que tengo grandes motivos por los cuales vivir y alegrías que me animan todos los días. Soy un activista que simpatiza con los derechos humanos, que hace proyectos, propuestas de construcción y prevención al respecto. Como abogado doy asesorías en materia laboral, así como productor y conductor de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos en nuestros propios programas en redes sociales como Facebook, YouTube, Tik Tok e Instagram, sin más patrimonio que mi familia, amistades, conocimientos y experiencia, hoy me hace feliz, estar tranquilo, disfrutar de un buen café y una buena conversación. Hoy no me llena más un reloj caro, una corbata de diseñador o una cartera abundante. Hoy soy una persona que es feliz con mucho menos, lo cual no significa que no pretenda seguir construyendo un nuevo patrimonio que le de paz y estabilidad a mi gente.

Este artículo lo escribe mi yo del presente para que lo lea mi yo del futuro y no pierda lo que, a veces el tiempo motiva perder, la memoria de nuestros fugaces pensamientos y también te lo escribo a ti que lo lees para decirte que si pretendes ser parte o iniciar un movimiento social contra el poder, te prepares antes y busques asesoramiento de lo que puede venir en el futuro y no te pase lo que a mí me pasó.

Te comparto a continuación nuestra video columna. Síguenos en todas nuestras redes sociales como @LuisSorianoVC.