Cultura /Ciudad | Gráfico | 25.AGO.2023

Talavera de la Luz alumbra el conocimiento histórico

Déjame que te cuente

Lienzos de los siglos XV, XVI y XVII reproducidos con una fidelidad asombrosa en talavera poblana. Tal es el esfuerzo que puede contemplarse en la galería particular del taller Talavera de la Luz en la ciudad de Puebla. Y por ellos la confirmación del valor de la cartografía para la historia de la humanidad. Puebla y la Ciudad de México, pero también Roma. Venecia, París, Ámsterdam y Constantinopla. El conocimiento del mundo que se despliega desde el renacimiento en una explosión de planos, paisajes y mapamundis del mundo entero, adivinado apenas en 1430 pero reproducido después en cartas de viaje con la precisión del navegante.

Desde los árabes, la función fundamental de los azulejos ha sido preservar la memoria de los pueblos, particularmente en la arquitectura. Pero de finales del siglo XV y particularmente a mediados del siglo XVI la producción de loza estannífera, implica en España, una revolución cultural y técnica que coincide con las nuevas costumbres de mesa y urbanidad; así como de la posibilidad en el esmalte estannífero de la decoración lineal y policroma. La vajilla da así sentido de pertenencia a las elites en la medida en que los escudos de armas, de las órdenes religiosas y las iniciales de las familias se pueden calcar y decorar fácilmente en la loza. Todo ello además justo en la etapa en que el Concilio de Trento permite la reproducción de las imágenes religiosas, sobre todo en azulejos. La loza estannífera compuesta de plomo y estaño, por un proceso de fusión y posterior enfriamiento, forman un cuerpo vítreo (vidriado o esmaltado), confiere a las piezas, además de impermeabilidad, enormes posibilidades decorativas, por lo que se abandona en Europa la moda musulmana, que requería del ahuecado para la incorporación del color; y se introduce la moda renacentista con una paleta policroma. Es decir, los azulejos eran utilizados con anterioridad en la decoración cerámica en España, como herencia de los árabes, pero los colores aplicados solían “chorrearse” o se mezclaban entre sí, por lo que las aplicaciones eran generalmente monocromas o requerían separarse ya sea por el procedimiento de “cuerda seca” o de “arista”.

La loza estannífera, en cambio, permite que prácticamente cualquier dibujo pueda reproducirse en un panel cerámico, con la ventaja de su uso exterior en edificios religiosos para promover la fe, más vistosos y con menos riesgos de conservación que otras técnicas; ni que decir de la sustitución en los altares de los manteles de tela por azulejos. La loza estannífera, con la aplicación decorativa de los óxidos colorantes directamente, sin necesidad de recurrir a grasas o matrices en relieve, implicó una revolución técnica, aplicada en el caso de España por vez primera por el maestro genovés Niculoso Pisano. Se denominó entonces “la loza de los pintores” que implicó, como lo indican Florence C. Lister y Robert H. Lister, la aplicación decorativa a pincel disolviendo los colores en agua; y por lo tanto cambios en los talleres para conseguir mejores fondos para los decoradores, así como para la selección, producción y procesamiento de los óxidos colorantes, entre más finos de mejor calidad.

Justamente a esta legendaria tradición pertenece el rescate de los planos antiguos de Talavera La Luz, con tal maestría en la ampliación de su tamaño original y en el uso de la paleta policroma por los pintores poblanos Julian García García, Loreto Merlo Guerra y Daniel Estrada Alonso, que han convertido los planos en verdaderas obras de arte, siguiendo la tradición renacentista. Este último artista en particular proviene de la familia Alonso cuyas piezas desde los años cuarenta eran de tal calidad que el taller de Uriarte pidió al artesano firmara sus tibores, hoy en exhibición en el Museo Amparo. Invitado por su tío, Daniel aprendió también en ese taller; una crisis personal lo condujo por otros rumbos, incluso a trabajar despachando gasolina, hasta que lo recuperó de nuevo Talavera de La Luz. Daniel hoy es sin duda un gran maestro.

Maestro Julián García García.

Maestro Loreto Merlo Guerra.

Maestro Daniel Estrada Alonso.

Son sus obras, desde luego, algo más que una copia, porque los colores sin el trabajo del fuego, no son los mismos que una vez horneados, lo que implica para los pintores, además de la destreza del trazo y del pincel, el conocimiento de memoria de los colores deseados una vez que pasen la prueba del fuego.

Estamos entonces ante una recuperación osada de la historia de la cartografía, que no le pide nada al conocido mural de Lisboa que se exhibe en el Museo Nacional del Azulejo en dicha ciudad. Los pintores contemporáneos de azulejos en Puebla, en particular los creadores de estos mapas monumentales, califican sin duda como unos de los mejores del mundo. Enhorabuena.

Presentamos un vistazo mínimo al enorme valor histórico contenido en la galería monumental de Talavera de la Luz: