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12 Mayo 2024, Puebla, México.

Otis: lo que calló y perdió el gobierno / Héctor Aguilar Camín

Gobierno /Naturaleza y sociedad | Opinión | 31.OCT.2023

Otis: lo que calló y perdió el gobierno / Héctor Aguilar Camín

Día con día

 

El gobierno calló los peligros de Otis. No dijo lo que sabía, no advirtió a la gente, no indujo la alerta en los medios.

A las 6 de la tarde del martes 24, hora de México, el Centro Nacional de Huracanes de Miami dijo que Otis era un huracán de categoría 5, “potencialmente catastrófico” al tocar tierra.

A esas horas, miembros de Protección Civil iban por calles y playas de Acapulco pidiendo con magnavoces, “de la manera más atenta”, cuidar a los ancianos y a los niños.

Pasadas las 8, el presidente López Obrador tuiteó un “atento aviso”, diciendo a los guerrerenses que tuvieran cuidado, que el huracán entraría a tierra entre 4 y 6 de la mañana (entró a las 12:30 de la noche).

A las 9, el centro de Miami dijo que Otis era “un escenario de pesadilla”.

A las 10, Acapulco estaba en jauja, los negocios, bares y restoranes abiertos, los hoteles tranquilos sin haber dicho a sus huéspedes nada sobre el riesgo.

(Estos datos y más en Raúl Trejo Delarbre @ciberfan, Sandra Romandía @Sandra_Romandia y Peniley Ramírez @penileyramirez).

El Presidente y el gobierno se fueron a dormir sin advertir a la gente ni activar protocolos de atención de desastres.

Si hubieran hecho las dos cosas no hubieran evitado un solo cristal roto por la furia de Otis, pero hubieran salvado vidas, movido gente a lugares seguros y le hubieran dado a los acapulqueños el recurso del miedo ante el peligro y la ventaja del conocimiento.

El gobierno hubiera amanecido al día siguiente cerca de la gente, al pie de los daños, útil frente al vacío social y la rapiña, claro ante las pérdidas, alerta frente a la inermidad, el dolor y las urgencias de la catástrofe.

Nada habría podido el gobierno contra la furia de Otis, pero habría empezado rápido a darle la cara a la tragedia y a unir a la nación en torno a ella.

La destrucción de Otis hubiera sido igual, pero el tamaño de la tragedia no, sería mucho menor, no me cabe duda, si hubiera tenido la acción preventiva del gobierno y la respuesta solidaria de la sociedad.

El gobierno calló y perdió todo eso.