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6 Diciembre 2023, Puebla, México.

Crecer leyendo a mujeres: crónica de un encuentro con Poniatowska y Lamas

Cultura | Crónica | 2.NOV.2023

Crecer leyendo a mujeres: crónica de un encuentro con Poniatowska y Lamas

Alisté el último libro que compré de Marta Lamas en mi maleta antes de irme a CDMX porque sabía que la vería junto con Poniatowska. Sin embargo, de Elena no llevé ninguno para firmar porque los tengo todos en Chignahuapan, guardados en alguna caja de cartón como parte de una mudanza que jamás se consolidó. Reflejo de mi vida que está regada en varias ciudades. Así como muchos otros que no compré de ella porque sobre todo la leí más en la biblioteca de la preparatoria, cuando era adolescente.

Hice cuenta de cuántos años tenía que no veía a Elena, casi 8 años, desde un homenaje que le hicieron en Puebla en octubre 2015. En el mundo feminista, constantemente se tiene una máxima, de intentar leer más a mujeres, como una sugerencia en un mundo cuyos liderazgos masculinos son los más visibles en prácticamente todo. Sin embargo, reflexioné que yo ya crecí leyendo literatura mayoritariamente de mujeres, eso me encantó.

Cuando le dije a Mónica Díaz de Rivera que había decidido estudiar Literatura y Filosofía en lugar de Derecho o Ciencias Políticas, tuvo a bien regalarme casi 100 libros que fueron mi guía durante toda la universidad, que mi mamá forró con mucho cuidado por lo longevos. Pero Mónica fue una de las personas que más me insistió en crear un mundo bajo otra mirada, el de las mujeres.

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El libro que más ha marcado mi vida se llama: "Las siete cabritas". Gracias a Elena conocí a los 15 años a Nahui Ollin, María Izquierdo, Rosario Castellanos, Elena Garro, Nellie Campobello y Pita Amor, yo no sabía que existían ni lo grandiosas que eran sus vidas. Los ojos de Nahui Ollin me quitaron toda la moralidad pueblerina y me enseñaron a amar los volcanes. Gracias al amor volcánico que tuvo hacia el Dr. Atl, cuyas pinturas conocí por primera vez en el MUNAL en alguna escuersión organizada por Mariana Revilla, mi profesora de historia de arte, quién fue mi mayor influencia para volverme feminista cuando tenía 15 años. Mi pasión por los volcanes no paró hasta que en 2019, subí el volcan Pacaya con mi mamá en Guatemala y vi la majestuosa lava a unos metros de mis pies que sintieron el calor de las piedras volcánicas, justo en la cima me acordé de Nahui Ollin.

Pita Amor me enseñó a abrazar mis contradicciones y debilidades. Soy una mujer que puede ser amiga de personas controversiales, incorrectas, pero cuando tienen una enorme personalidad me ganan. Y es que el patriarcado quiere borrar la posibilidad de ser de las mujeres, por eso tengo total debilidad por las mujeres que pueden llegar a ser muy cabronas, que simple y sencillamente son como les da la chingada gana ser.

5 poemas de Pita Amor - Zenda

Elena Garro fue uno de mis mayores descubrimientos. No la conocía. Me obsesioné con leerla, ver todas sus entrevistas y las de la Chata Paz, más tarde descubrí que nació en una casa muy hermosa que está en el parque “Colosio” justo en la misma manzana que Profética. Aún así Garro jamás se sintió poblana porque vivió toda su infancia en Guerrero, así como yo, que me siento más Serrana que poblana. Poniatowska en alguna entrevista mencionó que una vez Garro la hizo saltar una cerca y salir huyendo, después de poncharle las llantas a los autos de varios políticos que no querían conceder negociación a los campesinos. Decía que Garro podía usar un abrigo caro, hablar con gente muy importante, pero siempre defendía a los de abajo. Ahí comprendí que para que las cosas avancen nos necesitamos en todos lados.
Elena Garro y el reencuentro con los personajes de su pasado: contexto  histórico – La Lengua de Sor Juana

Después de leer "Leonora" mi vida no volvió a ser igual. Ahora cada vez que voy al Museo de Arte Moderno (MAM) la imagino entrar por la puerta regañando a todos los muchachos que la querían ayudar a bajar las escaleras. Esa anécdota me la contó un chico de la librería del MAM. Jamás pude volver a ver las pinturas de Marx Ernst de la misma manera. Lo ví en la Batliner Collection, en el Museo Albertina en Austria, de hecho ahí lo ví por primera vez en vivo, fuera de mis búsquedas por tumblr. Recuerdo sentir el placer confrontado con el enojo. Estaba por completo maravillada por el nivel de pinceladas de sus obras, pero al mismo tiempo diciéndome entre dientes, “¿Porqué lastimaste tanto a Leonora?”.

Comprar QUERIDO DIEGO, TE ABRAZA QUIELA. De PONIATOWSKA, Elena. - Buscalibre

Antes de amar por primera vez leí "Querido Diego, te abraza Quiela", ese fue mi primer acercamiento con Rusia y París, con la pasión desbordada de las mujeres. Cada vez que voy a Bellas Artes imagino a Angelina Beloff encontrándose con Diego en el lobby, es el final más trágico que he leído. Esa imagen me hace dudar mucho de la confianza, cuando me enfrento al amor, a veces me pregunto, ¿Me hará esta persona lo mismo que Diego a Beloff en Bellas Artes?.


La primera novela de la revolución que leí fue "Hasta no verte Jesús mío", y con ella aprendí a beber tequila. La revolución que yo conozco es la de Jesusa Palancares, la historia de las mujeres. Con ella entendí que lidiar con un mundo tan machista requeriría de mucha fortaleza y plomo de mi parte.

Con "Tinísima", Elena me presentó a Tina Modotti y aprendí fotografía. El tema que me apasionó durante toda mi licenciatura fue "la modernidad" y no hay una imagen que lo resuma mejor que la famosa fotografía de los postes de luz que Tina tomó en 1925. 

Martha Lamas Q&A Inspiring Women: autora de Dolor y política, sentir,  pensar y hablar desde el feminismo | News+Media

Marta llegó después, cuando yo tenía 17 años, cuando comencé a ser feminista. "Dolor y Política" ha resumido bastante bien mis encontrones con el feminismo y mis principales conflictos con la construcción. Llegó a mi vida en un momento de reflexión fuerte sobre mi militancia política. Comparto varios enojos y rabias con Marta Lamas. Si algo me enoja mucho de mi generación es no tener memoria histórica, algo muy diferente para las feministas de los 70’s pues para ese momento no había muchos referentes de mujeres que escribieran la vida de otras, por eso sabían de historia, porque tuvieron que investigarlas, escribirlas, salvarlas del pantano, el polvo y el olvido.

Mi generación en cambio tiene otras ventajas y desventajas. Muchas compañeras se vuelven feministas a través de ver carteles en instagram, mensajes en twitter o historiales virales en Facebook, su formación es escasa y altamente individual en la vida real, pero colectivo desde lo digital. Sin embargo han renunciado a militar en el feminismo como un ejercicio de transformación política y filosófica de nuestras vidas. Por eso yo, reconozco el trabajo de Lamas, sus aportes a la institucionalización del feminismo en México, a crear instituciones como GIRE: “Grupo de Información en Reproducción Elegida”, el ILSB: “Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir” y Fondo Semillas, que financia a muchas organizaciones locales y comunitarias.

Hoy que estuve con ellas no hablé de nada de esto, porque es algo muy mío. Me limité a hablar de Chignahuapan. Le dije a Elena que me había firmado el libro de “Las siete cabritas” en 2014 en un evento de la BUAP, pero que había escrito “Para Liz de Chignahuapan, Puebla lugar al que apenas fui, al velorio de una querida amiga”, casi me hace una historia arriba de su propio libro, me pareció simpático. Le dije también que recordaba que era amiga de un carnicero en mi pueblo, que incluso hay una placa de que fue a inaugurar su negocio. Me dijo que sí, que en Chignahuapan tiene un amigo carnicero y un amigo de una tlapalería. La nana de Poniatowska que le enseñó a hablar español era de Tomatlán, Zacatlán, pueblo vecino, en el que también tengo familia. Marta comentó que había estado haciendo trabajo de campo en Huauchinango hace ya varias décadas, que hacía frío y la neblina era muy densa. Sí, la Sierra Norte de Puebla tiene un paisaje muy de Rulfo, les dije, antes de inmortalizar nuestro encuentro con una foto.

Gracias a ambas, ya crecí en un México pensando y sentido desde las mujeres.