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7 Septiembre 2024, Puebla, México.

¡Ahí viene la lumbre!, una crónica gráfica/ Ana Mastretta Yanes y Elías Reyes

Naturaleza y sociedad | Crónica | 28.FEB.2024

¡Ahí viene la lumbre!, una crónica gráfica/ Ana Mastretta Yanes y Elías Reyes

Desde el CESDER conocemos la vulnerabilidad de la Sierra de Puebla al cambio climático, y trabajamos para contrarrestarlo en comunidad.

(Las imágenes que este texto acompaña fueron tomadas por Elías Reyes, estudiante del CESDER y por brigadistas de la comunidad del CESDER en Zautla.)

Conocer la Sierra de Puebla es encarar al cambio climático a flor de piel y a la catástrofe medioambiental, pues múltiples incendios forestales azotan los montes. Mientras escribo, el más severo ocurre en Ixtacamaxtitlán, donde el fuego ya ha cobrado vidas desde el 22 de febrero. El resto de la zona también está en alarma, en Zautla desde el 24 de febrero el CESDER combate un incendio.

 

 

 

El fuego comenzó el sábado en el cerro Cristo Rey, justo arriba de las instalaciones del CESDER, para el lunes 26 el humo coronaba al monte, consumiendo a su paso la vegetación en plena seca: encinos, pastizales, magueyes, etc. Voluntarios de las comunidades cercanas, integrantes del centro educativo, municipales y brigadistas han tratado de contenerlo mediante brechas cortafuego improvisadas.

 

 

Desde el comedor del CESDER el incendio se ve cerca, pero se requieren dos horas de caminata para poder llegar a la cima, donde el fuego enciende las cañadas y se acerca poco a poco. El peligro ocurre cuando los magueyes y troncos empiezan a rodar, y encienden monte abajo con pequeñas chispas.

 

 

Quienes no podemos subir nos ponemos a preparar tortas y agua para los compañeros y compañeras que arriesgan su vida. Ayudamos a los niños a hacer la tarea, nos reímos de algún chiste, comemos algunas de las tortas con cierto remordimiento. No dejamos de ver al monte, contemplamos el humo, escuchamos a los árboles tronar, olemos al bosque quemarse y si aguzamos la mirada vemos a alguien contenerlo. No me puedo ni imaginar lo que es estar allá arriba, entre el fuego.

 

Tratamos de asegurar las instalaciones, de preparar mangueras mientras cae la noche. En la oscuridad empiezan a bajar miembros del CESDER, brigadistas, voluntarios y policías, todos llenos de hollín y de espinas, con el fuego contenido, pero no apagado por completo. Les damos de cenar, calentamos muy bien las tortillas, los frijoles, el huevito.

 

 

Al día siguiente, el martes 27, la travesía continúa hasta apagar por completo los troncos que arden desde dentro. Después de horas de trabajo, el fuego quedó controlado, aquel que consumía las profundidades de gruesos árboles. Nos vamos a dormir con la tranquilidad de contener la lumbre.

 

 

 

Hoy, a miércoles 27 de febrero, el humo amenaza de nuevo. Más personas suben al cerro Cristo Rey, preparamos más agua, más tortas, se planean nuevas estrategias.

 

Desde el CESDER conocemos la vulnerabilidad de la Sierra de Puebla al cambio climático, y trabajamos para contrarrestarlo en comunidad. Estamos en solidaridad con Ixtacamaxtitlán, donde el fuego se extiende en cientos de hectáreas, y con demás comunidades donde la lumbre avanza. Queremos agradecer todo el apoyo que hemos recibido de personas voluntarias, brigadistas, municipales y miembros de nuestra comunidad educativa que subieron a enfrentar el fuego y proteger el bosque.