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7 Septiembre 2024, Puebla, México.

Drogadictos Anónimos: Encuentro 2, el respaldo de Rosendo Huesca (Tercera parte)

Salud y enfermedad /Sociedad civil organizada | Crónica | 8.JUL.2024

Drogadictos Anónimos: Encuentro 2, el respaldo de Rosendo Huesca (Tercera parte)

Una historia por compartir: la voluntad personal y la solidaridad de grupo

"El padre Vargas se resistió y Monseñor Huesca le dijo: Padre, recuerde que soy el arzobispo y yo soy el presidente de la Fundación Cáritas, tengo la última palabra."

 

Mundo Nuestro. Drogadictos Anónimos es una organización civil mexicana que enfrenta la realidad de la drogadicción con la fuerza de la voluntad personal y la solidaridad de grupo. Drogadictos Anónimos fue fundada en el año de 1983 en la ciudad de México por David Cervantes, tiene presencia en quince estados de la república mexicana, y trabaja en Puebla desde el año 1988 en dos grupos, Encvuentro 1 y Encuentro 2. Tiene representación en tres estados de la unión americana (Nueva York, Florida y Colorado). Encuentro 2 ocupa la sede principal al sur de la ciudad de Puebla (Balcones del Sur). Opera desde el año 2007 en su actual sede, cuyas nuevas instalaciones fueron inauguradas el pasado mes de mayo. Encuentro 1 trabaja en su sede en el Paseo de San Francisco. 54 es el número de usuarios que actualmente residen en la sede de Drogadictos Anónimos en Puebla. Doce personas trabajan de tiempo completo y como voluntarios. No reciben remuneración alguna. Todo es por vocación, afirma su dirigente responsable, Rolando Orozco Nakachi.

Drogadictos Anónimos, entonces, una organización que representa la fuerza positiva que puede llegar a tener la sociedad civil en nuestro país.

Rolando Orozco Nakachi, miembro del grupo dirigente a nivel nacional, da cuenta de esta historia en su tercera parte que compartimos en Mundo Nuestro.

Tercera parte

 

El respaldo de Rosendo Huesca

Testimonio de Rolando Orozco Nakachi

La donación del terreno para Encuentro 2

Estábamos en la  44 –dice Rolando--  y algo que tocó la vida del grupo Encuentro fue que el primer año los compañeros estuvieron a punto de desaparecer el grupo porque fuimos expulsados de la casa de la colonia Las Aves. Un día conocimos a Gabriel Benítez, en paz descanse, de la Fundación Juconi, que trabaja con niños de la calle en la ciudad de Puebla. Y él, con todos sus contactos internacionales y sus contactos locales, nos presentó al ingeniero Roberto Aguilar Lorea.  Él entones era miembro del patronato de Juconi. Ahora tiene 89 años, lo invitamos a la inauguración del nuevo edificio de Encuentro 2, pero no pudo ir  porque está muy malito de una pierna, pero fue su nieto. Todavía vive. Gabriel Benítez nos presentó a Roberto Aguilar Lorea y él conoce este sueño, conoce esta obra y de inmediato nos dona un terreno, el terreno que ocupamos en Encuentro 2. Era propiedad de él. Imagínese lo que significó para nosotros recibir ese espacio en el año 93.

 

La fachada del primer edificcio del grupo Encuentro 2, al sur de la ciudad de Puebla. CORTESÍA.

Encuentro 2, el edificio original. CORTESÍA.

 

¿Sabe cómo lo interpretamos nosotros?  Como, gracias, pero...  ¿qué lejos está esto?, ¿quién va a llegar hasta acá? La ciudad terminaba  en la 16 de septiembre y la 105. La avenida principal era la 3 sur, la avenida que conectaba al sur de la ciudad con el centro era la 3 sur, no existía el periférico, no existía la colonia  Granjas,  no existía nada de eso, si acaso se veía a lejos Santa Lucía y Constitución Mexicana.  O sea, nos mandaron a la última casa de Puebla del lado de la 5 sur.  Entonces sí estábamos emocionados, pero un poquito desmotivados al mismo tiempo por esa donación. Bueno, era la sensación de que te  mandan a la nada, a la tierra de nadie. A pesar de que lo estén regalando.

Ayer que estábamos en  la inauguración del nuevo edificio de Encuentro 2 era lo que les queríamos decir a la gente, pero la gente que no es de Puebla difícilmente entiende esto que le estoy diciendo en corto. Ven la casota  y dicen: “¡Oye, qué padre!”. Pero detrás de estas paredes imagínate este espacio hace 30 años no había nada, nada, nada de nada. Y la última casa, la última calle pavimentada  estaba a 5 km.

El terreno perteneció a una finca y una  ex hacienda que se llamaba San Diego Atoyatenco. En lo que era la hacienda hicieron casas de interés social; la finca era un espacio muy grande que todavía perteneció a un municipio de Tecali, hasta 86 u 88  que pasó a ser territorio de Puebla.

Pero al mismo tiempo sucedió algo muy, muy bonito que nos motivó.  Ganamos un concurso en la extinta Sedesol, un proyecto de coinversión social en el año 94.  Recuerdo la cantidad que ganamos 68,000 pesos, pero de los nuevos. Acababan de quitarle tres ceros al peso.

Así que estamos en marzo del 94. Ese año por los contactos de Gabriel Benítez, de fundación Juconi, conocimos a autoridades de las embajadas de Canadá y británica, que nos hicieron generosos donativos.  Uno de los 30,000 pesos que fue la Embajada de Canadá y la Embajada británica, 20,000, ya teníamos 108,000 pesos. En ese año, hablamos con el arzobispo Rosendo Huesca en paz descanse. Él fue por muchos años nuestro mentor.

 

Rosendo Huesca, arzobispo de Puebla, en la inauguración de la casa original de Encuentro 2.

 

Con Rosendo Huesca fue otra cosa. Le comento  todo esto porque en noviembre del 94, me tocó  tener esa entrevista con Rosendo Huesca. La cita fue a las 10:00 de la mañana. ¿Usted alguna vez fue a la oficina de Don Rosendo?  Él entraba por las 5 Oriente a Catedral.  Por ahí estaba la entrada de su oficina, pero para la gente entrábamos del lado del lado de la 2 Sur en el arzobispado, de modo que cuando llegaba, él podía ver quien estaba esperándolo. Yo llegué desde las 10. Y no llegaba y no  llegaba. Nos decían que no llegaba, y la gente se  desesperaba y se iba. Yo supe que llegó, pero llegó tarde, pero como imagínese cómo, cómo es el tema este de la obediencia.  A mí me habían mandado y me dijeron, “no te vayas de ahí hasta que te atiendan”, Y me decía la hermana Elvira, que también ya falleció, que fue su secretaria muchos años, joven, ya retírese, su  excelencia  no va a venir. Pues mira, a mí me dijeron que aquí esperara. ¿Y a qué horas era no? Pues a las 2. Yo espero hasta que se vayan. Era como 1: 50 y yo creo que llegó el señor y le dijeron a ese muchacho, lo está esperando desde las 10.  A ver pásale.  ¿De dónde vienes?  Paso a su despacho. ¿Qué haces aquí, mijo?  Su excelencia, me mandó Agustín Galán, vengo del Grupo Encuentro, me dijo que le mostrara estos documentos. Le mostré el proyecto de la casa.  Las fotos, el proyecto, lo que teníamos, el recurso de sedesol, el apoyo de las embajadas, pero el presupuesto equivale a tanto más.  Lo tengo presente, 35,000  de los nuevos pesos. Nosotros ya teníamos 108,000.  O sea, tenemos una parte considerable ya para poder comenzar. Don Rosendo  en el momento, dijo: Y bueno, no tengo dinero, pero sí te puedo ayudar en material de construcción en Cáritas. Él hizo una llamada al ingeniero Bauza y al padre Vargas, y  por lo que  escuché  la llamada, la que hizo en mi presencia.

El padre Vargas se resistió y Monseñor Huesca le dijo: “Padre, recuerde que soy el arzobispo y yo soy el presidente de la Fundación Cáritas, tengo la última palabra”.

Y autorizó 40000 pesos en material de construcción.  Eso debió de haber sido ahora debido el lunes 19 de diciembre de 1994, lo digo con la actitud, dos días antes de la devaluación. Esta entrevista con Rosendo, la debí haber tenido el 14 de diciembre, miércoles 14 de diciembre del  94 porque entre 15 y 16 recibimos las dos cartas que nos escribió en Rosendo para  llevarla a Bauza y al padre Vargas, que cuando se las llevamos ya se imaginan como estaban. ¿Cómo se imagina que estaban estos señores? Molestísimos. Entre el 15 y 16 de diciembre recibimos las cartas y  para el lunes que amanecimos con el tema de las devaluaciones comenzamos a querer hacer las compras. Y si los compramos, pero lo que íbamos a comprar con 40,000 pesos solamente alcanzó la mitad.

Por el tema de la devaluación y nuestro presupuesto queda de 300000 pesos, se disparó a un millón de pesos. Esta es la explicación de por qué nos tardamos siete años y  porque  por qué inauguramos hasta el 2001. O sea, cómo impactan los temas económicos, sociales, políticos en una entidad espiritual. 

Entonces, así fue como empezamos el 94 contra la corriente.  Contra la corriente, todos estaban en nuestra contra.  Le platicamos a don Rosendo este drama que estaba viviendo el proyecto. Y él nos extendió cartas de recomendación para ir a otras diócesis: Tulancingo, Xalapa, Tehuacán, Tula. Y gracias a eso ellos nos dejaron hacer, nos abrieron las puertas de estas diócesis, fíjese lo que no en Puebla, él nos decía, en Puebla es muy difícil. Pero seguramente en otros lados si los van a apoyar.  Y de todas estas diócesis hicimos colectas para recaudar fondos para la obra.

 

El edificio de Encuentro 1, en la  zona de San Francisco, en el centro de la ciudad de Puebla.

CONTINUARÁ: CUARTA PARTE "ENTRE LA AUTOSUSTENTABILIDAD Y LOS DONATIVOS"