Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. Papa Francisco, encíclica Laudato Sí.
Sorpresivamente el día de ayer nos enteramos de la muerte de Jorge Mario Bergoglio, convertido como papa Francisco en honor a San Francisco de Asís, reconocido por su humildad y su apego a la naturaleza y a sus creaturas. Francisco llegó al pontificado precedido por dos papas conservadores y anticomunistas: Karol Wojktyla (Juan Pablo II) y Joseph A, Ratzinger, (Benedicto XVI). Todavía está fresca en la memoria de muchas persona, cuando Juan Pablo II expulsó a divinis en 1984, al poeta y sacerdote nicaragüense, Ernesto Cardenal por apoyar la Teología de la Liberación y al Frente Sandinista de Liberación Nacional y su gobierno.
Francisco murió entre dos fechas muy significativas y simbólicas, tanto para católicos y los no católicos: por una parte la Pascua-pasión, muerte y resurrección de Cristo-y el Día Mundial de la Madre Tierra (22 de Abril), nuestra Casa Común, decía el papa. Es precisamente en este sentido que debemos recordar que hace diez años, en mayo del 2015, el papa Francisco publicó y difundió una Carta/Encíclica que. en lo particular, me parece muy importante a la luz de lo que está sucediendo sobre la grave situación socioambiental de nuestra Tonanzin Tlalli, nuestra madre tierra.
La encíclica lleva por nombre Laudato Sí, el cuidado de la casa común. Es quizá, si no la única, encíclica que no está dirigida sólo a los feligreses de la iglesia católica, sino a todas y todos los seres humanos. La encíclica debería ser leída por las y los 1,400 millones de católicos que hay en el mundo, empezando por la jerarquía católica y los sacerdotes y también por las y los defensores, movimientos y colectivos socioambientales. Antes de ver algunos párrafos de la encíclica, me gustaría apuntar los siguiente. Francisco, como ya se ha dicho, ha sido el primer papa latinoamericano (continente de la esperanza, lo llamó Juan Pablo II) y fue el primer jesuita que llega a ser papa. Antes de ser papa y estar al frente de los jesuitas en Argentina y tras el golpe militar en aquel país, fue señalado de no haber protegido a dos sacerdotes que fueron secuestrados por los militares mientras trabajaban en algunos de los barrios más pobres del país. También se le acusó de que no hizo lo suficiente para oponerse o denunciar al brutal régimen militar que dejó decenas de miles de víctimas. En relación a los jesuitas torturados, se sabe que años más tarde, Bergoglio fue investigado por este caso y fue absuelto y exonerado.
La teología del pueblo
Un punto clave para entenderlo es la llamada La Teología del pueblo, que nació en Argentina a raíz del Concilio Vaticano II (1965-65), de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano de Medellín (1968) y Puebla (1979), y en particular, del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Para entender el sentido profundo de la Teología del pueblo, proponen sus seguidores que es necesario partir del contexto histórico, económico y político de América Latina, o bien, de la región o país en donde se encuentren. Plantean igualmente, analizar la histórica dependencia, económica, política, filosófica y teológica que se ha tenido de los centros del mundo (Estados Unidos y Europa); más allá de los paradigmas liberales y marxistas. (José Miguel Ángeles de León ¿Qué es la Teología del pueblo?). Esta corriente identifica al pueblo con los pobres, oprimidos, explotados y excluidos y los define sobre todo por su oposición dialéctica a las elites ilustradas (llamados anti-pueblo); primero la élite española y luego las élites criollas, dominantes en la sociedad y aliadas a la cultura moderna y al capitalismo imperialista. Los pobres y la opción preferencial por los pobres, es la espina dorsal de la llamada teología del pueblo y hacen un llamado a la acción (práxis) como punto de partida para construir una sociedad más justa e igualitaria. El reino de dios en la tierra. (Juan Carlos Scannone, S. J.)
Carta/ Encíclica Laudato Si/El cuidado de la casa común
En el primer capítulo de la encíclica, Contaminación, basura y cultura del descarte expone, el papa expone las siguientes tesis:
* Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras. Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse. A ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general. La tecnología…ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los problemas…
** Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos.
*** Sobre la grave crisis del agua en el mundo, Francisco escribió en la Laudato que ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza. El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes (las) enfermedades relacionadas con el agua…el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos.
**** La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control, pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica. La deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de la misma moneda que hipotecan el futuro.
En el capítulo V, Francisco se pregunta y pregunta a sus interlocutores: ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan? Lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá.
En esta encíclica el papa Francisco hace una ácida crítica al sistema capitalista, al afirmar que dicho sistema contribuye a la destrucción del medio ambiente y potencia la desigualdad social e incluye una frase sentencia que lo hizo intragable e indeseable entre oligarcas del mundo: Escribió el papa: El capitalismo mata, acompañada en el texto con otra frase lapidaria que plasmó en la encíclica, el dinero es el excremento del diablo.
En síntesis, la encíclica Laudato Sí es una crítica incisiva al sistema capitalista explotador y depredador de los bienes comunes de la naturaleza, que nos está orillando a la sexta extinción en el planeta. Sistema socioeconómico que han generado millones de pobres y excluidos en nuestro país y alrededor del mundo; dicho en sus palabras, este sistema inhumano, ha producido seres humanos descartables, desechables.
El Papa y los movimientos populares
En julio del 2015, hace 10 años, se reunieron en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, gobernada en aquel año por Evo Morales, más de 200 mil personas llegadas de un poco más de 30 países de los cinco continentes. En Bolivia se reunieron movimientos sociales del campo y la ciudad en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares con el papa Francisco, bajo el lema de las tres T: Tierra, Techo y Trabajo. En dicho encuentro, el papa mencionó que la concentración monopólica de los medios de comunicación social, que pretende imponer pautas alienantes de consumo y cierta uniformidad cultural, es otra de las formas que adopta el nuevo colonialismo. Digamos “NO”, entonces, a las viejas y nuevas formas de colonialismo. Digamos “SÍ” al encuentro entre pueblos y culturas. Más adelante añade: La casa común de todos nosotros está siendo saqueada, devastada, vejada impunemente. La cobardía en su defensa es un pecado grave. Y remataba su discurso señalando:
…quisiera decirles nuevamente: el futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las elites. Está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio… Y cada uno, repitámonos desde el corazón: ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez. Sigan con su lucha y, por favor, cuiden mucho a la madre tierra.
Francisco y las deudas públicas
Pero Francisco tuvo también palabras y fijó posturas acerca de otras problemáticas, como la deuda pública. En febrero del 2020 y a convocatoria de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, el vaticano organizó un seminario acerca de las deudas soberanas, en donde el papa Francisco dijo, no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables y continuó: es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas, (pero) no es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y la desesperación a poblaciones enteras … es necesario… encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso. El papa Francisco pidió el 24 de diciembre del año pasado al anunciar el jubileo 2025 (tiempo de renovación espiritual y gracia), condonar o al menos reducir notablemente la deuda de los países pobres y destinar un porcentaje del dinero utilizado en armamento para crear un fondo que ayude a combatir la pobreza y eliminar las condenas a muerte. Cuánto desprecio se tiene, a veces, hacia los más débiles, los marginados y los migrantes. (elDiario.es)
Francisco tuvo también palabras de aliento y esperanza sobre el sufriente pueblo migrante y acerca de la comunidad LGTByQ, y algo fundamental en la iglesia católica, el papa le abrió el paso, en esa vetusta, artrítica y conservadora institución que es el Vaticano, a las mujeres. Algo a lo que ningún papa se había atrevido.
En noviembre del 2023, el papa Francisco mencionó sobre el genocidio en Gaza lo siguiente: la situación que se vive en Gaza es un genocidio, y en diciembre del año pasado declaró: Ayer fueron bombardeados niños. Esto no es una guerra. Es una crueldad. Y con dolor, pienso en Gaza, en tanta crueldad, en los niños ametrallados, en los bombardeos de escuelas y hospitales. ¡Qué crueldad!.
Este era Jorge Mario Bergoglio/papa Francisco, tachado de comunista por unos, y como ejemplo tenemos al impresentable y pro fascista Javier Milei, quien publicó en su red (actual X) en 2018 lo siguiente: Dedicado a vos, zurdo hijo de puta que andás pregonando el comunismo por el mundo. Sos el representante del maligno en la casa de Dios. ¡Viva la libertad, carajo! Y calificado por integrantes de esa izquierda dogmática, sectaria y sola y sorda, que fue un papa socialdemócrata y pro capitalista.
Hasta siempre y que tengas un buen viaje papa Francisco, teólogo y defensor de los pobres y excluidos, de los marginados y oprimidos, de las y los condenados de la Tierra (Frantz Fanon, dixit), defensor de nuestra madre tierra; de nuestra causa común.
Sólo me resta despedirme con una frase de Francisco que es a la vez demanda, agenda y consigna, del pueblo trabajador del campo y la ciudad:
Tierra, techo y trabajo son derechos sagrados. Que nadie les quite esa convicción a ustedes, que nadie les robe esa esperanza, que nadie apague los sueños. (Bolivia, 2015). Si el pueblo pobre no se resigna, el pueblo se organiza, persevera en la construcción comunitaria cotidiana y a la vez lucha contra las estructuras de injusticia social, más tarde o más temprano, las cosas cambiarán para bien. (Encuentro del papa con los movimientos populares, Septiembre de 2024. Ninguna persona sin esperanza)