En el mundo totonaco los hombres florecen. Cuando los danzantes bailan en la fiesta del pueblo dicen que se convierten en flor, son la ofrenda, la flor de dios. Kxanatlama, kmaxanatlima kin kachikín, dicen. Y aquí no se baila para el turismo, aquí se baila para la comunidad y para el patrón del pueblo. Las imágenes fueron tomadas en el 2019 y 2013 durante la fiesta patronal de Kapuskan, lugar donde abundan las estrellas, o Zitlala, en la sierra norte de Puebla.

















