El presente texto busca puntualizar las vicisitudes de una institución tan importante para la educación, cultura y las artes en nuestro país, y muy particularmente de la Ciudad de Puebla, es una reelaboración de mi tesis de Maestría.
- Inicio y formación
El Presbítero José Antonio Ximénez de las Cuevas1 (1775-1829), preocupado por la población infantil desamparada y la juventud menesterosa y ociosa, desde el 30 de septiembre de 1796, inició la conformación la escuela de primeras letras, anexa al Seminario Conciliar Palafoxiano, cuestión que le valió como experiencia y antecedente para que el 25 de julio de 1813 pudiera fundar formal e independientemente del Seminario, la “Escuela de Primeras Letras y Dibujo”, que oficialmente ya había sido aprobada por el Virrey José de Iturrigaray en Cédula del 28 de Abril de 1812, con la advertencia de que se tendría que sostener con el apoyo económico de la gente rica de Puebla. Y para ello, se integró una “Junta de Caridad y Sociedad Patriótica para la Buena Educación de la Juventud”, con “25 socios, 13 eclesiásticos y 12 seculares”. Esta escuela se ubicó desde sus inicios en la “Casa de las Bóvedas”, de la actual calle de Palafox y Mendoza, No. 406, una construcción que corresponde al S. XVII2.
Al mismo tiempo de que se abrió la “Escuela de Primeras Letras”, se creó la “Escuela Nocturna de Dibujo” y para ello se solicitó del apoyo de artistas que trabajaran gratuitamente en ella, y se formó la primera planta de profesores con: Salvador del Huerto; Lorenzo Zendejas, Manuel López Guerrero, Mariano Caro, José Julián Ordóñez, José Manzo, Juan Manuel Villafañe y Manuel Caro, que desde el 9 de diciembre de 1813 firmaron dicho compromiso. La buena acogida que tuvo el proyecto de José Antonio Ximénez de las Cuevas, por parte de personalidades eclesiásticas y laicas, hizo que autoridades como el Obispo Antonio Joaquín Pérez Martínez se propusiera costear los gastos mensuales de tres plazas (dibujo modelado, arquitectura y perspectiva) así como los premios para los alumnos más aventajados.
El gobierno reconoció la existencia de la Escuela como Academia de Artes, el 24 de mayo de 1824, por decreto del Congreso Constituyente, asignándole el nombre de “Academia para la Buena Educación de la Juventud” bajo el patrocinio de la “Junta de Caridad” y una suma de dinero para salarios de los profesores. Y en el año de 1826 se creó una escuela de primeras letras para niñas.
Para el 24 de junio de 1830, el Congreso del Estado autorizó, mediante decretó, una pensión de 1900 pesos anuales (para 1868 era ya de 250 mensuales, posiblemente 3000 pesos al mes)3, que se tomarían de los fondos públicos (Pérez de Salazar. pág. 131), para el apoyo de la Academia. Pensión que era raquítica, pero sobre todo su entrega era muy impuntual, al grado de retrasarse hasta por varios meses, tal y como lo hacen constar los diversos oficios de la Academia, dirigidos a la Tesorería del Estado, pidiendo su entrega. Incluso se sabe que existieron períodos de suspensión de dicho apoyo y que por ello el Estado autorizaba la organización de la lotería de la Academia.
Siendo gobernador del Estado de Puebla el Lic. Juan Múgica y Osorio, el Congreso del Estado acordó el 8 de febrero de 1849 (y se publicó el 5 de marzo del mismo año), la autorización de una rifa mensual (y un sorteo extraordinario anual), a favor de la Academia de Dibujo y Enseñanza de Primeras Letras, cediéndoles un fonde de tres mil pesos. Además, se aprobó, ampliar el campo de la enseñanza en los siguientes ramos: I. Estudio de yeso y del natural, II. Arquitectura civil y perspectiva, III. Modelación, IV. Pintura, V. Geometría aplicada a las artes, VI. Matemáticas. Y se acordó que el Museo del Estado quedara anexo a la academia, bajo la inmediata inspección de la junta, y que de los fondos de las rifas se invertiría lo necesario para su conservación y aumento. También se decretó que, en cuanto la junta contara con los fondos suficientes, se diera a la tarea de formar una galería de pintura y otra de estatuas, aumentara la biblioteca y promoviera exposiciones de arte con premios.

Placa de la Escuela de Bellas Artes de Puebla, colocada en la Casa de las Bóvedas, en Puebla, México.
https://www.wikiwand.com/es/articles/Casa_de_las_B%C3%B3vedas
- Consolidación
Para 1852 la Academia se consolidó con dos escuelas gratuitas de primeras letras, una para niños y otra para niñas, y una escuela nocturna para la enseñanza del dibujo y otra para de dibujo para niñas.
Lo que suponemos es que el asunto de las rifas ofreció suficientes ingresos a la Academia, al grado de que prestaba dinero a rédito bajo hipoteca de bienes raíces, y ello lo comprueba las diversas escritura y testamentos que se localizan en el Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Puebla, en la sección de Archivo de la Academia. Al respecto, en Pérez de Salazar encontramos, el “Apéndice 4” (Págs. 150-151), que es una relación minuciosa de los capitales y propiedades de la Academia de Bellas Artes.
También debemos aquí señalar que el 20 de marzo de 1861, la Academia de Bellas Artes le prestó al Sr. presidente de la República, Lic. Benito Juárez García, la cantidad de 60,000 pesos para la defensa de la Ciudad de Puebla ante la invasión francesa, bajo el acuerdo de que el edificio del Hospital de San Pedro pasara a formar parte del patrimonio de la Academia para que en él se creara la galería de pintura y el museo. Dicho acuerdo fue ratificado en marzo de 1861, en un comunicado al Gobierno del Estado de Puebla y en otro del 12 de junio del mismo al director de la Academia. Pero por lo que se sabe, nunca fue entregado dicho edificio, pese a los reclamos realizados por las autoridades de la Academia en distintos momentos.4
En 1825 Antonio María de la Rosa presidente del Congreso y socio fundador de dicha junta promovió una beca para que José Manzo realizara estudios en Europa. En 1827, Manzo, al volver de Europa trajo para la Academia una colección de grabados de la obra de Rembrandt y Rubens, así como de iconología.
El obispo Pérez y Martínez, aficionado a la pintura, y uno de los más grandes coleccionistas de obras de arte en Puebla, cedió parte de su acervo a la Academia. Para el 26 de diciembre de 1861, la Academia recibió del Gobierno del Estado 268 pinturas de distintos tamaños y procedencia, a consecuencia de la aplicación de las Leyes de Reforma de 1859:
| Cuadro 1. Inventario de pinturas sacras y su procedencia | |
| 13 del Convento de San Agustín | 33 del Convento de Belén |
| 33 del Obispado | 4 del Convento de San Antonio |
| 2 del Convento de San Pablo | 6 del Convento del Carmen |
| 7 de la Concordia | 8 del Monasterio de Santa Teresa |
| 67 del Monasterio de Santa Mónica | 21 del Monasterios de Santa Inés |
| 27 del Monasterio de la Santísima | 18 del Convento de Santo Domingo |
| 2 del Convento de San Lucas | 27 del Palacio de Gobierno |
| Fuente: Archivo Histórico UAP. Folder 14 de la Caja I. No. de Expediente 46, No. Ing. 7715. | |
Además, en dichos inventario5 se lee una nota que dice: “De las pinturas que constan en la lista que precede, escogió algunas para la escuela de Artes y Oficios de Méjico, C. Ministro Ignacio Ramírez, las llevó el C. Lic. Sánchez Solís; el recibo de ellas se le entregó al C. Presidente de la Junta Directiva de la Academia de educación y bellas artes de esta ciudad Alejandro Ruíz.”
Con las donaciones se creó el primer gabinete de arte. En 1926 la Academia y el museo de antigüedades fueron separados, trasladándose provisionalmente el museo al hospicio y finalmente a la casa del Alfeñique, donde el gobierno estableció el primer museo regional.
Otro filántropo de la Academia, Don José Mariano Bello donó a través de escritura testamentaria (del 22 de julio de 1942) su colección artística, disposición que ratificó su viuda Doña Guadalupe Grajales. Y para el 21 de marzo de 1944 se publicó un decreto por parte del XXXV Congreso Constitucional del Estado de Puebla, siendo Gobernador Gonzalo Bautista Ofarril, sobre la Ley Orgánica del Museo “José Luis Bello y González”, señalándose como una de sus funciones en el Artículo 2 inciso I: “Conservará las colecciones artísticas donadas a la Academia de Bellas Artes de Puebla por el Filántropo Don José Mariano Bello.”
El 1 de octubre de 1940 se publicó el Decreto del Congreso del Estado con fecha del 15 de septiembre del mismo año, en donde se crea la Ley Orgánica de la Academia de Bellas Artes, señalándose como objetivo en el Artículo 2o: “… la preparación gradual, eficiente y necesaria para el ejercicio de las artes plásticas y el dibujo como auxiliar de todas las artes y oficios que en la actualidad existen o que en lo sucesivo se implanten…”6
Entre las adquisiciones de la Academia, además de los bienes raíces y pinturas, se encuentran muebles, colecciones de estampas y litografías, esculturas en yeso, moldes, bustos, etc.7, e incluso el Códice original de Yanhuitlán, una colección de 45 medallas de bronce, una medalla de oro8 y un acervo bibliográfico para la formación de su biblioteca.9
Los directores de la Academia fueron: José Antonio Ximénez de las Cuevas; José Julián Ordóñez; José Manzo, Francisco Morales, Daniel Dávila, Mariano Centurión, Salvador Guevara, Facundo Ravelo, Ing. Serafín Monterde, Luis Arrioja Landa, José Miguel Sarmiento, Roberto A. Rojas, Jesús R. Fuentes y José Sánchez González.

Pasillo en planta alta, en donde aprecian las bóvedas de pañuelo y la cúpula octagonal, del pozo de la escalera.
Vicerrectoría de Extensión y Difusión se la Cultura. https://cultura.buap.mx/content/casa-de-la-boveda
- Problemáticas internas de la Academia
En el archivo Histórico de la U. A. P. se encuentras algunos documentos que evidencian la presencia de diversos problemas al interior de la Academia de Bellas Artes: a) documento fechado con 14 de Mayo de 1932, firmado por el Secretario General de Gobierno, Ing. Ruíz Arrioja Landa y Dirigido al Director de la Escuela de Bellas Artes, informa sobre la ratificación de la expulsión de los alumnos Jorge Rosales, Faustino Salazar, Jesús Domínguez y Álvaro Rojas, acordado por la Academia de Profesores. (A través de otra fuente nos enteramos de que los jóvenes expulsados habían formado parte de una planilla estudiantil opositora a la de la dirección de la Academia.) b) acta de Academia, firmada por nueve profesores (Miguel G. Ruíz, Ángel Márquez, José Márquez, Juan Castellanos, Octavio Tobar, José Sánchez G., etc.), con fecha del 7 de enero de 1936, en donde acuerdan realizar una selección de alumnos de nuevo ingreso a causa de la gran deserción que ocurre después de 4 o 5 meses de iniciados los cursos, invitando de preferencia a los obreros y artesanos, que son los que más beneficios obtienen en el estudio del arte. c) dos oficios: una de la federación estudiantil (con 12 firmas, Rafael Leonor, Porfirio Cuevas, María Eugenia Linares, etc.) y otro de los maestros de la Academia (12 firmas, José Márquez, Ángel Márquez, Juan Castellanos, Octavio Tobar, José Sánchez G., etc.), ambos fechados en el mes de agosto de 1950, el asunto, los estudiantes solicitan la renuncia del Director de la Academia por malversación de fondos y los profesores dan un voto de confianza e informan que ya se había dado parte al gobierno del Estado para que se procediera a la investigación.10 d) En opinión del articulista el Lic. Manuel Frías Olvera, leemos:
“… allá por el mes de febrero de 1941, se reunían semana a semana en la casa de los famosos hermanos pintores José y Ángel Márquez, con ellos, un grupo de estudiantes de dicha institución -se refiere a la Academia de Bellas Artes-, y quienes hacía tiempo venían fermentando un desasosiego, una inquietud persistente, porque comprendía la crasa inutilidad en que había caído la Academia en aquel tiempo ya que sus sistemas pedagógicos no habían evolucionado sino que se habían mantenido estancados dentro de los viejos moldes heredados del siglo pasado…”.11

IV. Segmentación y subsistencia
El día 6 de septiembre de 1973, fecha cercana al inicio del ciclo escolar, un grupo de estudiantes (algunos de la Academia y otros de la UAP) toman el edificio del Instituto de Artes Plásticas, protestando la deficiencia de la enseñanza y autonombrándose “Movimiento de Renovación Académica”. Acto que fue denunciado tanto por el director José Sánchez González, como por los profesores y alumnos del plantel quienes acusaron formalmente ante medios de comunicación y las autoridades correspondientes, a los “Comités de Lucha de la Universidad Autónoma de Puebla” 12 como principales responsables.
Como consecuencia de este enfrentamiento, la Academia de Bellas Artes de Puebla quedaba escindida en dos partes, por un lado, los bienes materiales (inmuebles, muebles, riqueza pictórica, litográfica, escultórica, bibliográfica, etc.) quedando a cargo de la UAP y por el otro, los profesores y alumnos, que tuvieron que migrar y buscar otro lugar para continuar con su actividad académica, ya que muy pocos alumnos se quedaron en lo que la UAP, creó en ese momento: Escuela Popular de Artes”.
El 26 de septiembre de 1973, el Consejo Universitario de la UAP integró a la Academia de Bellas Artes, nombrándola Escuela Popular de Artes. Y sólo quedando en proceso la negociación con el INBA sobre el resguardo del patrimonio de la Academia.
La Universidad Autónoma de Puebla creó en la antigua “Casa de las Bóvedas” la “Escuela Popular de Arte” con profesores invitados como los artistas Eduardo Garduño y Manuel Carballo, pero poco tiempo sobrevivió, ya que el 10 de agosto de 1974, la planta docente de la EPA dimitió masivamente. Posteriormente, se creó la “Pinacoteca Universitaria”, que también se quitó de ese recinto para ser ocupado, hasta la fecha, por oficinas administrativas de la “Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura”. El 8 de noviembre de 1982, el Gobernador de Puebla, Guillermo Jiménez Morales, sometió a la consideración del Congreso la:
“… Iniciativa de Decreto para que se autorice al Ejecutivo del Estado a donar gratuitamente a la Universidad Autónoma de Puebla la casa número 406 de la Avenida Maximino Ávila Camacho de esta Ciudad, para destinarla a la realización de los fines culturales que le son propios… ‘Casa de la Bóveda’ propiedad del Gobierno del Estado, constituye un monumento arquitectónico de la época colonial, en cuyo seno han florecido las más altas manifestaciones del arte y la cultura de Puebla… Que en dicho inmueble tuvieron albergue diversas Instituciones Culturales, tales como la “Academia de Primeras Letras y Dibujo”… y el “Instituto de Artes Plásticas del Estado”, que funcionó en ese lugar hasta el año de 1974… Que en la actualidad se encuentra instalada en la citada “Casa de la Bóveda”, la Galería Universitaria “José Antonio Jiménez de las Cuevas”, dependiente de la Universidad Autónoma de Puebla… Que en atención a los altos fines encomendados a la Universidad Autónoma de Puebla… se estima conveniente donar en forma gratuita a dicha Institución, el inmueble a que se ha hecho mérito.” 13
Para principios del ciclo escolar 73-74, la mayoría de los maestros y estudiantes del Instituto de Artes Plásticas del Estado pasó a ocupar los cuarterones de la 11 poniente 2314, mejor conocidos como “El Gallinero” (posiblemente fueron bodegas cubiertas de lámina), que el gobierno les proporcionó, con la promesa de que sólo sería por el tiempo necesario para realizar los trámites para recuperar su edificio (la Casa de las Bóvedas). Dicho tiempo se prolongó por cerca de seis años. En este periodo ocupó el cargo de director el profesor Ignacio Bravo Zacaula quien no realizó ninguna gestión a favor del Instituto, sino va a ser el maestro Fernando Ramírez Osorio quien encabece un movimiento estudiantil (con paros y marchas) para exigir al gobierno la solución de sus demandas (un edificio apropiado para la enseñanza, actualización de los programas y una Ley Orgánica acorde con los tiempos). Finalmente, este movimiento logró sus objetivos y el día 26 de Julio de 1979, pasaron a ocupar (por asalto) la construcción antigua del boulevard 5 de mayo No. 208 (espacio arquitectónico que a partir de 1849 sirvió de cuartel, y posteriormente bodega de la SEP). Para su llegada a este recinto, los maestros ya habían reestructurado los programas de estudio y presentado su propuesta de Ley Orgánica, bajo la coordinación e iniciativa del maestro Fernando Ramírez Osorio, quien fungirá como director de dicho plantel desde 1979 a febrero de 1988; año en que presentará su renuncia por una presión política ejercida por la grey católica poblana, que cuestionaba una “exposición sacrílega” de dos alumnas del Instituto, pero, sobre todo, por la falta de apoyo del Gobierno hacia sus instituciones laicas, a la libertad de expresión y al arte como manifestación esencial de lo humano.14
A partir de ese año cubrirá el puesto de director el profesor Emilio Morales Gómez, quien impulsará el cambio de giro profesional: de docentes a licenciados. Cambio que, al decir de los egresados, y maestros del Instituto, no ha sido del todo satisfactorio, ya que actualmente enfrentan grandes problemas, como: el de la titulación (el porcentaje es muy bajo), el de la imposibilidad de que sus egresados puedan seguir estudiando algún posgrado en instituciones de otros estados del país, y sobre todo, la migración de sus docentes (artistas renombrados) hacia instituciones (UDLA e IBERO) con mejores ingresos y prestaciones.

La Casa de las Bóvedas. Foto tomada de Poblanerías.com
Comentario final
Este recuento cronológico de acontecimiento, nos muestran los diversos pasajes de impulso y desasosiego que vivió la Academia de Bellas Artes en Puebla, en una sociedad sólidamente religiosa y criolla que marcaron su devenir de principio a fin, en donde los intereses religiosos, piadosos y políticos fueron el alma directriz de su existencia.
NOTAS
1. El presbítero Sr. Don José Antonio Ximénez de las Cuevas nació en San Andrés Chalchicomula, del obispado de Puebla, el 17 de enero de 1775 y murió el 25 de marzo de 1829. Hasta la edad de 21 años trabajó en el oficio de dorador en su tierra natal, a esa edad pasó a vivir a la ciudad de Puebla en la casa de un organista e inició sus estudios en el seminario, llegando a ser rector interino de su colegio, presidió 15 actos de filosofía y 47 de teología. Su interés por la educación de la niñez desamparada hizo que todo cuanto tenía y ganaba lo invirtiera en las escuelas por él creadas, al grado de andar harapiento y sin alimento en diversas ocasiones.
2. “La Casa de las Bóvedas”, fue construida en la segunda mitad del siglo XVII por el arquitecto Diego de la Sierra. El primer propietario fue el licenciado (presbítero, racionero, canónigo de la Catedral de Puebla) Diego Peláez Sánchez, quien muere en 1714, dejando la casa intestada y con una deuda al señor José de Rueda, quien pagó la deuda y reclamó la casa para su propiedad, al morir dejó la casa a sus dos hijas Rosa Rueda y Antonia Rueda. Rosa Rueda muere y deja en su testamento a las hermanas Ignacia y Rosalía Álvarez Corona (posiblemente primas maternas). En 1787, Ignacia Álvarez Corona otorgó la Casa de las Bóvedas, en testamento, a su sobrina María Gertrudis de Villanueva. En el año de 1813, fecha en que dicha casa es rentada por la “Real Junta de Caridad”, la casa era propiedad del Sr. José Carlos Munguía. Posiblemente una hermana de este personaje donó la casa a la Señora María Dolores Monterde de Rinewalt quien el 6 de agosto de 1840, vendió la Casa de las Bóvedas a la Real Junta de Caridad y Sociedad Patriótica” por 8500 pesos. Y el 8 de noviembre de 1982, el Gobernador Guillermo Jiménez Morales decretó la donación de dicha casa a la Universidad Autónoma de Puebla. (Información retomada de: GALI BOADELLA, Monserrat. “Casa de las Bóvedas”, Editado por el Gobierno del Estado de Puebla, el Instituto de Ciencias y Humanidades de la U.A.P. 1997. Págs. 5-11)
3. En el Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Puebla, en la Sección Academia de Bellas Artes, Caja 2 Folder 1, No de expediente 1 No. Ing. 7728. Es una carta-correspondencia: con la fecha del 4 de abril de 1868, firmado por el secretario de Gobierno Don Manuel M. Flores y dirigido a la Academia, en donde se anuncia el pago puntual de dicha cantidad.
4. En el Archivo Histórico de la UAP existe un documento que contiene toda una relatoría de las vicisitudes del problema firmado por el Profesor Juan R. Fuentes con fecha del 17 de enero de 1949 y dirigido al Sr. presidente de la República Lic. Miguel Alemán. Caja 2, Folder 8, No. de Expediente 10, No. 7737.
5. Archivo Histórico UAP. El original de dicha lista se encuentra”, en el Folder 14 de la Caja I. No. de Expediente 46, No. Ing. 7715.
6. Archivo Histórico UAP. Folder 8 caja 2, No. de Expediente 9, No. Ing. 7737.
7. En el Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Puebla, existe un documento manuscrito, sin fecha, en donde se hace un inventario pormenorizado de los bienes que posee la Academia en muebles y objetos menores. Caja 1, No. de Expediente 40, No. de Ing. 7709.
8. Caja 1, Expediente 44, No. 7713.
9. Al respecto, el Lic. en Historia Jaime Corona Montiel, realizó su tesis de licenciatura sobre “El Acervo de la Biblioteca de la Academia de B. A. en 1975, en donde se puede alcanzar a ver, tanto la magnitud, procedencia y calidad de las obras acumuladas, así como de las pérdidas y mutilaciones (de litografías) a las que fue sometido dicho material -”145 títulos no localizados”.
10. Archivo Histórico de la U.A.P. Caja I, No. de expedientes: 24-7706; 25-7706; 27-7706; 28-7706; 32-7706.
11. FRÍAS OLVERA, Manuel. “Magia y seducción del Barrio del Artista”. diario “El Sol de Puebla”, 6 de octubre de 1968.
12. Reportaje en “El Sol de Puebla” 9 de septiembre de 1973, pág. 2.
13. Dicho decreto se publicó en el “Periódico Oficial” el viernes 17 de diciembre de 1982, Tomo CCXXVII, No. 51. Archivo Municipal de Puebla.
14. Información retomada de la nota periodística de “El Sol de Puebla”, 14 y 15 de febrero de 1988.