Quise curar tu ausencia
como se cura un empacho,
con hojas de sauco
y tortilla de barro en mi pecho.
Quise protegerme de ti
como las embarazadas del eclipse,
con un alfiler para punzar el recuerdo
hasta que muera tu piel en mi piel.
Quise remediar la soledad
como mi madre sana los polluelos
con un hilo de totonoxtle en la garganta
para expulsar tu nombre.
Quise curar tu ausencia
con un huevo fresco untado en el cuerpo
para matar las ganas de verte otra vez.
Debe haber algún remedio tradicional
para mí que estoy enfermo de ti.
Poema de Manuel Espinosa Sainos