diciembre 13, 2025, Puebla, México

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Los contaminantes ambientales pueden alterar el comportamiento social / Revista Elementos BUAP

Carolina Miller Pérez, Martha León-Olea
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La neurociencia social es una rama de las neurociencias cognitivas. Las bases biológicas que condicionan nuestras actitudes y comportamientos tienen su origen en las interacciones entre el sistema nervioso, el sistema endocrino y la genética. El medio ambiente puede intervenir de manera significativa en estos tres sistemas modificando sus respuestas mediante la plasticidad, la adaptación y la epigenética.

     El estudio de las bases neurobiológicas (neuronales, neuroendocrinas, genéticas y ambientales) es esencial para comprender la complejidad del comportamiento humano y los principios fundamentales de las relaciones cerebro-conducta. La dominancia social, la agresión, las conductas afiliativas como el cuidado materno y las alianzas sociales (Wacker y Ludwig, 2012) tienen sustratos neurohormonales y fisiológicos diversos; por ejemplo, se ha demostrado que los niveles de serotonina y las hormonas oxitocina (OT) y vasopresina (VP) están relacionados. La oxitocina se considera un mediador neuroquímico prosocial, y la serotonina facilita conductas antisociales relacionadas con la interacción en ambientes adversos.

     La oxitocina y la vasopresina son neuropéptidos que se producen principalmente en los núcleos supraóptico (SON) y paraventricular (PVN) del hipotálamo. Ambos se almacenan en la hipófisis posterior y se liberan a la circulación sanguínea. Estos nonapéptidos se han mantenido casi sin variación a través de la escala zoológica a lo largo de más de dos millones de años de evolución.

     Las funciones más conocidas de la vasopresina son mantener la homeostasis del agua y los electrolitos y la presión arterial. Las funciones principales de la oxitocina son la estimulación de la contractilidad uterina, promover la eyección de la leche durante la lactancia y participar en el comportamiento reproductivo. Se sabe que ambas hormonas participan en el comportamiento social de los mamíferos, actúan como reguladores en el desarrollo del cerebro social y participan en las conductas sociales tanto en la infancia como en la edad adulta. Además, tienen un papel importante en los trastornos neuropsiquiátricos caracterizados por deterioro de la cognición social: comportamiento social, memoria social, reconocimiento social y regulación de las conductas afiliativas en mamíferos.

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