Naturaleza y sociedad /Sociedad civil organizada | Crónica | 30.MAY.2021
Volkswagen: la mancha de la empresa inmaculada en el río Atoyac
El 21 de octubre 2002 Volkswagen arrojó al Atoyac un aluvión de lodo
Mundo Nuestro. La contaminación del río Atoyac hay que entenderla en el largo plazo. En el día a día. En la descarga criminal intermitente. Los hechos del sábado 29 de mayo en las cercanías del estadio Cuauhtemoc --la empresa textilera Rio Sul, de los empresarios Eddy Abraham y Tito Olvera, descubierta infraganti al cometer un delito ambiental-- dan idea de ese paso del tiempo. Para entenderlo, presentamos este texto que forma parte de la investigacion que Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad y Mundo Nuestro realizan sobre los contaminadores del río.
La historia del agua en Volkswagen de Puebla no es inmaculada
El 21 de octubre 2002 el canal de descarga de las aguas residuales de la planta en el río Atoyac, justo a la altura del puente que lo cruza en la autopista México-Puebla, a la entrada de la ciudad, arroja un aluvión de lodo proveniente de la laguna de oxidación principal de la armadora, una carga de metales pesados liberada con toda premeditación, alevosía y ventaja para ennegrecer la corriente del desgraciado cauce. En términos del llamado Sistema de Gestión de Cumplimiento Ambiental y Eficiencia Energética (ECMS) que al día de hoy rige las prácticas ambientales de VW Group para todas sus plantas en el mundo, la descarga constituye un delito ambiental.
El hecho, de tal magnitud y a la vista de quienes circulaban por la autopista, fue inmediatamente percibido por la autoridad federal responsable, y muy pronto se presentaron los inspectores de la Comisión Nacional del Agua. Comprobada la descarga de lodos y la responsabilidad de la armadora alemana en ella, la dependencia federal inicia el 25 de noviembre de ese año el procedimiento de imposición de sanciones con número de expediente Expediente No. I. M. 163/2002, proceso que culminará, una vez agotados los periodos de desahogo de pruebas y alegatos, el 10 de marzo de 2003, cuando le notifica a Volkswagen la resolución que impone una multa por 114,900 pesos y la obligación de recomponer el sistema de tratamiento de las aguas provenientes de los procesos industriales.
La planta, sin embargo, no fue clausurada.
Nada más pasó, más allá del breve escándalo mediático. Volkswagen, fuera de esa mancha, mantiene su imagen de empresa comprometida con el medio ambiente.
Volkswagen es actor principal en esta historia. Es el motor principal de la producción económica de Puebla. Cifras de empleos directos e indirectos del 2013, para contemplar en perspectiva de cinco décadas su importancia, establecen en 11,535 obreros en la planta, 5,814 empleados administrativos y 50,000 trabajadores en la industria de autopartes. Y para entenderlo con más claridad todavía, el 20 por ciento del consumo eléctrico en la ciudad de Puebla corresponde estrictamente a la planta armadora. Algo similar ocurre con el consumo del agua para la producción de automóviles.
REPDA VOLKSWAGEN
Al mes de febrero de 2020, la planta automotriz Volkswagen mantiene un registro en el REPDA (Registro Público de Derechos de Agua), realizado originalmente el 15 de mayo de 1996, con derechos de explotación por 2.27 millones de metros cúbicos al año que pueden extraerse de nueve pozos ubicados en diversos puntos dentro de un territorio que abarca 310 hectáreas.
Volkswagen tiene dos registros de permisos de descarga en el sistema de información de la Comisión Nacional del Agua, a saber:
Permiso de descarga con título 04PUE112420/18FMDL1, con fecha de registro 01/04/2004, con volumen de descarga de 1,400,000 millones de M3, con procedencia del proceso industrial, servicios sanitarios y servicios auxiliares, con el río Atoyac, vía canal, como cuerpo receptor.
Permiso de descarga con título 04PUE112420/18FMDL15, con fecha de registro 01/04/2004, con volumen de descarga de 9,000 M3, con procedencia de los procesos servicios de regaderas y comedor de la planta industrial, con el suelo como cuerpo receptor por infiltración en laguna.
Sistema de tratamiento de aguas residuales en la planta VW Puebla. Elaboración propia.
Descarga en el río Atoyac de aguas residuales de los procesos industriales y sanitarios de Volkswagen, con registro 04PUE112420/18FMDL1 por 1.40E+06 M3 al año. / Fuente, REPDA.
En esta cuenta, entonces, la planta automotriz Volkswagen descarga directamente al río 875,140 metros cúbicos al año desde su planta de tratamiento físicoquímico de aguas residuales. Es obligado observar en el largo plazo el comportamiento de esta industria en la explotación y tratamiento de las aguas residuales. Según cifras aportadas un documento publicado por el Programa de Investigación en Cambio Climático del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, en julio del 2013, presentado en un congreso de esa institución académica por el Arq. Joaquín Martínez Ramírez, Coordinador del área de Estrategias de Sustentabilidad y Medio Ambiente, de Volkswagen de México, la planta ha reducido su volumen de extracción de agua subterránea significativamente: 2.26 millones de M3 en 1999 contra 1.75 millones de M3 en 2013 y ha logrado reducir el consumo de agua por auto producido, pasando de 5.11 M3 a 2.85 M3 entre un año y otro.
Todo esto lo presume Volkswagen de México, y por supuesto, se lo reconoce la propia PROFEPA, que en el año 2015 le otorgó el Certificado Industria Limpia 2018 VWM Puebla
Volkswagen de México funda su comportamiento en materia ambiental en los estándares establecidos en las reglas del juego de la matriz en Alemania: el Sistema de Gestión de Cumplimiento Ambiental y Eficiencia Energética (ECMS), y parte de la base KRL 17 (Konzernerichtlinie) generado por VW Group, con un Lineamiento de Consejo (LC717). En él se define con todo rigor la categoría de fraude o delito ambiental.
Definición de delito ambiental por el ECMS de VW Group. Fuente: file:///C:/Users/sergi/Downloads/resumen-del-ecms.pdf en portal vw.com.mx
VW de México, con su planta de Puebla, cometió un delito ambiental que entra perfectamente en esa definición. Ocurrió, como dijimos, el 21 de octubre de 2002, a plena luz del día, por lo que pudo ser identificada de inmediato su autoría.
Comisión Nacional Del Agua, a través de la Subdirección General De Administración Del Agua y la Gerencia De Inspeción Y Medición publicó por obligación de transparencia el listado de Visitas Realizadas El Año 2002 (Versión Pública) (ANEXO) en el que se consigna la inspección a la planta armadora el 25 de noviembre del 2002.
Un funcionario de la CONAGUA entonces, que mantenemos en el anonimato por así convenir a sus intereses, nos cuenta la historia: “Melquiades Morales Flores era el gobernador. Francisco Castillo Montemayor era el director del SOAPAP, y apenas unos meses antes se habían inaugurado las plantas de tratamiento. CNA y SOAPAP tenían establecido un mecanismo de vigilancia del Atoyac para que no hubiera reclamos de que no operaban. La gente reportaba el color del río, y cuando veía algo rojo, verde, del color que fuera, luego, luego avisaban al área de calidad del agua del SOAPAP. Ellos iban, tomaban fotos y las mandaban a Conagua. Las plantas se construyeron entre el 2001 y el 2002. Tenía que notarse la mejora. Si no, culpa del SOAPAP, así que en cuanto pasaba algo raro, avisaban. Ellos, los del SOAPAP, nos avisaban. Así que, corriendo, vamos a ver, y vimos que esa descarga era de Volkswagen.”
Así que la descarga de lodos fue descubierta.
“Mucho del pleito fue por la imagen inmaculada que ellos siempre quieren dar –dice el funcionario--. Y la clausura era una tremenda afrenta para ellos. Es la única mancha que tienen en su palmarés. No creo que ni antes ni después les han hecho algún reclamo. Ellos dicen ser hermanas de la caridad. Ese día Volkswagen abrió su compuerta con todo el desmadre de lodos, con el pretexto de que iba a limpiarlas. Nos avisan y resulta que era la VW, mandamos la inspección, y lo comprobamos directamente en la descarga, y era claro que eran ellos, no le podían echar la culpa a nadie más. Las descargas que iban directamente al río. Ellos tienen un permiso de descarga de la CNA. La inspección la encabezó el Departamento de Inspección, y se les inició procedimiento. No se les clausuró. Hubo muchas presiones de parte de la empresa.”
Thomas Karig Gerecht, director de Relaciones Públicas y Asuntos de Gobierno entre 1997 y 2017.
Los funcionarios tuvieron que enfrentar el enojo y la presión del Thomas Karig Gerecht, quien desde el año de 1997 y por veinte años –se retiró en abril de 2017—fue el responsable de las relaciones corporativas de la armadora.
“Hubo una reunión en la planta, con Thomas Karig como representante de la armadora, Arturo Gómez Barrero, quien entonces era delegado de la PROFEPA, y los funcionarios de la Gerencia de la CNA. Una reunión álgida, querían que levantáramos la clausura. Gómez Barrero los quería ayudar, parecía el empresario, los defendía a morir, su postura era ayudarles, ayudarles. Y Karig, durísimo, exigía que se quitara la clausura. Pero la CONAGUA exigió que se cumplieran con las acciones dictaminadas en la sanción. Lo tenían que hacer. Una semana duró al menos la clausura.”
El procedimiento se llevó de principio al fin, multa y acciones específicas de arreglos técnicos en su planta. Pero no se les clausuró ni hubo acción de remediación. Simplemente, Volkswagen pagó su multa, según recuerdan en CONAGUA.
Esa es la única mancha. La empresa inmaculada.