Por sus 48 monumentos históricos la BUAP logra Premio Campus Patrimonio

Son 48. Los vemos y los usamos por igual ciudadanos y universitarios. Edificios vivos que la universidad pública ha logrado rescatar en un proceso complejo a lo largo de los años. Cada uno tiene su nombre propio con el que los reconocemos: por supuesto desde el Carolino pero también la Aduana Vieja o la  Casa Presno. Y 45 más.  Por eso este  Premio Campus Patrimonio por parte de la Universidad de Alcalá, en una ceremonia que tuvo lugar en el Paraninfo de esta institución española. La primera universidad en Latinoamérica.

Este esfuerzo colectivo se ilustra con muchos ejemplos; veamos uno: la Aduana Vieja:

Antes de la restauración:

Despuçes de la restauración:

Vale mucho este reconocimiento. Revela un proceso histórico en el que suman acciones concretas promovidad por personas como Alfonso Vélez Pliego pero también dinámicas de políticas públicas sobre la recuperación de inmuebles abandonados y que pasan a sere reonocidos como bienes públicas. La conciencia de una ciudad con una carga patrimonal histórica que ha logrado sobrevivir a pesar de los propios lastres que como sociedad cargamos.

Vale entonces la imagen de Rosalva Loreto --ella misma la síntesis de la acción civil y la investigación histórica aplicada-- y el orgullo por este reconocimiento.

Y las palabras del Doctor José Ramón Eguibar Cuenca con  la representación institucional para dar cuenta de este esfuezo colectivo:

“Las gestiones de muchos rectores, en periodos a veces complicados, permitieron recuperar este patrimonio no sólo para Puebla y los poblanos, también para el mundo. Asimismo, el trabajo de colegas del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, pioneros en la búsqueda de tener este patrimonio, y de muchísimos más universitarios -de disciplinas como Artes, Arquitectura, Restauración- permitieron que hoy seamos reconocidos”.

Vale extender la felicitación entera a la ciudad de Puebla. Como vale también señalar los retos que se presentan por procesos que parecieran rebasarnos a todos. Es incuestionable la gentrificación que sufre nuestro centro histórico y el deterioro a la vista de decenas de inmuebles catalogados como patrimonio histórico. No basta la acción de la universidad.