Cultura | Poesía | 10.NOV.2023
El tepechane o el habitante de las montañas y los cerros
Un poema de Martín Barrios Hernández
En el Pico de Orizaba
además del frío
dejé colgada una estrella en el cielo
En el Cerro Colorado
soy el Espejo Humeante
que te está vigilando
En Tepetroja
dejé abierta la puerta al inframundo
para aquellos que entienden el silencio
En Tepenacastla
conjuré 400 tlacuaches
suspendidos en el tiempo
En La Campanaria
una serpiente con cuernos
navega en el recuerdo
En Tzitzintepetl
se han vuelto lluvia
las palabras del viento
En Tepexantil
ofrendé el corazón
de cascabeles y un trueno
En Chacateca
a Mayahuel
le construí un verde templo
En Ocelotzin
las estrellas
te están convocando
En Calzón Verde
un zompantli de jade
habla a través del tiempo
En Comatépetl
los dioses quemaron
naves y puertos
En la Yerbabuena
el corazón de la minera
estaré devorando
En Cuixtepetl
bajé volando
para volverme dueño
En Covatepetl
para guiarte al otro mundo
me convertí en perro
En Atlachicayatl
emerge un encantado río
que en silencio te llama
En la caverna de Atzompa
el discurso milenario de Tláloc
resuena en mi verso
En el Campanario
escondí el Lienzo de Tenamaztle
entre ríos de fuego
En el Cerro Viejo
las máscaras de los dioses
estarán regresando
En el Calvario
el que el agua está cuidando
navega en el subterráneo
En Chapoltzin
los popolocas de piedra
cuidan al espíritu debajo de la tierra
En Tecorozco
me vi al espejo el veinticuatro
comprendiendo que hay galerías filtrantes que no conozco
En la Taza de Agua
soy el Atl Xochihua
que canta y encanta
Soy el inframundo y soy el cielo
Soy una cueva y acantilado
Soy una montaña y soy un cerro
y de tu vida soy el dueño.
Este poema menciona a la mayoría de cerros, cuevas, parajes, acantilados, alturas, pozos, manantiales, galerías filtrantes y seres mágicos del Valle de Tehuacán, Sierra Negra y Mixteca, que ahí viven, resistiendo a la modernidad y al paso del tiempo.
Hago un repaso a lo que tehuacaneras y tehuacaneros podemos ver a diario o frecuentemente, como Yohualtepetl o Cerro Colorado, que fue fortaleza y atalaya popoloca contra la invasión nahua, sobre de todo, de la totalitaria cultura azteca y, también como guarida, atalaya, fragua, encierro, destierro y demás, de los insurgentes bajo el mando militar de Morelos e intelectual de Carlos María Bustamante.
Asimismo, de lado de lo que ahora es Chalma, los nwiguas o popolocas, edificaron el verdadero Tehuacán, en donde hacían sacrificios ellos y después los nahuas, a sus deidades o al espíritu black metalero del Cerro Colorado y, también veneraban al Desollado Xipe Tótec; a los patrones del Inframundo, como Mictlantecutli y Miccatecihuatl, y a la Tonantzin Tlalli de nuestra raza, la Citlallicue, la Señora de la Falda de Estrellas.
Pero más allá de lo que conocemos en esta urbe o pueblo; voy de norte a sur, de oriente a poniente; de arriba y abajo y en donde tu alma se puede ir al carajo, como el Citlaltepetl o Pico de Orizaba y las grandes alturas del Tzitzintepetl, Comatepetl o Cuixtepetl de la Sierra Negra, hasta llegar al Chacateca de Zapotitlan Salinas.
Y claro, el más extremo, el Tepecuexcomatl o Tepetroja, muy cercano en Axusco o San José Miahuatlan, o el Chapoltzin de Azumbilla- Chapulco, o el Tepexantil de Cuayucatepec.
Están también mencionados algunos lugares, seres o parajes subterráneos, todos relacionados, - no con Juan Diablo de Tepetroja - , sino con el mundo subterráneo, como el Atl Xochihua, o el que hace florecer el agua y que conjura estos versos.
También hay parajes, seres, pueblos o encantos que no aparecen en agrimensuras, registros o censos, como Tecorozco, mágico pueblo.
¿En cuales está tu universo?
Autor: Martín Amaru Barrios Hernández. 1972. Vecino y originario de Tehuacán, Ciudad de Indios, del Estado de Puebla.
Ambientalista, defensor del territorio, árboles y bosques, los ríos, montañas y cerros en el Valle de Tehuacán, la Mixteca y la Sierra Negra; así como defensor y organizador de costureras y obreros en el mundo de las maquiladoras de la confección textil en la maquilandia contaminada ambientalmente y explotada laboralmente del Valle de Tehuacán.
Además del activismo en derechos humanos y en la defensa de la Tonantzin Tlalli o Madre Tierra y la poesía, también es músico (baterista) de rock y metal extremo.