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3 Mayo 2024, Puebla, México.

Ignacio de Loyola, una vida contada / Rubén Aguilar Valenzuela

Cultura /Sociedad | Reseña | 12.NOV.2023

Ignacio de Loyola, una vida contada / Rubén Aguilar Valenzuela

La biografía de san Ignacio de Loyola, de P. Paul Dudon, S.J.

El historiador francés Pablo Dudon, S.J. publicó la primera edición de la biografía de San Ignacio de Loyola (Buena Prensa, México, 1945) en 1935.

En el Prólogo hace un recuento de las biografías escritas sobre el fundador de la Compañía de Jesús y dice que la primera en fecha es la que en 1572 publica Pedro de Rivadeneyra, que se imprime en Nápoles.

El mismo, su versión en latín, la traduce al español y aparece en Madrid en 1583. La obra de Rivadeneyra dice Dudon, es “testimonio de un hijo muy querido de Ignacio, y un delicioso escritor”. Esta obra se ha traducido a muchas lenguas. La primera en francés es del P. Favard, que sale a luz en 1599 en Aviñón.

En 1650, el P. Daniel Bartoli escribió una historia más extensa en italiano, que también tuvo mucho éxito. Las reediciones y las versiones en diversas lenguas fueron numerosas. Esta obra fue traducida al francés hasta el siglo XIX.

A partir de estas biografías primeras, que fueron muy reconocidas, Dudon centra su recuento en las biografías publicadas en francés. Con ocasión de la canonización de san Ignacio, en 1622, el P. Pedro Morin publica, en la casa del editor parisiense Cramoisy, una vida inspirada en la de Rivadeneyra.

Y por el contrario fue a Bartoli, al que pretendió resumir el P. Juan de Bussiere, en un volumen impreso en Lyon, en 1670. En 1679, el P. Domingo Bouhours publica también una vida de san Ignacio. Con esta obra este humanista da a Francia, lo esencial de los libros de Bartoli, de Maffei y de Rivadeneyra. De 1679 a 1856, esta biografía fue con frecuencia reimpresa, y más en el siglo XIX, que en los precedentes.

Dudon dice que la información que ahora se tiene sobre el contexto en el que vivió san Ignacio y las muchas fuentes primarias que se han descubierto permiten escribir una vida de san Ignacio verdaderamente nueva. Eso es lo que se propone.

En su construcción de esta biografía le resultó fundamental los Monumenta Histórica Societatis Iesu, mina extraordinariamente rica de las más valiosas informaciones. Y afirma que “la sustancia de muchos de mis capítulos la he obtenido de esta colección”.

El historiador comenta que en general los antiguos biógrafos de san Ignacio dejaron de lado el tiempo y el espacio en el que vivió. Su obra se propone dar cuenta “con más claridad las líneas del cuadro real dentro del que se desarrolló esta vida extraordinaria del fundador de la Compañía de Jesús”.

Dudon trabaja la biografía con el rigor científico de su época, donde pone un especial cuidado en mostrar las pruebas con un gran aparato crítico, pero que por razones de espacio “he reducido mis notas a lo estrictamente indispensable”.

San Ignacio de Loyola, es un gran hombre y la Iglesia lo ha proclamado santo. El historiador asegura que dar cuenta de su vida y de su época es una enorme tarea y que él con su obra se propone ofrecer un relato “en cuadros medianamente trazados”.

San Ignacio de Loyola. Pablo Dudon, S.J. Buena Prensa, México, 1945