diciembre 13, 2025, Puebla, México

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Entropía política: el caso de la 4T en Xicotepec / Edgardo López Robles 

Entre riesgos y coherencia: reflexiones sobre la transformación en puebla 

Edgardo López Robles, exmilitante del PRD y su secretario general en Huauchinango, fue coordinador de la campaña de López Obrador en el Distrito 01 de Puebla. Es director del capítulo Huauchinango de la  Fundación Equidad y Progreso de Huauchinango.

Querido lector: Nos encontramos en momentos definitorios para el movimiento de regeneración nacional y la 4T en Puebla. La próxima elección se centra en optar por el cambio, respetando el anhelo de transformación de millones de poblanos, o sucumbir a la promiscuidad política con los adversarios. 

La decisión de asignar las diputaciones de Morena y la coalición “sigamos haciendo historia” a Guadalupe Vargas y Ardelio Vargas representa una contradicción significativa por parte de Mario Delgado Carrillo y Olga Romero Garci Crespo, obviamente también de las élites de este instituto. Dicha intención contradice las bases fundacionales de regeneración nacional, que surgieron para combatir las prácticas del cacicazgo de Xicotepec. No solo implica un distanciamiento de los principios originales del movimiento, además lleva consigo la entrega de alcaldías en varios municipios, como Huauchinango, Pahuatlán, Tlacuilotepec, Juan Galindo, Tlaola, Jalpan, Zihuateutla y Venustiano Carranza a esta agrupación. 

El caso específico de Guadalupe Vargas plantea una serie de preocupaciones éticas y políticas, dado que su militancia tricolor y desde la diputación federal por el PRI, respaldó la reforma energética y el Pacto por México, decisiones que contradicen los principios de la 4t. Además, su vinculación familiar con su progenitor, quien ha sido señalado como el verdadero impulsor de sus acciones, agrega un matiz adicional. La participación de Ardelio Vargas Fosado en eventos violentos contra los contingentes de Atenco y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), ambas organizaciones de izquierda, formula interrogantes sobre la coherencia ideológica del cacicazgo de Xicotepec con los valores del obradorismo. 

La inclusión de Guadalupe Vargas como candidata a la diputación local en el contexto de la transformación que busca la izquierda resulta paradójica. La pregunta clave es cuál será la contribución política y ética de la alcaldesa y el cacicazgo de Xicotepec al obradorismo y la 4t en Puebla. La dificultad radica en explicarle a los electores cómo el cambio puede venir de aquellos que representan prácticas del antiguo régimen, las mismas que se pretenden cambiar. Esta situación entra en terrenos pantanosos y delicados, ya que podría generar divisiones profundas dentro de Morena y entre el electorado y los obradoristas que anhelan algo diferente a los que han gobernado la región durante décadas. 

A lo largo de la historia, el distrito 01 en Huauchinango ha desempeñado un papel crucial como bastión de la izquierda. En 1988, la clase política de esta región, incluyendo al cacicazgo de Xicotepec, llevó su compromiso al extremo de quemar boletas electorales en el campo del Potro, buscando ocultar el triunfo masivo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. En el 2006, Ardelio Vargas fue parte estructural del fraude electoral a Andrés Manuel López Obrador. A pesar de los desafíos que enfrentaba Puebla en esos momentos, la Sierra Norte se mantuvo firme con el obradorismo, resistiendo incluso los intentos de Don Vito Corleone y la Cosa Nostra Tricolor de utilizar la impostura para socavar el movimiento obradorista. Ahora, en una intrigante vuelta del destino, aquellos que se resistieron con firmeza a los cambios desde el pri pretenden liderar la transformación, generando una irónica paradoja o, posiblemente, una sarcástica broma de las altas esferas morenistas. 

El intento de ocultar la participación de Ardelio Vargas al enviar a su hija al Partido Verde Ecologista plantea interrogantes sobre la integridad y congruencia en la política local. La coherencia ideológica y el respeto a los valores esenciales deben ser la base de cualquier negociación con el cacicazgo de Xicotepec. Es imprescindible reconocer la estrategia de incorporar a contingentes del bando vencido con reconocida solvencia moral en el ámbito político, aunque arriesgada, puede enriquecer y fortalecer a la 4t. Sin embargo, la pregunta fundamental es si la integración de agrupaciones asociadas a los terratenientes y las oligarquías, en lugar de sumar apoyos, podría restar votos cruciales y desviar el curso del proyecto de la 4T. La evaluación equilibrada de riesgos y beneficios es clave para mantener la consistencia y dirección del movimiento. 

La decisión de incorporar al grupo dominante de Villa Juárez, a Morena y a la 4T carece de fundamentos sólidos, ya que ninguna encuesta respalda la idea de que dichos personajes cuenten con el apoyo ciudadano necesario para representar a la coalición “Sigamos haciendo historia”. La estrategia de asignar candidaturas a las presidencias y diputaciones a este agrupamiento es desproporcionado y podría acarrear consecuencias negativas debido a las contradicciones inherentes a estas acciones. Simultáneamente, Ardelio Vargas busca imponer la candidatura de Rogelio López Ángulo, militante del cacicazgo de Xicotepec, en Huauchinango. Considerando estas perspectivas, y de persistir en esta dirección, se vislumbra una entrega prácticamente total del distrito a su grupo caciquil. Surge como pregunta central para Claudia Sheinbaum y Alejandro Armenta Mier: ¿Cuál es la conexión entre Ardelio Vargas y Andrés Manuel López Obrador que justifica esta alianza? 

¡Hasta la próxima!