Sociedad | Opinión | 9.ABR.2025
Solidaridad con Rodolfo Ruiz / Humberto Sotelo M
Jean Francois Revel (1924-2006), el conocido periodista y sociólogo francés, casi al final de su vida advirtió: “La gran batalla del final del siglo XX, aquella de la cual depende el resultado de todas las demás, es la batalla contra la censura (…) Cuando cesa la libertad para expresarse libremente, en el seno de una sociedad o de una institución cualquiera, todo lo demás comienza a descomponerse. No sólo desaparece la crítica, sin la cual todo sistema u organismo se tulle y corrompe, sino que esa deformación es interiorizada por los individuos como una estrategia de supervivencia y, consecuentemente, todas las actividades (salvo, tal vez, las estrictamente técnicas) reflejan el mismo anquilosamiento (…) Todo poder es o se vuelve de derecha (…) Solo lo convierte en izquierda el control que se ejerce sobre aquél…Y sin libertad no hay control” (Vid. El Ladrón en la casa vacía, Editorial Gota a Gota, España, 2007).
Evoco esas palabras a propósito de la condena lanzada por el gobernador Alejandro Armenta Mier contra el periodista Rodolfo Ruiz, director de E- Consulta, a quien acusó de “canalla”, “cobarde” y “delincuente”, por haber, según esto, publicado un tuit en el que habría asegurado que la pelea que libraron el fin de semana la boxeadora “La Bonita” Sánchez con la sudafricana Simangene Hadebe fue “un distractor”. Y, para coronar esta arremetida, giró instrucciones a la Fiscalía General del Estado que actúe contra el periodista porque, según él, se configuran los delitos de violencia de género y difamación (sic).
Poco tiempo después de recibir esa condena, Rodolfo Ruiz publicó dos tuits en los que negó haber publicado las expresiones que le adjudicaba el mandatario poblano, señalando : “Gobernador Alejandro Armenta: Miente y me difama. Jamás subí un tuitt, y el medio que dirijo tampoco en el sentido que dijo en su conferencia mañanera. Que no lo engañen. Si la fiscal @idamis35 va investigar, que lo haga y ojalá se disculpe cuando se corrobore la mentira”, escribió.
No entraremos a examinar los detalles del “affaire” que comentamos, ya que los mismos han sido difundidos ampliamente por algunos medios, sobre todo por la revista Proceso. Sólo nos limitaremos a expresar que nunca imaginamos que el gobernador Armenta fuera capaz de llegar a ese grado de intolerancia.
Tal como expresó Sergio Mastretta, el ex abrupto del anterior “marca un punto extremo como no lo había yo visto en cuatro décadas que tengo de seguir la vida pública de Puebla” (Vid. Mundo Nuestro, 7 de abril de 2025).
Aunque Mastretta no deja de tener razón, lo cierto es que sí hay antecedentes de ese tipo de conducta autoritaria hacia los periodistas críticos. Recordamos al respecto que en 2011 el entonces gobernador Rafael Moreno Valle promovió en ese año “la Ley Mordaza”, encaminada a resarcir el “daño moral” propiciado por la “difamación”. Muy pronto se vieron las consecuencias de dicha reforma; el 23 de octubre, el portal Sin Embargo publicó una lista con los nombres de 19 periodistas –18 poblanos y Álvaro Delgado de Proceso –que iban a ser demandados por el gobierno de Rafael Moreno Valle, por sus “excesos de libertad de expresión”. En la lista destacaban los nombres de Selene Ríos Andraca, Arturo Rueda (Cambio), Adrián Ruiz (El Heraldo de Puebla), Alejandro Mondragón Quintero (Status) y Rodolfo Ruiz (E-Consulta), por mencionar algunos.
La demanda citada (que expresaba inequívoca soberbia y prepotencia por parte del Ejecutivo Estatal, no sólo afectaba a los periodistas: en general vulneraba la libertad política en nuestro estado) generó una enérgica reacción de rechazo a nivel estatal y nacional, no sólo por parte del gremio periodístico, sino también por parte de las más prestigiosas instancias defensoras de la libertad de expresión, y en general de los derechos humanos.
En octubre de 2011 el diario electrónico E-Consulta puso en circulación un documento intitulado “Puebla: el acoso a la libertad de expresión”, en el que señalaba, entre sus puntos más destacados:
“Puebla vive tiempos oscuros, las libertades modernas, propias de sociedades abiertas y democráticas, se encuentran amenazadas por el afán de uniformar los juicios y opiniones de la ciudadanía poblana en aras de un proyecto político personal […]. El primer gobierno de alternancia en Puebla fue el resultado de una inédita coalición entre partidos y fuerzas ideológicas históricamente antagónicas. Así pues, Rafael Moreno Valle ascendió a la primera magistratura enarbolando las banderas del pluralismo, la tolerancia, el diálogo y, desde luego, el disenso y el respeto por la diferencia […]. El sueño fue breve. La Ley Mordaza, la empleomanía patrimonialista que privilegia los intereses de grupo por encima del interés general; el manejo discrecional de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública; la distribución facciosa de la publicidad oficial a los medios de comunicación; el desdén hacia las autoridades municipales y la falta de respeto al equilibrio y juego de contrapesos de los otros poderes públicos, configuran un régimen cerrado y premoderno contrario a las esperanzas populares de transformación democrática […]. Puebla tendrá que esperar. La consolidación de una vida democrática pasa necesariamente por privilegiar la dignidad y el bienestar de todos los ciudadanos por encima de los apetitos unipersonales de poder político” (E-Consulta, 16 de octubre de 2011)”.
No pocos creímos que con el arribo de la 4T al gobierno de Puebla los ataques a la libertad de expresión serían cosa del pasado….Pero, como lo pone de relieve la inefable conducta del gobernador Alejando Armenta Mier, todo parece indicar que aún estamos muy lejos de dicha aspiración”.