
La neonovela femenina poblana: Paulina Mastretta. / Alma Corona Pérez

Para realizar la Presentación de las neonovelas femeninas, como son Las aventuras de la audaz navegante y La travesía de la cuerva negra de Paulina Mastretta Yanes, es necesario considerar que nada sucede al ser humano que, de una manera u otra, haya quedado o quedará plasmado en la novela.
Hay una acotación de Milan Kundera que vale recoger: “el espíritu de la novela es el espíritu de la complejidad. cada novela dice al lector: “=Las cosas son más complicadas de lo que tú crees=. ésa es la verdad eterna de la novela” (31), como el existir, el arte se nos presenta como fiel reflejo de los actos intrincados que visten a la convivencia humana. Nada en ella puede ser aleatorio, nada en ella puede ser accesorio.
El hombre, siempre unido a su propia historia y a la de los demás, indisolublemente marcado por sus propios genes, mismos que están sentando las bases de la herencia de posteriores generaciones, deja su huella en el arte. La magia de la herencia es silenciosa, pero evidente, de la misma manera, la literatura es propietaria de su eje diacrónico, cada eslabón es una obra que se une a otra porque: “El espíritu de la novela es el espíritu de la continuidad: cada obra es la respuesta a las obras precedentes, cada obra contiene toda la experiencia anterior de la novela.”
De acuerdo con Susana Pagano: “La novela es uno de los géneros más completos de la literatura.” (140), señala además que: “la novela contemporánea emerge del caos y la complejidad, de la filosofía y la reflexión, del lirismo y la constante búsqueda de la forma, entre otras cosas.” (140)
Esta teórica reconoce en la narrativa rasgos como su juventud y, pese a ella, una madurez indiscutible dada su riqueza, versatilidad sin límites, profundidad, complejidad y diversificación. Agrega, así mismo, elementos de suma importancia y peso como la certeza de que: “La novela de los siglos XX -XXI se ha visto obligada a buscar nuevas formas y estructuras, nuevas maneras indagatorias de asumir la realidad” (143)
La novela actual se ha visto en la necesidad de renovarse, renacer y reinventarse para un público que cada vez exige mucho más de ella. En un lugar privilegiado está el lector como uno de los elementos de indispensable presencia: “Hoy en día, el lector exige de la literatura panoramas mucho más complejos y una visión del mundo más intrincada e interiorizante.” (143) Así, tenemos que la evolución de la novela ha sido de carácter dialectico, toda vez que no descansa únicamente en los hombros del creador, es el lector quien demanda parte de estos cambios indispensables. Una novela sin su lector es estéril, muda, invisibilizada e inválida.
Es importante señalar el gusto y privilegio de leer y releer las novelas de Paulina, así como sus relatos, desde el entretenimiento y lo académico, porque su propuesta lo exige y porque cuenta con todos los bastimentos para hacerlo. En sus páginas se desarrollan las aventuras de un puñado de personajes propietarios de su espacio, su tiempo, sus voces narrativas y su olor salino desde altamar.
Su estructura narrativa es tradicional construida en una suerte de revival, lo que la hace sumamente atractiva para el análisis y disfrutable para la lectura incluso repetida para asir, a plenitud, los trazos que integran a los paradigmáticos personajes que emplean el diálogo, predominantemente, como su vínculo entre ellos y para con sus lectores.
Ambas novelas son narrativas de viajes, de desplazamientos muy a la manera clásica, tal y como Odiseo plantea su necesidad de volver a Ítaca a los brazos de su amada Penélope o Dante quien se desplaza a través del infierno, purgatorio y paraíso en un viaje de carácter iniciático. De esta manera Shinta y sus amigos se desplazan y no permanecen estáticos.
He denominado a las novelas de Paulina como neonovelas femeninas porque se avizora, a través de ellas, el futuro de una generación de mujeres-narradoras que ya inició su trabajo proponiendo alternativas de rescate de las formas y temas clásicos, dentro de nuestro mundo caótico, urgido por poner el acento en algo capaz de transportarlo a escenarios más amables que los cotidianos.
Sus personajes femeninos son absolutamente fuertes, vivaces, sagaces, sensibles y cálidos, eso los hace decididamente actuales, con un discurso construido para las aventuras a la manera romántica o más bien neoromántica. Es posible encontrar en estas novelas los aperos para visualizar un retorno diferente, un retorno a formas que tuvieron un sitio y un tiempo en siglos pasados. estas circunstancias las hacen profundamente invitadoras y entretenidas, son relatos ideales, con la capacidad para ‘tocar’ fibras internas que se creían olvidadas o se temía que pudieran todavía existir y que, sin embargo, están y existen a la espera de encontrar un lugar para desbocarse.
Las voces narrativas de ambas son voces omniscientes de épocas pasadas que participan, a través de la tercera persona gramatical, pero que frecuentemente ceden su puesto a los diálogos entablados entre los diversos personajes que, vale la pena señalar, son, como en las novelas más complejas: múltiples. La estructura de novela de aventuras así lo exige, por eso estas aventuras no podían permanecer rodeadas de personajes escasos.
El género narrativo es el camino que el narrador, en este caso, la narradora ha elegido para contar una historia, para hacer tangible una estructura referencial compuesta, entre otros elementos, por acciones complejas y lúdicas.
En 1947 Henry James afirmó en El arte de la novela que la mansión de la ficción no tiene una sola ventana, sino un millón, y que hay varios millones de formas de narrar una historia, Paulina Mastretta ha hecho su elección, su primera elección de un camino que se adivina muy largo y promisorio, eso es lo que deseamos quienes la queremos y reconocemos su trabajo como joven narradora.
Otro de los detalles que deseo enfatizar está relacionado con los títulos de ambas novelas, cualquiera podría pensar que se trata de una referencia directa a las protagonistas, pero no es así, también en esto Paulina se inserta de manera plena en las nuevas formas de narrar y la audaz navegante así como la cuerva negra son… la invitación a leer las novelas con el corazón puesto en la mirada, no puedo decirles quiénes son la audaz navegante y la cuerva negra porque eso debe descubrirlo el lector a través de las páginas de estas narraciones.
Me complace profundamente permanecer entre estas líneas, con la convicción de que las Presentaciones siempre quedan ‘cortas´ dado que es completamente difícil hablar de una obra literaria ya que puede caerse en el simplismo, en el falso elogio para esta narradora mexicana que ha hecho una buena cantidad de logros en poco tiempo dada su juventud. Remarco la palabra ‘logros’, porque estos no considero que se alcancen, sino que se construyen y Paulina los ha construido muy bien, sus aliados: el silencio, la dedicación, la investigación y la entrega total a sus ideales desde su tesis de licenciatura explorando La dragontea de Félix Lope de Vega hasta el día de hoy.
Hay tres Paulinas: la investigadora, la escritora y la mujer joven, inquieta, observadora incisiva, narradora elegante que sigue escribiendo, incansable. Paulina se ha resignificado y lo sigue haciendo cada día con disciplina, trabajo profundo y amor a la literatura poblana.
Narradora joven, egresada de las filas del Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica, un acontecimiento extra, con este logro Paulina está rompiendo varios cánones y está demostrando que sí es posible ser escritora joven, en este país, en Puebla, egresada de un Colegio al que muchos ingresan precisamente con la expectativa de llegar a ser escritores y que, desventuradamente, van estrellando poco a poco ese deseo, atribuyendo falsamente al propio Colegio la autoimposibilidad para alcanzar dicha meta. Aquí queda fehacientemente demostrado que es posible ser escritora siendo egresada de esta Facultad de 60 años de existencia.
Hoy Paulina Mastretta, con su estrella propia en la frente, ilumina su camino y el de esos muchos buscadores de fortuna en las letras mexicanas, ella nos demuestra que una parte del éxito está en la entrega y en no traicionar nunca nuestras metas.
La aventura, para nosotras se inició sin parar al encontrarnos, había llegado nuestra hora para disfrutar del mar desde sus páginas, en nuestras vidas se abrió el mar y un mundo de emociones renovadas, a colores, con olor salino, diferente, insólito, inesperado. un mundo bien conocido por Salgari y repintado por José de Espronceda: “(…) con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela”,
Los piratas forman parte de los personajes paradigmáticos románticos y del cine contemporáneo, pero y ¿qué hacía Paulina con los personajes del siglo XVIII?, por supuesto que valen la pena esta y otras preguntas, en esta era caótica del XXI, ella está construyendo un revival capaz de poner un poco de orden en estos momentos de incertidumbre y que es su voz fresca y mirada joven los que dan soporte a este proceso.
La audaz navegante y La travesía de la cuerva negra recién se dan a la mar y quedan muchas páginas por escribir, muchas aventuras por vivir, muchos riesgos por correr, pero lo más importante ya está hecho y eso ha sido iniciar el viaje, tal y como lo hace Paulina.
Toca el turno a los piratas, lejos de estas tierras se ha revivido con éxito a los magos medievales, también a los vampiros, ahora los piratas están acechando y es seguro que nos traerán momentos llenos de aventuras que lograrán darnos renovados ánimos y motivos para no dejar de leer.
Las 316 páginas de la primera novela y las 228 de la segunda tienen el pasaporte listo, tal y como Paulina Mastretta anota en la página 196 de su primera novela: “los otros nos esperan, hay que darnos prisa”
Por mi parte deseo sellar mi Presentación con la invitación a leer, a analizar y sentir estas propuestas narrativas, les puedo asegurar que el viaje es seguro y totalmente placentero, vale la pena, para los jóvenes y para los no tan jóvenes porque todos hemos soñado alguna vez con aventuras de mares y seres fantásticos y porque aún hoy sigue valiendo la pena soñar a través de la lectura.
BIBLIOGRAFÍA
James, Henry (1947): El arte de la novela. México, Coyoacan.
Kundera, Milan (1987): El arte de la novela. España. Tusquets Editores
Rivera Garza, Cristina -Coordinadora- (2007): La novela según los novelistas. Biblioteca Mexicana. México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/ Fondo de Cultura Económica