Diario de trabajo, 22 de Octubre, 20.00 Hs.
Más temprano que tarde la violencia nos va a alcanzar a todos en Puebla;hoy le tocó a Ociel Mora ser asaltado en el transporte público, en pleno centro y a la luz del día. Hace unos meses, le robaron la camioneta a Germán Montalvo, también en el centro histórico, y a las 2 de la tarde . Todos los días, sabemos de alguien cercano o conocido que ha sido presa de la delincuencia . Lo singular es que todos estas faltas ocurren en zonas de gran movimiento y supuestamente vigiladas por la flamante “ policía de la ciudad”, cuyo nuevo parque vehicular circula con especial alegría por la ciudad o se encuentra estacionado en lugares estratégicos. Para nadie es un secreto que, pese al triunfalismo del informe del imparable alcalde de Puebla, durante el primer año de su gobierno, el caos urbano ha crecido exponencialmente, desde los baches hasta la inseguridad. La ciudad se degrada día con día y, literalmente, está hecha una ruina. Lo singular del caso de José Chedraui es que nadie se explica cómo consiguió la candidatura de Morena a la alcaldía de la ciudad, sin ninguna experiencia política previa, salvo su camaleonismo y su historial empresarial en el que sólo ha sumado fracasos , o como contrapunto, el de la directora del IMAC, cuya trayectoria lo menos que merecería es un señalamiento administrativo.
Es obvio entonces, que el abandono que sufre la ciudad no solo es producto de la ineptitud o impotencia del alcalde, sino que obedece a un proyecto que no sabemos a quién sirva o, simplemente, esté en función de inflarle los bolsillos al propio alcalde, entre lo que recibe, a trasmano, por los giros negros, el costo del bacheo, o los parquímetros, por decir algo.
Y si tal desorden le sirve a alguien, hasta dónde podemos rastrear las redes de complicidad que se tejen desde la ciudad ¿ El reciente matrimonio de un hijo de José Chedraui con una hija de Slim nos dará una pista del caso?
Aunque estamos lejos del cambio de gobierno municipal, la guerra por él ya está desatada y lo que exhibe dicha guerra son los intereses que se ciernen sobre la Angelopolis y quiénes puedan resultar beneficiarios, directa o indirectamente. Ejemplo de ello es la obstinación del gobernador poblano por imponer a su delfín, Laura Artemisa García. Si la ciudad ha crecido vertiginosamente los últimos años, ese crecimiento no solo obedece a una cuestión demográfica natural sino, especialmente, a claros intereses como la especulación territorial, entrega de concesiones e, incluso, lavado de dinero, de los que ni siquiera la UAP es ajena, con el caso de CU2.
Entonces, los poderes fácticos rigen por encima del estado de derecho, de la vida democrática y, aún, del más elemental sentido común. Y por eso , nuestros gobernantes no sólo son insensibles al reclamo ciudadano sino, también, se saben intocables. Juan Carlos Canales
