diciembre 16, 2025, Puebla, México

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Dos novelas del narco descatalogadas del mercado editorial / Gerardo Castillo-Carrillo

En el año 1967 se publica la novela Diario de un narcotraficante de Ángelo Nacaveva, bajo el sello de Costa Amic Editores. Los estudios literarios coinciden en afirmar que es quizá el primer texto de la literatura mexicana que aborda de manera directa el tema del narcotráfico. Narrada en primera persona por el propio autor, también se puede considerar una obra de autoficción. La novela relata el interés como periodista de Nacaveva por conocer el negocio del narcotráfico que empezaba a surgir en Sinaloa. La narración inicia en Culiacán, donde comenzaron a consolidarse los primeros cultivos a gran escala de marihuana y amapola. Posteriormente, la historia se ubica en Badiraguato, localiadad en la que estas plantaciones se expandieron, y justo donde tiene su origen el Cartel de Sinaloa. Fue en este territorio donde surgieron los primeros líderes o jefes del narco, encargados de resguardar la producción y el transporte de droga. Otro aspecto que también se explora en la novela es el encubrimiento por parte de figuras políticas y mandos militares, quienes ejercían control sobre esta industria.

La novela vendió de inicio alrededor de 50 mil ejemplares y tuvo varias reimpresiones; sin embargo, actualmente poder adqurirla de manera física resulta casi imposible debido a que las ediciones se encuentran agotadas desde hace años y no se ha realizado un nuevo tiraje, al ser publicada por una editorial independiente y con poca distribución. Esta ausencia en el mercado la ha convertido en un mito y en un texto difícil de localizar. No obstante, está disponible desde el año pasado en Amazon en versión digital de Kindle; esta circunstancia ha contribuido a que lectores y especialistas interesados hayan podido conocer su contenido.

Además, se sabe muy poco sobre la biografía de su autor, quien en 1981 publicó El tráfico de la marihuana, nuevamente con Costa Amic Editores, que también es un texto considerado Out-of-Print Books [libro agotado]; de hecho, la Universidad de Wisconsin posee un texto original, y en el catálogo electrónico de  algunas bibliotecas se puede consultar de manera digital. Se especula que en ambos textos Ángelo Nicaveva utilizó un seudónimo para evitar posibles problemas o represalias por la información que relata en ambas novelas. Tales elementos han contribuido a rodear tanto al autor como a su obra de un halo de misterio, lo que incrementa el interés crítico y dificulta, al mismo tiempo, la reconstrucción precisa de su trayectoria literaria.

Narcotráfico S.A. de René Cárdenas Barrios, publicada por Diana Editorial en 1977, es la segunda novela que presenta las mismas condiciones de distribución. La obra es prácticamente imposible de adqurir, el único ejemplar público está disponible en el Acervo General de la Biblioteca de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ubicada en Ciudad de México. La consulta del texto solo se puede realizar en sala, además no se permite fotocopiar el documento. El consorcio multinacional español Grupo Planeta posee el catálogo de Diana, pero en su portal electrónico no hay registro de la novela Narcotráfico S.A., tampoco de su autor, quien tradujo más de cincuenta títulos para Diana Editoral; en particular de escritores policiacos como Carter Brown, Edward Sydney Aarons y Fredric Brown.

En Narcotráfico S.A. se realiza un análisis crítico entre los vínculos del crimen organizado y las estructuras del Estado. Brazzo, el protagonista, es un investigador incorruptible, con principios de honestidad y lealtad nacional, y desde su posición, como jefe antidrogas, organiza diversas acciones orientadas a desmantelar redes de narcotráfico que se despliegan de la frontera norte de México hacia EE.UU. Sin embargo, la novela no busca exaltar la eficiencia de las fuerzas policiales; por el contrario, deja al descubierto que la criminalidad se configura como un entramado autónomo, paralelo y estrechamente asociado con el poder político, aspectos que de manera histórica han sido una constante en los regímenes gubernamentales del país.

El éxito editorial que, hace más de una década, alcanzaron escritores como Arturo Pérez-Reverte con La reina del sur, Élmer Mendoza con la saga de Edgar, el “Zurdo” Mendieta o Juan Pablo Villalobos con Fiesta en la madriguera, contribuyeron a que la literatura del narco se posicionara en el mercado como un producto editorial rentable, reduciendo la complejidad del fenómeno a dinámicas de carácter mercantil. Si bien pudiera suponerse que novelas como Diario de un narcotraficante o Narcotráfico S.A. no fueron escritas con la intención de vender o entretener, desafortunadamente aún en la actualidad pasan desapercibidas para el mercado editorial, pese a su valor histórico y literario.