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28 Marzo 2024, Puebla, México.

 “El INE no se toca”, defensa masiva en contra de reforma electoral

Ciudad /Gobierno /Política | Crónica | 13.NOV.2022

“El INE no se toca”, defensa masiva en contra de reforma electoral

Miles de poblanos tomaron las calles en defensa del INE y en rechazo a la reforma electoral que promueven el presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena

Este no fue un domingo normal en Puebla. Aquí, como en muchos rincones del país miles de ciudadanos marcharon por las calles para protestar en contra de una polémica reforma electoral que promueven el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena.

Los inconformes desplazaron a las familias que tradicionalmente salen a pasear los domingos por la avenida Reforma. O mejor: familias completas trasladaron sus dominicales reuniones familiares a una protesta, como si las discusiones políticas vinieran ocupando desde hace años las mesas y sobremesas de los poblanos.

Miles desconfían de que el presidente mexicano pretenda cambiar un sistema electoral con el que él mismo y Morena se hicieron del poder federal y de varias gubernaturas, alcaldías, diputaciones y senadurías. Aunque es también el mismo sistema del que, sin pruebas, López Obrador se ha quejado de que le fue arrebatada la presidencia en las elecciones de 2006.

Así lo decían en sus pancartas: «El INE es producto de mis luchas. No le voy a ceder al gobierno su manejo. No hay manera».

Juan José, uno de los manifestantes que salieron a las calles cuestiona que «si con ese INE ganó la presidencia, ¿por qué el presidente lo quiere cambiar?». La misma pregunta que se hizo José Woldenberg, primer titular del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), en texto publicado el 9 de noviembre en Nexos: «¿Por qué el presidente y su partido quieren destruir el sistema electoral tal y como hoy lo conocemos si ellos se han beneficiado del mismo?»

Él, un hombre delgado con cabello entrecano y piel quemada por el sol, se niega a decir a qué se dedica y sus apellidos, pero asegura que el desmantelamiento del INE comenzó desde que el 12 de noviembre la Cámara de Diputados aprobó un recorte de casi 5 mil millones de pesos para el organismo electoral en medio del constante golpeteo al que López Obrador ha sometido a los consejeros electorales.

De concretarse, el recorte compromete la posibilidad del INE para cumplir con sus funciones en 2023, año en el que debe organizar las elecciones de Coahuila y el Estado de México, y comenzar a organizar, a partir de septiembre, la elección presidencial de 2024.

Los cambios constitucionales que plantea el oficialismo y que aún son propuesta han logrado sacar a las calles a políticos poblanos como los diputados federales Ana Teresa Aranda, una experimentada militante del PAN; a Mario Riestra, a quien aún no abandona su pasado morenovallista; Augusta Díaz de Rivera, la dirigente local de Acción Nacional, identificada como la representante del panismo poblano más conservador, y los también legisladores Carolina Beauregard y Humberto Aguilar Coronado.

Este último aseguró que le queda la sensación de que «tenía mucho que puebla no se manifestaba» y consideró que el de. López Obrador es «un discurso mentiroso que pretende construir un nuevo ente al servicio del gobierno federal con consejeros a modo».

Revueltos, pero no juntos, participaron Blanca Alcalá Ruiz, diputada federal y vicecoordinadora de la bancada del PRI en San Lázaro, y los legisladores locales Isabel Merlo Talavera y Charbel Jorge Estefan Chidiac, que carga el más reciente escándalo en el que se ha visto envuelto Alejandro Moreno Cárdenas, el dirigente nacional priista, quien le habría cobrado 20 millones de pesos por un cargo de elección popular.

Quizá por eso, por la participación de Estefan Chidiac, fue que al PRI se le ubicó en la cola del contingente, aunque Néstor Camarillo, el dirigente estatal, dijo que fueron invitados por la agrupación Sí por Puebla para ir al frente, pero decidieron quedarse hasta atrás para no desvirtuar…, el caso es que los priistas se negaron también a firmar un compromiso para defender al INE promovido por Acción Nacional, porque «nuestra palabra basta», dijo el dirigente estatal Néstor Camarillo Medina.

Mas la movilización no sólo fue de políticos: hubo personas de la tercera edad que salieron en sillas de ruedas, en muletas o incluso llevando a sus perrhijos. Su objetivo fue uno: ejercer el derecho a manifestarse, a opinar, a reunirse, a disentir y a repudiar, bajo el lema «el INE no se toca», las reformas del gobierno federal.

 

La avenida Reforma, una de las más importantes de la ciudad de Puebla, se vio llena por momentos de banderas de México que ondeaban mientras sus portadores entonaban el Himno Nacional Mexicano. Algunos, con vestimenta de los colores del INE, otros sin esos motivos, pero con un mismo grito: “¡El INE no se toca!”.

Todo comenzó en el Paseo Bravo donde se dieron cita los convocados por las organizaciones Unidos por Puebla, Frente Cívico Nacional Poblano, UNE, Futuro XXI, Poder Ciudadano, Frena Puebla y México Unido. Aunque la salida estaba programada para las 11 horas, el deseo de empatar con la nacional ocasionó un retraso de al menos 15 minutos.

La marcha concluyó en el zócalo de Puebla, frente al palacio municipal en donde despacha el alcalde panista Eduardo Rivera Pérez, donde el dirigente de Sí por Puebla, Moroni Pineda, dijo que más de 30 mil personas mostraron su rechazo a que se cambie el INE, y se dio vuelo cantando el Cielito Lindo, una popular canción mexicana compuesta en 1882 por el músico Quirino Mendoza y Cortés, y que es ya uno de los himnos populares de los mexicanos.

Y aunque la multitud le respondió e hizo coro, lo que cobraba su atención eran las arengas no sólo contra los cambios al INE, sino contra «el tirano que prefirió invertir en Dos Bocas; y hacer un daño ecológico irreparable con el Tren Maya», dijo Ana María Palmeros.

Ella, su encendido discurso, generó las mayores reacciones de aprobación entre la gente que tras recorrer las siete cuadras que separan el Paseo Bravo del Zócalo se fue reuniendo afuera del palacio municipal: «Hoy inicia, dijo, una nueva batalla contra el tirano que ha traicionado a México retirando recursos a enfermos con cáncer, otorgando dinero a elefantes blancos». 

La plaza le respondió con gritos de «Fuera AMLO, Fuera Morena» y ella siguió. Trajo al presente, por si a alguien ya se le había olvidado, que «Andrés Manuel López Obrador ya perdió en la Reforma Eléctrica, y auguro que tendrá otro fracaso porque el INE no se toca».

Lejos estuvo de ser una marcha totalmente fifí: hubo desde amas de casa hasta estudiantes y niñas que se desgañitaban para responder las arengas de sus padres en contra de una reforma que ya se debate en comisiones en la Cámara de Diputados, e incluso el rector de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín, que consideró que la reforma borra la independencia de los consejeros electorales, y Carlos Martínez Amador, dirigente estatal del PRD, quien afirmó que su bancada en San Lázaro votará en contra de la reforma electoral.

Como anécdota queda que algunos simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador intentaron impedir que el contingente llegara al Zócalo, pero esta vez no fueron mayoría y no les llegaron refuerzos. Todo quedó en gritos, jaloneos y escupitajos.

Y la marcha se hizo del zócalo.