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19 Abril 2024, Puebla, México.

Apuntes sobre la intervención francesa  /  Gerardo Pérez Muñoz

Sociedad | Opinión | 9.MAY.2023

Apuntes sobre la intervención francesa  /  Gerardo Pérez Muñoz

 

Habitantes de Puebla, no es Francia quien les hace la guerra, es el Imperio… estoy a vuestro lado… Ustedes y yo combatimos al Imperio, ustedes en vuestra patria, yo en el exilio. Víctor Hugo

 

Los antecedentes

 

Durante el gobierno del liberal Ignacio Comonfort, se promulgó la Constitución de 1857 que dio lugar a la llamada Guerra de Reforma o Guerra de los Tres Años (1858-1861), entre los liberales y conservadores, culminando con la derrota   de éstos últimos y la instauración del gobierno liberal de Benito Juárez. Algunos de los derechos que consagro la constitución, fueron entre otros, la libertad e expresión, la libertad de asamblea, la abolición de la esclavitud, eliminó la posibilidad de ir a prisión por deudas civiles, así como las formas de tortura pena de muerte. Así mismo, la constitución del 57 promulgaba la división de poderes, (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y proponía que los integrantes del Poder Judicial fuesen electos por el voto popular y evidentemente, la separación de la Iglesia y el Estado.

Un años antes de la promulgación de la constitución, se aprobó y decretó en junio de 1856 la llamada Ley Lerdo por Miguel Lerdo de Tejada (Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de Corporaciones Civiles y Eclesiásticas) que representó un golpe a la Iglesia y en particular a sus bienes, pero esta ley, afectó la propiedad colectiva de los pueblos y comunidades indígenas.

El Papa Pío IX se pronunció en contra de la nueva constitución y el Arzobispo, Lázaro de la Garza Ballesteros anunció que ningún católico debía suscribirla. Muchos sectores conservadores iniciaron un movimiento en contra de la constitución y en contra del partido Liberal.

Para 1861, tanto la Cámara de Diputados cono el presidente Benito Juárez emitieron la Ley de suspensión de pagos de México en la cual se suspendía por dos años el pago de la deuda que México tenía con Inglaterra, Francia y España. Este fue el pretexto perfecto que buscaba Francia y sobre todo Napoleón III para expandir su poder. Napoleón partía de la premisa de que los Estados Unidos estaban inmersos y consumido por su guerra civil, Napoleón pensaba que era factible su sueño de restaurar la presencia francesa en el continente americano y ponerle un dique al expansionismo gringo y su doctrina Monroe.  Hay que recordar que en la segunda mitad del siglo XIX se comenzó a hablar y popularizar en Francia la denominación de América Latina para nombrar a nuestro continente, término políticamente muy bien utilizado por Napoleón para contraponerlo a la de Hispanoamérica o Iberoamérica, en un momento clave de los procesos de independencia de las antiguas colonias españolas en el continente.

 

 Prolegómenos de la Intervención Francesa 

Inicialmente Inglaterra, Francia y España, firmaron el tratado de la Convención de Londres, en el cual acordaron enviar tropas militares al territorio mexicano para cobrar sus deudas. El acuerdo no se lleva a cabo debido a que España e Inglaterra desistieron al llegar a un acuerdo con el gobierno mexicano a través de los Tratados de Soledad. Solo Francia, a pesar de haber firmado dichos acuerdos y con la mira puesta en extender sus dominios en América, trató de instaurar una monarquía en territorio mexicano, en contubernio con los conservadores mexicanos.  ¿Cuánto se le debía a cada país?: 69 millones a los ingleses, nueve millones a los españoles y dos millones a Francia. Total de la deuda: 80 millones de pesos.

El 16 de abril de 1862 el General Juan Prim, Jefe de la Fuerzas Españolas le escribió al General Ignacio Zaragoza que no habiéndose puesto de acuerdo los representantes de los tres países, solo los españoles e ingleses aceptarían los términos que Juárez decretara en los Tratados de la Soledad y se reembarcarían de regreso a casa. También puso en alerta a Zaragoza que los franceses no aceptaron y que exigían pronto el pago pues se veían amenazados por los Prusianos con una guerra, y no tenían con que solventarla, por lo cual comenzarían una invasión hacia la capital de la República Mexicana.  

Después del fracaso de los Tratados y el retiro de las flotas española e inglesa, el ejército francés al mando del general Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez, sale de Orizaba, Veracruz rumbo a la capital. Lorencez había llegado envuelto en un áurea de triunfos y victorias en Argelia y Sebastopol. Era la personificación de la insolencia y la subestimación al enemigo. Lorencez le envía un telegrama al Mariscal de Lannes, en el que le dice: Somos tan superiores a los mexicanos en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que le ruego anunciarle a Su Majestad Imperial Napoleón III, que a partir de este momento y al mando de nuestros 6000 valientes soldados, ya soy dueño de México.

Cuando Lorencez desembarcó en Veracruz, venían con él los mexicanos José María Gutiérrez de Estrada, Juan Nepomuceno  Almonte, hijo de José María Morelos y a quien más tarde los franceses reconocerían como el Jefe Supremo Interino de la nación Mexicana; los poblanos, Francisco Xavier Miranda, cura del sagrario metropolitano de Puebla condenado al destierro por conspirar contra del gobierno liberal y e lex ministro de Hacienda en el gobierno de Santa Anna, Antonio de Haro y Tamariz quién en 1856 encabezara un levantamiento armado contra el gobierno de Ignacio Comonfort. Todos ellos integrantes del partido conservador y quienes fueron los encargados de negociar en las cortes europeas el apoyo a la intervención francesa y el establecimiento de una monarquía en México.

Zacapoaxtla la conservadora. En diciembre de 1855 y bajo la dirección del cura de Zacapoaxtla, Francisco Ortega y García, se dio un levantamiento conservador tras la promulgación de las leyes liberales. A esta revuelta se unió Antonio de Haro y Tamariz y un mes después tomó la ciudad de Puebla estableciendo en ella un gobierno militar que fue reconocido por el obispo de la curia poblana, Antonio Pelagio Labastida y Dávalos.  El sacerdote poblano Francisco Xavier Miranda fue el principal impulsor del imperio mexicano en las cortes europeas y pugnaría por la intervención imperial. La Iglesia poblana era propietaria aproximadamente de la mitad de los bienes raíces de la ciudad por lo que poseía un gran poderío económico y tenía un gran influjo social debido a que tenía bajo su control las instituciones asistencialistas como los hospitales y las instituciones educativas, lo cual la acercaba a diversos sectores sociales. El obispo Pelagio y Dávalos se entrevistó en 1862 en Trieste, Italia con Maximiliano para invitarlo a venir a gobernar México. Posteriormente viajó a Italia para entrevistarse con el papa Pío IX, quien lo nombró arzobispo de México. Maximiliano de Habsburgo llegaría a nuestro país en mayo de 1864. 

El mito del Batallón de Zacapoaxtla. En ese entonces el distrito de Zacapoaxtla abarcaba poblaciones hoy son municipios, tales como Xochiapulco, Tetela, Zacapoaxtla, Cuetzalan, Xochitlán, Nauzontla, entre otros municipios. Se le llamó Batallón que Zacapoaxtlas por pertenecer a dicho distrito. El contingente más numeroso del Batallón fue el de Xochiapulco, liderado por Juan Francisco Lucas. Se menciona que este batallón fue el primero en entrar en combate contra los franceses. De acuerdo al etnohistoriador Venancio Aguilar Patlán, el sexto Batallón de Guardia Nacional del Estado de Puebla…estaba integrado en dos terceras partes por habitantes del distrito de Tetela de Ocampo (específicamente del municipio del mismo nombre) y una tercera parte por habitantes del Distrito de Zacapoaxtla (la mitad del municipio de Xochiapulco y la otra mitad de los municipios de Zacapoaxtla y Cuetzalan). La gran mayoría de los 400 milicianos que integraron el mencionado batallón eran de origen indígena.

Aguilar Patlán también menciona en su texto El mito de los Zacapoaxtlas que el municipio de Zacapoaxtla no merece toda la gloria o crédito sobre la batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862, ya que en ese momento sus autoridades eran abiertamente conservadoras y partidarias de la intervención Francesa, y además  durante el periodo de 1862 a 1867, dieron su total apoyo tanto a franceses como a austriacos.

El Juan negado. En la batalla del 5 de mayo participó el Sargento Segundo Juan Galindo de origen nahua, ex combatiente en contra de la intervención yanqui a nuestro país y héroe de la batalla de Tecacalango en 1866 en la que derrotó una columna de 100 Zuavos con sólo 9 compañeros.  Es el cuarto Juan al que no se le ha reconocido y reivindicado públicamente como se lo merece.

Francisco Agustín Dieguillo, el masehual que participó en la batalla del 5 de mayo.  Otro participante indígena importante en dicha batalla, lo fue sin dudad el cuetzalteco, Pala Agustín Dieguillo. Tiempo después de la batalla de Puebla. se encargó de organizar una compañía de 100 indígenas de Cuetzalan para luchar bajo las órdenes de Juan N. Méndez en la resistencia patriótica Serrana.

 5 de Mayo de 1862. Parte de Guerra de Zaragoza. Las armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria: el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del Cerro de Guadalupe, que atacó por el oriente de izquierda y derecha durante tres horas: fue rechazado tres veces en completa dispersión y en estos momentos está formado en batalla, fuerte de más de 4,000 hombres, frente al cerro de Guadalupe, fuera de tiro. No lo bato, como desearía, porque el Gobierno sabe (que) no tengo para ello fuerza bastante. Calculo la pérdida del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe en su ataque, en 600 o 700 entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros. Sírvase vd. dar cuenta de este parte al C. Presidente.

 

Hay que quemar Puebla. Esta ciudad no tiene remedio

 

 Dos días después del triunfo sobre los franceses, Zaragoza le escribía a Benito Juárez lo siguiente:

 "En cuanto al dinero, nada se puede hacer aquí porque esta gente es mala en lo general, y sobre todo muy indolente y egoísta (…) Hoy no he podido completar ni para un día de socorro económico que importa $ 3 700 porque sólo tiene la comisaría $ 3 300. La fuerza está sin socorro desde el día 5 y casi sin rancho.  Qué bueno sería quemar a Puebla. Está de luto por el acontecimiento del día 5; esto es triste decirlo; pero es una realidad lamentable."  De la historia de México, 1810-1938, documentos fundamentales, ensayos y opiniones, del extraordinario historiador mexicano Jesús Silva Herzog, editado por Siglo XXI.

En Septiembre de 1882, cuatro meses después de la épica batalla del 5 de mayo y de haber derrotado al mejor ejército del mundo, el General Ignacio Zaragoza moría contagiado de Tifus a los 33 años de edad.

El 11 de septiembre de 1862, el presidente Benito Juárez emitió un decreto para cambiar el nombre de Puebla de los Ángeles a Puebla de Zaragoza, en honor al héroe de la batalla del 5 de mayo.

La primera conmemoración de la batalla. Un año después, en 1863, se realizó la primera celebración del cinco de Mayo en Estados Unidos, en donde vivían mexicanos en California, recordaron la fecha y la gesta histórica.

El sitio de Puebla.  Hace 140 años, las tropas Francesas sitiaron la ciudad de Puebla, el sitio duró 62 días. Fue del 16 de marzo al 17 de mayo de 1863, y el mando estuvo esta vez a cargo del general Zacatecano, Jesús González Ortega. En mayo de 1863 la ciudad de Puebla cayó ante los franceses después de un sitio de 62 días. El ejército francés fue recibido por los miembros de la Iglesia y la burguesía conservadora en la catedral de Puebla donde se cantó un Te Deum por la gloria conquistada.

Xochiapulco, la dignidad de un pueblo.  Ante una de las últimas ofensivas  del ejército invasor y sus compinches mexicanos al mando del conde de Thum, los habitantes de Xochiapulco  decidieron quemar sus chozas antes de caer en manos de las tropas invasoras un 4 de agosto de 1865. Se dice que los habitantes quemaron un poco más de 300 chozas. Fue el general Juan Francisco Lucas, quién empezó a quemar su choza para poner el ejemplo.

El inicio del fin. En enero de 1886, el emperador francés Napoleón III anuncia que le retirará el apoyo militar y económico a Maximiliano de Habsburgo debido a que la resistencia en el resto del territorio mexicano no cesaba y que ya había consumida una gran parte del tesoro francés. Se calcula que la deuda externa de México que se cifraba en 65 millones en 1863, se triplicó durante el Imperio de Maximiliano.

Un 2 de abril de 1867, en la capital Poblana, el ejército mexicano al mando de Porfirio Díaz, derrotan a las tropas del Segundo Imperio Mexicano. Fue el fin del imperio monárquico y la derrota de los conservadores mexicanos.

 

A manera de conclusión

 

¿A 161 años de la intervención Francesa, debemos preguntarnos si realmente somos un país y pueblo soberano con la enorme loza que cargamos del pago de intereses del pago de la deuda pública, interna y externa? Este año, las y los mexicanos, pagaremos un billón 79 mil millones de pesos de intereses de la deuda.

De acuerdo a la Secretaría de Hacienda en un informe de septiembre del año pasado, cada mexicano nos toca aportar 118 mil pesos por persona y año para el pago de los intereses.

Para le próximo año y de acuerdo a los precriterios presentados por Hacienda, la deuda subirá a 1.121 billones  de pesos.

¿Realmente somos un país y pueblo soberano cargando en nuestras espaldas el neocolonial T-MEC que le da más derechos a la empresas que a los pueblos?

A pesar de que fueron los pueblos indígenas los que en su mayoría lucharon en contra del ejército Frances, siguen siendo los más pobres de los pobres y siguen luchando y resistencia en contra de las nuevas formas de conquista, despojo  y colonialismo de sus territorios y bienes comunes: minería a cielo abierto, gasoductos, devastación de sus ríos y bosques; en síntesis, siguen luchando contra los proyectos de muerte o megaproyectos. Y a pesar de que dieron su sangre y su vida para defender la patria, hasta ahora no se les ha hecho justicia.

La gran mayoría de los habitantes de los municipios que lucharon contra los franceses, viven actualmente en la pobreza, la miseria y la marginación. Lo bueno es que cada año, el 5 de mayo y en un desfile que ya forma parte de la sociedad y cultura del espectáculo (Guy Debord, dixit), nos acordamos de ellos y calmamos nuestra consciencia y nuestro efímero y líquido patrioterismo.  Ocupamos como estado, el nada honroso tercer sitio con el mayor porcentaje de población en situación de pobreza. CONEVAL, 2020   

Me despido con una frase atribuida al Profesor y general, Juan Crisóstomo Bonilla.

Los indios de Tetela no temblamos ni de hambre, ni de frío ni de miedo.

 

Bibliografía:

Etnohistoriador,  Venancio Armando Aguilar Patlán, El mito de los Zacapoaxtlas.

Mtra. Donna Rivera Moreno, Xochiapulco: una gloria olvidada.

Taller de Tradición Oral de la Sociedad Agropecuaria del CEPEC. Tejuan tikintenkakiliayaj in toueyitatajuan. Les oíamos contar a nuestros abuelos,  etnohistoria de San Miguel Tzinacapan.