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16 Septiembre 2024, Puebla, México.

La lucha es por la vida /  Gerardo Pérez Muñoz

Naturaleza y sociedad /Política /Gobierno | Opinión | 3.AGO.2023

La lucha es por la vida /  Gerardo Pérez Muñoz

        

 El capitalismo envenena el agua, la tierra, el aire y el alma de la gente. Eduardo Galeano.

 

 En días pasados, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres. declaró lo siguiente:  

 El aire es irrespirable. El calor es insoportable. Y el nivel de ganancia de los combustibles fósiles y la inacción climática es inaceptable. Las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias que huyen de las llamas, trabajadores que se desploman bajo un calor abrasador. El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es solo el comienzo.

Lo que no dijo el secretario general, es ¿quiénes han estado y están envenenado el aire, el suelo, los océanos, el agua…? ¿Qué empresas y gobiernos son los beneficiarios y ganones de esta destrucción socioambiental que atenta contra nuestra propia existencia como especie, como ya muy bien lo documentó el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas? En el 2001, el principal responsable del informe de ese año, Michael E. Mann, declaró La conclusión es que nos quedan cero años para evitar un cambio climático peligroso, porque ya está aquí. ¡Esto fue hace 22 años!

 

Los cinco países más contaminantes del mundo son: China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón. Estos países emiten el 55% del bióxido de carbono (CO2) del mundo, pero también emiten otro tipo de gases de efecto invernadero, como el metano, óxido nitroso y los clorofluorocarbonos. (Comisión Europea). En términos históricos, Estados Unidos es el gran responsable, de la mayor parte de las emisiones históricas acumuladas, ya que por décadas ha dependido de la quema sin restricciones de carbón, petróleo y gas para impulsar sus industrias y su crecimiento económico. En este ranking, nuestro país contribuye con el 1.1% de las emisiones de dióxido de carbono y ocupamos el lugar número 15 a nivel mundial.

 

En nuestro país la contaminación se da fundamentalmente por la generación de electricidad y el transporte, según datos oficiales,  que son los principales responsables de la emisión del 70% de gases de efecto invernadero. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los Costos Totales por Agotamiento Ambiental (CTDA), en 2021 ascendieron a 1, 177, 969 millones de pesos, monto equivalente al 4.6% del Producto Interno Bruto (P.I.B.) En 2020, las emisiones al aire representaron el mayor costo al ambiente al situarse en 611 mil 235.3 millones de pesos, le siguen los costos por degradación del suelo con 163 mil, 807.4 millones de pesos y los residuos sólidos urbanos (basura), representaron 87 mil, 019.3 millones de pesos. (INEGI-2020)

 

Pero no son sólo los grandes países-económicamente hablando- los que más contaminan, sino también sus grandes y protegidas empresas, en particular, la de las energías fósiles, que tampoco se atrevió a mencionar el secretario general de la ONU.

 

Las seis empresas más contaminadoras de mundo: Saudi Aramco, Chevron, Gazprom, ExxonMobil, National Iranian Oil,BP,Royal Dutch Shell, que forman parte del gobierno corporativo mundial. A lo que hay que agregar las empresas contaminantes de plástico que ya no sólo lo encontramos en los océanos, sino también en las montañas, como el Himalaya o los polos. Parece chiste de muy mal gusto que la próxima Cumbre del Clima de Naciones Unidas de 2023 (COP28) que se celebrará a fines año en Dubai (Emiratos Árabes Unidos).

 

Empresas y marcas campeonas en contaminación por plástico: Coca Cola, Pepsico, Nestlé, Unilever, Mondelēz Internacional, P&G (Procter & Gamble) Philip Morris, Danone, Mars y Colgate-Palmolive. 

 

            Cambio climático vs. cambio del sistema. Fue el ex presidente estadounidense George W. Bush, quién puso en marcha una estrategia de comunicación para suavizar la grave problemática socioambiental provocada por la insaciabilidad de ganancias a costa de la devastación ambiental, del despojo de los territorios, agua y bienes comunes a los pueblos; en síntesis, a la vida. por parte del gran capital transnacional y nacional que le llamó eufemísticamente, cambio climático. En la cumbre sobre cambio climático llevada a cabo en Copenhague, Dinamarca en diciembre del 2009, el comandante Hugo Chávez, sentenció: No cambiemos el clima, cambiemos el sistema y en consecuencia empezamos a salvar al planeta. Premisa fundamental y válida en estos tiempos apocalípticos y de policrisis. En no pocas ocasiones, solamente luchamos en contra de los efectos, pero no de las causas de esta máquina y sistema de muerte, llamado capitalismo salvaje, causante de la situación actual.  

 

            En julio del año pasado, el generosísimo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden y su gobierno, gritaron a los cuatro vientos que iban a dedicar la fabulosa cantidad de 2 mil 300 millones de dólares a combatir el calor extremo y otros efectos nocivos del cambio climático, pero ni un dólar para frenar a sus industrias de combustibles fósiles. En un claro mensaje de doble moral, su gobierno mandó al Congreso un presupuesto militar por 886,000 millones de dólares que ya fue aprobado por la Cámara de Representantes. No podemos perder de vista, entre las corporaciones más contaminantes, devastadoras ambientalmente y grandes consumidoras de energía fósil, al Pentágono norteamericano y sus 750 bases militares repartidas en 80 países pero que de acuerdo a algunas organizaciones internacionales, estiman en 845 bases en más de 90 países. (https://apalancado.com.mx/2023/02/27/)

 

El 1% de los más ricos del pobre

            ¿Quienes consumen más energía y recursos naturales?  Según un estudio realizado por Oxfam-Intermón, los grupos de población (clases sociales) más pobres son los menos responsables de la crisis climática, mientras que quienes acumulan mayor índice de riqueza siguen teniendo las cuotas más altas de contaminación.

           

            El 1% más rico de la población mundial ha sido y es responsable de más del doble de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es una de las conclusiones vertidas en el informe Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono, en el que se detalla el impacto de las desigualdades sociales en las emisiones de carbono y esto se repite en nuestro país, estados y municipios. No es lo mismo el consumo energético de una persona o familia que vive en Lomas de Angelópolis, que una familia o persona que vive en Azumiatla, por poner un ejemplo.

           

            México en la órbita de la devastación ambiental. Nuestro país está inmerso en esta marea y ola de la devastación ambiental: contaminación de ríos, acuíferos y costas, agroindustrias, deforestación y tala, mafias inmobiliarias y urbanización salvaje, acaparamiento de agua por parte de grandes industrias, minería a cielo abierto;50 infiernos ambientales de acuerdo a la directora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (CNHCyT). Todo lo anterior con el corolario de la violación a principios y derechos no solo de los  pueblos originarios, sino de todas y todos los ciudadanos: violación a un medio ambiente sano, a la salud, a la alimentación, al gua, a la vivienda, etc. Seguimos inmersos dentro del modelo económico neoliberal y en particular, del modelo extractivista con su impuso a megaproyectos que destruyen el hábitat que se formó durante cientos y miles de años, en aras de una quimera llamada progreso, desarrollo o modernidad. Nuestros derechos, en muchas ocasiones, son letra muerta, enunciados  en un librito llamado constitución.

 

            El caso Tren Maya y el Tribunal de los Derechos de la Naturaleza. La semana pasada, el Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza emitió una sentencia que condena al Estado y al gobierno mexicano, a suspender de inmediato la construcción del Tren Maya en la península de Yucatán por los crímenes de ecocidio y etnocidio provocados por la obra.

De acuerdo al Tribunal, el Tren Maya lesiona derechos al agua como fuente de vida, a la salud integral y a estar libres de contaminación, polución y desechos tóxicos o radioactivos. Es necesario y urgente reconocerle derechos a la madre naturaleza y obviamente al agua, como seres vivos, en sintonía  con nuestros pueblos originarios y dejar d considerarlos como vulgares mercancías. El Tribunal le recuerda al gobierno de México que, Estos derechos están reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra.

 

            Caso Corredor Interocéanico. Recientemente, estuvieron en el Istmo de Tehuantepec una Misión Civil de Observadores de Derechos Humanos, con el objetivo de documentar lo que pasa en esa franja del territorio nacional. La  Misión concluyó lo siguiente: que con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) están ocurriendo violaciones a los derechos humanos de las personas habitantes de estas zonas y a quienes defienden los derechos colectivos de las comunidades indígenas. Violaciones a su derecho a la información, a su participación, a su libre determinación, al territorio, a un medio ambiente sano y a la identidad cultural. Los habitantes de este territorio les narraron a los integrantes de la misión que no se llevó a cabo una consulta previa, libre e informada de acuerdo con lo que establecen los estándares nacionales e internacionales; violaciones a la vida, la integridad, la libertad personal y la libertad de expresión, entre otras, debido a las agresiones físicas, hostigamientos y criminalización que están viviendo, sobre todo quienes están liderando la lucha por la naturaleza, la tierra y el territorio. Violaciones que en Puebla nos suena muy familiar.

 

            Que tanto nos interesa el medio ambiente y el agua? Hace unos días, el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República dio a conocer la Encuesta Nacional de Agenda Legislativa (Enale) 2023. Lo primero que llama la atención es que ante la pregunta ¿Cuál es el principal problema del país que deberían atender las y los senadores? La respuesta fue: la inseguridad con un 42% y el medio ambiente quedó en un lejano 14avo lugar con el 1%.  En el apartado ¿Cuáles serían los tres problemas ambientales que se deben atender con mayor urgencia mediante leyes más completas y estrictas?, las respuestas fueron: La escasez del agua (53%), le sigue la contaminación del aire (39%), recolección, separación y reciclaje de basura con el 35%; La contaminación de ríos y mares se lleva un 35% también, la contaminación del campo por químicos y pesticidas (28%), al igual que la deforestación de bosques y al final con un 14%, la extinción de especies animales. Lo que demuestra que estamos muy lejos de entender,  comprender y tener plena consciencia de lo que está sucediendo en el ámbito de la problemática socioambiental y sobre todo, actuar en consecuencia.

 

            El pasado primero de agosto se conmemoró el Día de la Pachamama, es por ello que me despido citando al vice presidente de Bolivia e integrante del pueblo aimara, David Choquehuanca, quien dijo: Nuestros abuelos nos han dicho que la última batalla del capitalismo y del imperialismo la van a hacer contra los pueblos indígenas y la van a perder. La cultura de la vida se va a sobreponer a la cultura de la muerte. (La Jornada, 29/7/23).