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24 Abril 2024, Puebla, México.

Río Sul y la restauración posible del río: reflexiones sobre una clausura

Naturaleza y sociedad /Economía /Gobierno | Noticia | 17.JUN.2021

Río Sul y la restauración posible del río: reflexiones sobre una clausura

 

El miércoles 16 de junio, ayer. La autoridad estatal del agua (el SOAPAP y la Secretaría de Medio Ambiente), tras una larga jornada de inspección, clausuran la fábrica textil Río Sul, en el parque industrial Resurrección, un hecho que no habíamos visto en mucho tiempo pero que no alcanza a ser noticia este jueves 17. Resalta el hecho de que la autoridad estatal no recurre a las infracciones cometidas a las leyes y normativas federales, sino que se funda en las leyes vigentes en el estado y en el municipio de Puebla.

Los motivos de la clausura: por no tener autorizada la planta, no tener autorizado recibir agua de otras fábricas, tener descargas clandestinas y no probar la disposición final de aguas residuales.

 

 

 

Es decir, por cometer delitos ambientales y operar por completo fuera de las normas mínimas establecidas por la ley. La clausura se da al margen de las autoriades federales y municipales en materia de agua y medio ambiente. Ello importa: no es la accion orquestada del conjunto de las autoridades  responsables en todos los niveles de gobierno.

 

Una primera y muy simple interrogante: ¿por qué no es noticia la clausura por contaminación de una fábrica textil lavadora de mezclilla y productora de 950 mil prendas al mes? ¿Ceguera de los medios de comunicación? ¿Flojera simple y llana por no seguir a lo largo del día el resultado de una inspección nada rutinaria? ¿O ilustración de fondo de la importancia que nuestra sociedad le da a la catástrofe ambiental?

La inspección en Río Sul sí que fue noticia el miércoles a mediodía: los portales y noticiarios dieron cuenta de la clausura de la planta de tratamiento y subrayaron el resultado de las pruebas de laboratorio del agua de la pipa contratada por el empresa Río Sul y descargadas ilegalmente el 30 de mayo en un campo de beisbol frente al estadio Cuauhtémoc el 30 de mayo pasado, dadas a conocer por las mismas autoridades (Agua que descargan las textileras al río Alseseca lleva cólera). Pero nada sobre la clausura de la fábrica entera ya entrada la noche de ese mismo miércoles.

 

Pero el hecho sí que es extraordinario: SOAPAP, acompañada de la SMA inspecciona la operación de la textilera Río Sul y destermina su clausura. ¿Qué significado tiene esto desde una perspectiva de una política de Estado decidida a terminar con la sistemática comisión de delitos ambientales por las industrias instaladas en la Cuenca Alta del Atoyac?

¿Es una mera llamarada de petate?

¿O permite vislumbrar la posibilidad de una verdadera acción de Estado hacia la restauración de la Cuenca Alta del Atoyac?

 

Río Sul: los hechos

 

Esta semana la autoridad estatal del agua ha tenido en la mano los resultados del análisis de laboratorio realizado a los lodos del terreno del campo de beisbol frente al Cuauhtemoc, que arrojaron dos cosas: parámetros rebasados en coliformes y salmonelas y ausencia de residuos químicos provenientes de procesos productivos industriales, tal como se demuestra aquí:

 

 

Con estos resultados, la autoridad realiza este miércoles 16 un visita de inspección a la empresa Río Sul. Una vista de lo que ayer a mediodia encontraron queda documentada en los medios por la vía de un celular de los inspectores:

 

 

 

Y la reseña gráfica desde el mismo celular de alguno de los inspectores:

 

 

 

Río Sul: la clausura

 

Los inspectores al final del día clausuran la empresa fundados en estos hechos: 

Por no tener autorizada la planta de tramiento con un proyecto validado por el SOAPAP, tal como lo establece el CORAMUN del municipio de Puebla

Por no tener autorizado recibir agua de otras fábricas, en este caso del pozo autorizado por CONAGUA e la empresa Textiles Sermex, S.A.de C.V.

Por tener descargas clandestinas, tal como se probó en la inspección del colector de la calle Antiguo Camino a la Resurrección en un operativo del SOAPAP realizado el 3 de junio pasado.

Por no probar la disposición final de aguas residuales de la planta de tratamiento.

 

Lo prescrito en la Ley del Agua del Estado de Puebla:

Art.23, Fracción XIV:

Art 122, Fraccions VI y VII:

 

 

Código Reglamentario del Municipio de Puebla:

 

Río Sul: los antecedentes

 

El antecedente se encuentra en la detección en flagrancia de un pipa-tanque de la empresa pipera Palacios que descarga aguas residuales de la textilera Río Sul en las inmediaciones del estadio Cuauhtemoc el 30 de mayo pasado. Tal como lo relatamos en mundo Nuestro.

 

Río Sul y su crimen contra el Atoyac: de qué estamos hablando / Primera parte

 

El contexto es el de la operación irregular de esta empresa texilera que para sus procesos productivos se abastece de un pozo cuyo titular es otra razón social (Sermex) --que mantiene con el SOAPAP un litigio en juzgados todavía no resuelto--, y a la que le clausuran apenas ell 21 de mayo pasado tres descargas clandestinas. Proceso que documentamos también en Mundo Nuestro:

Río Sul: contemplar los rostros de la contaminación de la Cuenca Alta del Atoyac / Segunda parte

 

Todo este proceso se comprende mejor si se valora en un vista abierta las condiciones en las que opera el parque industrial Resurrección, tal como lo propusimos en este reportaje:

Un dron para entender la carga de la industrialización contra el río / Video

 

Interrogantes de fondo

 

Documentada en Mundo Nuestro la realidad de desgobierno e inoperancia del Estado para enfrentar la contaminación de barrancas y colectores en el caso concreto del parque industrial Resurrección, la clausura de Río Sul el miércoles 16 de junio por la noche obliga a plantear nuevos interrogantes.

 

En primer lugar, el desgobierno sobre el agua: en la acción del miércoles brillan por su ausencia la Comisión Nacional del Agua (gobierno federal) y el Ayuntamiento de Puebla (gobierno municipal). La clausura no obedece a una acción concertada y correspondiente a un plan estratégico para meter en orden a la industria en Puebla. CNA otorgó un permiso de extracción de agua a una razón social denominada SERMEX, y se deslinda de toda responsabilidad de la descarga. El Ayuntamiento permite que empresas piperas “rieguen” campos deportivos y áreas verdes sin supervisión alguna que immpida que se arrojen aguas residuales contaminadas, como fue el caso de la empresa Palacios y su descarga en los campos del Cuauhtémoc el pasado 30 de mayo.

 

Las preguntas para la Comisión Nacional del Agua

 

Más en concreto respecto de la autoridad fedeal:

No quedan más que interrogantes sobre todo este asedio industrial a la barranca San Antonio. Son las preguntas que le envío vía Whats al funcionario Julio Fierro en la oficina local de esta dependencia federal responsable de la administración de las aguas nacionales, como lo marca la ley.

¿Cuál es la situación del Fraccionamiento Industrial Resurrección?

¿Confirma Conagua los títulos de extracción publicados en el Registro Público del Agua?

¿Confirma Conagua esos permisos de descarga?

¿Qué ocurre con el resto de empresas ahí instaladas? ¿De dónde sacan agua? ¿En dónde descargan?

¿Cuál es la situación del título a nombre del ASOCIACION DE EMPRESARIOS PROPIETARIOS E INQUILINOS DEL FRACCIONAMIENTO INDUSTRIAL RESURRECCION DE LA CIUDAD DE PUEBLA, A.C.? ¿Ellos tienen una propia red de distribución? ¿Qué relación guardan con el consumo de agua de sus asociados?

¿Qué casos de inspección tiene la Conagua en este 2021 en el parque industrial Resurrección?

¿Existen casos de empresas multadas o clausuradas por cometer irregularidades o ilícitos en este año? ¿Y en El 2020?

Son interrogantes simples. A la espera de una respuesta.

 

Los empresarios y la contaminacion: dejar de simular

 

Los empresarios de Puebla, ya sea de industrias de capital local o de capitales foráneos, igual nacionales o extranjeros, tienden a mirar hacia otro lado o señalas el riesgo en el que se ponen los empleos de las empresas a las que se les obliga a cumplir con la ley. Sin hacer tabla rasa, lo que está en juego es el el modelo de desarrollo económico y la simulación en la que se mueven las empresas identificadas como de riesgo por el contendido de las descargas residuales de sus procesos productivos. Por igual, Volkswagen o Pemex, Clemente Jaques o Río Sul. Economía, creación de empleos y progreso, dicen. Economía y libertad de movimiento con el maquillaje de sustentabilidad ambiental que esconde la inoperancia del estado en la regulación y supervisión del cumplimiento de las normas establecidas en la ley. Y ahí se mueven las empresas petrolera, petroquímica, automotriz, autopartes, alimenticia y textiles como principales industrias contaminadoras.

¿Qué modelo económico entonces? ¿El de la simulación que esconde la depredación ambiental? ¿O el de empresas decididas a reconstruir su relación con la sociedad y la naturaleza por la vía de la recomposición de sus procesos productivos y su instalación contra la contaminación de sus residuos?

¿Qué gobierno entonces? ¿El de la simulación y llamarada de petate? ¿O el de la planificación y cumplimiento de acciones sostenidas y sistemáticas en todos los niveles de gobierno en el cumplimiento de la ley?

En Río Sul se concentran hoy estos interrogantes.