¿Qué hemos aprendido de los fenómenos naturales las lluvias atípicas?¡Cambiemos el sistema, no el clima! Comandante Hugo Chávez
Como ha sido ampliamente documentado y difundido, en días pasados, azotó una lluvia atípica en la Sierra Noroccidental de Puebla, al igual que en la vecina Poza Rica Veracruz y en la región Otomí-Tepehua de Hidalgo. Con ambos estados, la Sierra Norte de nuestro estado comparte y forma parte de las regiones Huasteca y del Totonacapan. Nos dicen nuevamente que se trató de una lluvia atípica/cambio climático, que no son más que vulgares eufemismos para no nombrar directamente al capitalismo voraz, depredador y contaminante que estamos padeciendo a nivel mundial, nacional y estatal y regional.
En estos días también ha habido lluvias ¿atípicas? en Valencia, Tarragona y Alicante España. Estos cambios climáticos ya los habían pronosticado los científicos hace años con sus ciclos de huracanes, lluvias torrenciales y prolongadas sequías. Pronósticos a los cuales no les han hecho caso los dueños del mundo y sus administradores, los gobernantes.
Dicha lluvia llegó con su cauda de destrozos, desolación y muerte, y para no variar, los más afectados han sido los de siempre, los más pobres de los pobres, los indígenas, campesinos y trabajadores pobres, los condenados de la tierra, nos diría Frantz Fanon, que habitan las fadas de los cerros y cerca de los lechos de los ríos o las barrancas. En gran parte de las colonias, juntas auxiliares y comunidades de los municipios de Huauchinango, Xicotepec, Tlacuilotepec o Pahuatlán o Naupan, vive población indígena empobrecida por siglos de conquistas y saqueo. Al igual que en años anteriores, estas lluvias no las podemos ver sólo desde una perspectiva local/municipal o como un simple fenómeno hidrometereológico. Atrás de ella hay años de negligencia, abandono, apatía, indiferencia social e institucional, omisiones, falta de planeación urbana e imposición de proyectos, y sobre todo, corrupción e impunidad de autoridades de los distintos niveles de gobierno, particularmente de las autoridades municipales.
Prueba de negligencia y corrupción, es la denuncia que un grupo de mujeres del fraccionamiento Las Perlitas en Huauchinango hicieron en contra del arquitecto Gilberto Villa Huerta. ¿Quién le autorizó los planos de construcción al arquitecto? ¿Qué hizo el ayuntamiento cuando el arquitecto siguió talando árboles? ¡La negligencia, la omisión, complicidad y la corrupción matan! Ahí está el regaño a nivel nacional de la presidente Claudia Sheinbaum al indolente presidente municipal de Huauchinango, el PriMoroso Rogelio López Angulo, metido ahora al espionaje digital, de acuerdo a la circular 001/DC/01/04/2025, violando el derecho a la libertad de expresión. Pero también tenemos al frívolo presidente de Xicotepec de Juárez, Carlos Barragán Amador, otro PriMoroso, más preocupado por los animales de su zoológico que por los damnificados. Por cierto, ¿por qué no han intervenido la Profepa, Conagua y la Secretaría de Medio Ambiente estatal para investigar y en su caso, cancelar su zoológico por desvío de un arroyo, afluente del río San Marcos? Acaso ¿la ley sólo se aplica a los enemigos políticos?
De acuerdo a la Conagua y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la lluvia registrada del 6 al 9 del presente mes, tuvo una acumulación de 788 milímetros acumulados, cayó sin duda, una gran cantidad de agua.
En la Sierra se han dado lluvias atípicas desde que tengo memoria y por lo dicho por los científicos, serán cada vez serán más frecuentes y destructoras. ¿Qué hemos aprendido, en lo individual, colectivo e institucional de estos fenómenos hidrometeorológicos? Me parece que muy poco o nada. Después de pasadas las tormentas, los recuentos de los daños y la reconstrucción se vuelve a una criminal ¿normalidad? Esa ha sido la triste realidad, por lo menos de 1999 a la fecha.
Breve recuento de lluvias ¿atípicas?
En la Sierra Nororiental y en especial en Teziutlán, todavía está muy fresca en la memoria colectiva las luvias intensas del 5 de octubre de 1999, hace 26 años, que cobró la vida de un poco más de 130 personas que vivían en la Colonia La Aurora en Teziutlán. Una gran parte de ellas y ellos, trabajadores de la maquila. En el 2013 tuvimos la tormenta tropical Ingrid, que también dejó damnificados y secuelas sociales. En agosto del 2016, tuvimos la tormenta tropical Earl y los municipios de Huauchinango, Tlaola y Xicotepec de Juárez, tuvieron declaratoria de emergencia por parte de Protección Civil federal. Un año después, en el 2017, tuvimos la visita del huracán Franklin que dejo su fuerte huella socioambiental en los municipios de Cuetzalan y Teziutlán; también afectó a la Sierra Negra del Estado. Igualmente, en el 2017 impactó el huracán Katia, que causó estragos en la Sierra Norte de Puebla, provocando deslaves, colapsos de puentes e inundaciones, y en el 2021 tuvimos la visita nada agradable del Huracán Grace. El huracán afectó a 51 municipios poblanos, y causó la muerte de cinco personas.
Algunos factores que han contribuido a las ¿desgracias? naturales
Prácticamente, desde los años 40 del siglo pasado, ha habido una tala sistemática y deforestación de bosques y selvas de la Sierra baja y alta para incentivar la ganadería extensiva. En las décadas de los años 1970 y 1980, desde el gobierno federal se intensificó el cambio de uso de suelo en zonas como Huauchinango, Xicotepec, Teziutlán y otros municipios para impulsar la producción agrícola (café) y la ganadería. A la par, se dio un proceso de urbanización sin planeación y salvaje, lo que ha traído como consecuencia la pérdida de la cobertura del suelo y de vegetación, procesos que han puesto en grave riesgo y vulnerabilidad a la población ante tormentas, huracanes o lluvias ¿atípicas? la vulnerabilidad ante precipitaciones intensas. Pésima gestión de las cuencas hídricas y de recarga hídricas.
Un caso grave de los municipios más grandes de la región, Huauchinango y Xicotepec, es la falta de planeación urbana que ha permitido la construcción en zonas de alto riesgo geológico. Y lo que es aún peor, municipios de Tlaola, Juan Galindo, Tlacuilotepec, Naupan, Zihuateutla, Francisco. Z. Mena, Xicotepec de Juárez, Pantepec, Honey, entre otros, no cuentan con su Atlas de Riesgos, y en los casos de Pahuatlán y Huauchinango, sus Atlas de Riesgo datan, en el primer caso, de hace trece años y en el de Huauchinango, de hace ¡20 años! (Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred.) Presidentes municipales de distintos colores van y vienen y no se ve que les interese la seguridad de sus gobernados. Tampoco han llevado a cabo, y según se ve, ni les importa, un ejercicio de ordenamiento territorial ecológico y urbano participativo y comunitario, planes y programas de control de erosión del suelo y sus recuperación, programas participativos de reforestación, impulso y apoyo a un programa de educación en ecología y medio ambiente, capacitación al personal acerca del derecho a un medio ambiente sano, al agua, salud y comida saludable, en lugar de llevar grupos de banda o cantantes de corridos tumbados, entre otras medidas, apoyo de los gobiernos estatal y federal.
Tala ilegal, deforestación, proyectos de muerte, corrupción, impunidad y alteración de los ciclos naturales
En el 2015, un grupo de compañeros de Huauchinango, llevamos a cabo, un foro en contra de los proyectos. En dicho foro, participaron compañeros del Comité de Preservación del Patrimonio Ambiental (CPPA) de Ahuazotepec, en el que denunciaron al ex alcalde petista, Eric Alvarado Bednar, quien permitió la tala de más de 350 hectáreas de bosque de la comunidad a las trasnacionales Femsa y Almaden Minerals. Así mismo, denunciaron al ex tesorero Municipal, Alfredo Ramírez, y a la ex síndico municipal, María de los Ángeles Oliver Cruz, de estar coludidos con los talamontes. Una fracción del bosque, de acuerdo al número de concesión 221140, expedido en diciembre del 2003, fue entregada a la empresa canadiense para la búsqueda de plata, Se le concesionaron a la Compañía Minera Zapata SA de CV , filial de Almaden Minerals, 10 mil 42 hectáreas, Denunciaron también que los bosque de esta comunidad, nacen los manantiales Chapultepec, Guadalupe y Las Palomas, que abastecen a los municipios serranos de Huauchinango, Xicotepec y Juan Galindo.
Desde hace años, la región de Ahuazotepec-Zacatlán se ha venido explotando en forma inmisericorde, el mineral llamado feldespato, causando una grave deforestación, contaminación y devastación ambiental en la región. Campesinos de la región han denunciado que las empresas mineras, ha desviado arroyos para sus terrenos, contaminando el agua, ante la inacción, omisión y colusión de las autoridades federales, estatales y en particular, municipales. Finalmente, los compañeros del Comité denunciaron de haberlos agredido la ex delegada de Profepa y ex diputada federal del PVEM, María de la Rosa Arzaluz Alonso, a quien denunciaron de colusión con el expresidente municipal y la empresa. La tala ilegal es una práctica recurrente en toda la Sierra Norte, al igual que los incendios provocados o el cambio de usos de suelo rural a urbano, con su consecuente especulación.
Hace aproximadamente un año, el colectivo PODER, mencionó en su investigación Sierraapuestas que 361,000 hectáreas y 4,674,861,713 m3 de agua al año han sido entregados en la Sierra Norte de Puebla, a través de concesiones, licencias y contratos a empresas de capital privado (nacional y extranjero) para el desarrollo de 12 proyectos extractivos. Como vemos, no son solo los fenómenos naturales, huracanes o lluvias atípicas los que incentivan las desgracias climáticas y naturales, en el centro está un modelo económico voraz en búsqueda de ganancias rápidas y fáciles y sus proyectos extractivos a los que no les importar la vida de ningún ser vivo, junto con la omisión, negligencia, colusión, complicidad y corrupción de políticos, funcionarios y representantes populares federares, estatales y municipales, a los que tampoco les importa la vida de los pobres y de cualquier ser vivo.
Tenemos que cambiar la forma de producir, distribuir y consumir los productos y los bienes y crear ciudades habitables para todas y todos, sin fraccionamientos o colonias exclusivas para los ricos y las faldas de los cerros para los pobres. Parte de la solución está en manos de un pueblo informado, organizado y movilizado en reclamo de sus derechos, como lo vienen haciendo muchas comunidades y pueblos indígenas, organizaciones y movimientos campesinos y populares. Y sobre todo, se debe tener memoria de quienes los han engañado una y otra vez o no los han apoyado como en esta situación difícil por la que están pasando muchas comunidades, colonias y fraccionamientos. Seguramente no pocos de esos políticos, funcionarios o dirigentes de partidos, les pedirán su voto en el 2027, será la oportunidad para recordarles que la dignidad no se vende.
Si realmente les interesa apoyar a las comunidades y municipios en este trance a los políticos, representantes populares y partidos políticos: van algunas propuestas:
Que los tres senadores del estado, las y los 22 diputados federales y los cuarenta y un diputadas/os locales, donen un mes de salario a los damnificados de la Sierra Norte. Los que llevan mano sin duda, son los integrantes de la coalición Juntos Haremos Historia y no se les ha visto intención de apoyar a los damnificados.
En esta misma tesitura, que los presidentes municipales, regidores y directores de los municipios más afectados, casos Huauchinango, Xicotepec, Pahuatlán o Naupan, donen dos meses de su salario.
Ya que los partidos políticos se desviven cada tres años en querer representar al pueblo, les propongo donen, tanto las nacionales como la estatal, sus prerrogativas de seis meses.
Me despido con una frase que nos legó el gran escritor Francés Víctor Hugo:
Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha.
Y Aquí el oficio con el que en el ayuntamiento de Huauchinango se quiere emular al gobernador Armenta:
